Del Pok¨¦mon tambi¨¦n se sale: los puntos clave seg¨²n expertos
En menos de tres meses la repercusi¨®n que ha tenido tanto en ¨¢mbito social como en el econ¨®mico es tal que, McDonald's Jap¨®n ha llegado a un acuerdo para poner gimnasios en sus restaurantes
Los hippies vivieron el verano del amor en 1967. Los ravers, el segundo verano del amor en 1988. Y a ti, en 2016, te ha tocado el verano de Pok¨¦mon GO. Desde que el 6 de julio se estrenara para descarga en m¨®viles iOS y Android, no han parado de surgir an¨¦cdotas. En este tiempo hemos sabido que una profesora ha dejado su trabajo para dedicarse en exclusiva al juego. Que una joven de Riverton (Wyoming, EE UU) sali¨® de su casa a capturar pok¨¦mon, pero lo que se encontr¨® fue un cad¨¢ver. Que a un chico llamado Evan Scribner le pillaron poniendo los cuernos porque su novia descubri¨® en su m¨®vil que hab¨ªa capturado a Totodile en casa de otra chica. Que un joven muri¨® tiroteado al entrar en una barriada de Ciudad de Guatemala buscando a los bichos sin prestar atenci¨®n a lo que ten¨ªa alrededor. Que ni?os que padecen un trastorno del espectro autista han mejorado su manera de relacionarse con el mundo gracias a la app. Que un neoyorquino?ha perdido 5 kilos de peso y ha gastado centenares de d¨®lares en Uber para convertirse en el primero en atraparlos?a todos. Que hay pok¨¦mons en el Everest. Que est¨¢?instalado en m¨¢s de 100 millones de m¨®viles?y ya tiene m¨¢s usuarios que Twitter?o Tinder en EE UU.
Y?as¨ª podr¨ªamos seguir hasta el infinito, porque casi cada d¨ªa hay una an¨¦cdota relacionada. Pok¨¦mon GO es un fen¨®meno inabarcable que no tiene fin, pero s¨ª tiene un principio. Todo comenz¨® en 2010, el a?o en el que se fund¨® Niantic, una compa?¨ªa que naci¨® al amparo del programa de fomento de startups de Google y que tom¨® su nombre de un barco ballenero que lleg¨® a San Francisco durante la fiebre del oro.
?Est¨¢ construido para fomentar un h¨¢bito?
Niantic se hizo famosa por un juego llamado Ingress que ten¨ªa muchos puntos en com¨²n con Pok¨¦mon Go. Al igual que sucede en la app que tiene tarumba a medio mundo, en Ingress hab¨ªa que recorrer el mundo real para ir abriendo y asaltando portales del equipo contrario ubicados por toda la ciudad. El equipo que m¨¢s campos de fuerza poseyera, ganaba.
Niantic pidi¨® a los jugadores de Ingress ¡ªun p¨²blico fiel y volcado¡ª fotos de los portales para mejorar el aspecto del juego. Les llegaron millones de im¨¢genes, que ahora, por obra y gracia de los t¨¦rminos y condiciones que todos firman pero que nadie lee, son las que ilustran las pokeparadas de este otro juego. En 2015, Niantic se desvincul¨® de Google ¡ªaunque la antigua matriz todav¨ªa mantiene el 30% de su accionariado¡ª y empez¨® a preparar el monstruo que hoy arrasa.
El ¨¦xito de Pok¨¦mon GO reside en lo sencillo de su mec¨¢nica. Los jugadores deben explorar el mundo real que los rodea, m¨®vil en mano, en busca de los monstruos que puedan capturar y almacenar, mientras que las paradas ofrecen utensilios como pokebolas ¡ªpara poder capturar a la fauna¡ª, huevos o pociones que sirven para ayudar a la evoluci¨®n de los pok¨¦mon capturados, que pueden llegar a ser 145. Luego podr¨¢n acudir a los denominados gimnasios para entrenar y combatir con otros jugadores. Con cada acci¨®n del juego se van ganando puntos de experiencia y se va subiendo de nivel.
Para Daniel del Olmo, psicopedagogo y fundador de la plataforma para la investigaci¨®n y el desarrollo del videojuego ZehnGames, la clave del triunfo de la app est¨¢ en la actualizaci¨®n de viejos placeres infantiles que ha hecho que los millennials, esta vez s¨ª, se emocionen de verdad con algo. "El fen¨®meno Pok¨¦mon se inici¨® hace unos 20 a?os. Aquellos ni?os/preadolescentes que ten¨ªan entre 9 y 12 a?os son los adultos que hoy, con 30, no dudan en coger sus dispositivos m¨®viles y lanzarse a la calle a cazar aquellos bichos de su infancia. Es decir, Niantic Lab le ha dado a medio mundo la posibilidad de cumplir el sue?o de su ni?ez, que no es otro que ser un entrenador de Pok¨¦mon".
Niantic ha llegado un acuerdo con McDonald¡¯s Jap¨®n para poner gimnasios en sus 3.000 restaurantes en el pa¨ªs
Para Jamie Madigan, doctor en Psicolog¨ªa que escribe sobre el cruce entre esta disciplina y los videojuegos, Pok¨¦mon GO no es adictivo, sino que est¨¢ construido para fomentar un h¨¢bito. "Realmente engancha. Premia a los jugadores y hace que creen h¨¢bitos a su alrededor. Crea una fuerte asociaci¨®n entre el entorno, sacar el m¨®vil y ponerse a jugar. La gente sale a caminar y, cuando sabe que hay una pokeparada cerca, desenfunda su aparato porque sabe que va a haber una recompensa en forma de nuevo pok¨¦mon o de algunos ¨ªtems del juego. Ning¨²n otro juego tiene esos 'gatillos' en la realidad que te hacen sacar el tel¨¦fono. Nadie va paseando por un parque y se acuerda de mirar Twitter o de jugar a Clash Royale".
El v¨ªnculo entre juego y mundo real se lleva a cabo mediante el recurso de la realidad aumentada que mezcla los personajes con el entorno del jugador ¡ªque debe apuntar con la c¨¢mara del m¨®vil a su alrededor para localizar y atrapar un pok¨¦mon¡ª, algo muy novedoso para el gran p¨²blico pero que, para Madigan, no tiene mucha importancia. Seg¨²n opina, "la realidad aumentada es un mero gancho. Lo que realmente est¨¢ seduciendo a la gente es la geolocalizaci¨®n. La novedad de moverse por un espacio real y ver la relaci¨®n que tiene con el juego. Cuando piensas 'hay un snorlax cerca', lo est¨¢s diciendo literalmente de verdad. Y adem¨¢s ves a m¨¢s gente haciendo lo mismo, lo cual tambi¨¦n es sorprendente".
MIEDO A UN PLANETA POK?MON
El hecho de que sea un fen¨®meno de proporciones desmesuradas ha provocado que, al igual que un enorme ¨¦xito, haya despertado un tsunami de antipat¨ªa. Muchos ven a Pok¨¦mon GO como la nueva caja tonta: un caramelito alienante con el que la gente pierde el tiempo y le da la espalda a la realidad. Es un argumento que ha utilizado Nicol¨¢s Maduro, quien asegura que "hace que miles de j¨®venes terminen viviendo en una realidad virtual", o el cineasta Oliver Stone, quien lo ha definido como "una herramienta de control totalitario, lo que llaman 'capitalismo de vigilancia'. Un nuevo nivel de invasi¨®n". ?Es para tanto?
?Es un nuevo nivel de invasi¨®n, de control totalitario?
Oliver Stone
"Los videojuego son y ser¨¢n criticados hasta que pasen al menos un par de generaciones m¨¢s. Lo fue el cine, lo fue el teatro e incluso la literatura en su d¨ªa, por no decir que recientemente lo fue el c¨®mic antes que el videojuego", asegura Del Olmo. "Podemos ver a los videojuegos como un elemento de evasi¨®n, como lo es tambi¨¦n Facebook, o podemos mirarlos como algo m¨¢s que hace tiempo que convive con nosotros y que debe ser tenido en cuenta". Para el psicopedagogo, Pok¨¦mon GO podr¨ªa tener multitud de usos positivos: "Por ejemplo, se podr¨ªa incluir para dise?ar una actividad de senderismo. Vivimos en un mundo hiperconectado con seres desconectados a las personas y ultraconectados a ellas a trav¨¦s de miles dispositivos. Al final uno puede caer en la tecnofobia con suma facilidad. La tecnolog¨ªa debe ser conocida, dominada y doblegada a la forma de entender la vida de cada uno".
?Todo esto qui¨¦n lo paga?
Cuando Pok¨¦mon empez¨® a instalarse en millones de m¨®viles, los mercados financieros premiaron a Nintendo con una subida de un 76% en sus acciones. Una revalorizaci¨®n de 13.000 millones de euros que hizo que sobrepasara incluso a Sony en tama?o burs¨¢til. Pero la burbuja se moder¨® cuando la compa?¨ªa nipona anunci¨® que la app solo va a tener un impacto m¨ªnimo en su cuenta de resultados. Algo l¨®gico, ya que Nintendo solo posee el 32% de The Pok¨¦mon Company, la empresa que gestiona la marca, y tiene una cierta participaci¨®n en Niantic que no se ha hecho p¨²blica.
Esta ¨²ltima s¨ª que est¨¢ sacando r¨¦dito econ¨®mico a la app, y de una manera bastante novedosa. John Hanke, director ejecutivo de la compa?¨ªa, revel¨® en una entrevista concedida al Financial Times que est¨¢n cobrando a algunos negocios locales para convertirlos en pokeparadas y que, de esta forma, atraigan clientes hasta sus puertas. Por ejemplo, Niantic ha llegado un acuerdo con McDonald¡¯s Jap¨®n para poner gimnasios en sus 3.000 restaurantes en el pa¨ªs: los que all¨ª acudan en busca de entrenar a un charmander terminar¨¢n pidi¨¦ndose un Big Mac.
La clave del triunfo de la app est¨¢ en la actualizaci¨®n de viejos placeres infantiles que ha hecho que los millennials, esta vez s¨ª, se emocionen de verdad con algo
Otra fuente de ingresos son los micropagos. Los jugadores tambi¨¦n pueden dejarse el dinero en comprar extras para mejorar su experiencia de juego. Jamie Madigan se muestra sorprendido porque esta conocida estrategia de los juegos gratuitos tiene un toque novedoso dentro de Pok¨¦mon GO: "En la app, las compras no sirven para poder superar una adversidad o para que sea m¨¢s f¨¢cil, pero en Pok¨¦mon GO no tienes esa necesidad tan marcada como en otros juegos. Parece que ellos [Niantic] se conforman con tener a muchos usuarios y que un peque?o segmento se gaste el dinero". Con ese gasto, pueden garantizar un mayor espacio para almacenar pok¨¦mon, y mejoras en su entrenamiento y en el combate.
Seg¨²n la consultora Sensor Tower, este sistema ha generado un beneficio de m¨¢s de 30 millones de euros en las dos primeras semanas en las que la app estuvo disponible. A partir de ah¨ª, los beneficios que ha generado se estiman en casi 9 millones de euros diarios, de acuerdo a estimaciones de la empresa App Annie. Hasta la fecha, el fen¨®meno Pok¨¦mon ha generado unos 40.000 millones de euros en todo el mundo, seg¨²n calcula la revista Forbes.
Sorpresa, sorpresa
Lo que realmente est¨¢ seduciendo a la gente es la geolocalizaci¨®n
Mucho antes de la fiebre Pok¨¦mon GO, ya exist¨ªa la fiebre Pok¨¦mon a secas. Lo que empez¨® como un videojuego para GameBoy se convirti¨® en un imperio milmillonario con series, pel¨ªculas, figuritas, cromos y manga. Y tambi¨¦n torneos competitivos en los que participa el espa?ol Miguel Mart¨ª, de 23 a?os, m¨¢s conocido como Sekiam, que en 2014 ocup¨® la posici¨®n n¨²mero 6 en el ranking mundial de esta disciplina, en la que hay torneos regionales, nacionales y hasta un mundial en el que se reparten premios por valor de 500.000 d¨®lares. "En las competiciones, cada jugador compite con su juego y su equipo, siempre con las ¨²ltimas ediciones de la saga principal de Pok¨¦mon. Este a?o, por ejemplo, se compite con los videojuegos Rub¨ª Omega y Zafiro Alfa de la consola Nintendo 3DS, y el a?o que viene ser¨¢ con Sol y Luna", explica Mart¨ª.
A pesar de llevar a?os jugando, la explosi¨®n Pok¨¦mon GO le ha pillado por sorpresa. "Desde que anunciaron el juego me esperaba un 'pasatiempo' para el m¨®vil, una aplicaci¨®n con la que los fans de Pok¨¦mon pudi¨¦semos jugar de vez en cuando en ratos muertos. Pero lo que no me esperaba en absoluto es esta revoluci¨®n social que ha supuesto. No solo los fans juegan, sino que? nunca un juego, est¨¢ ahora atrapando pok¨¦mon". La misma gente que est¨¢ protagonizando ese inacabable torrente de an¨¦cdotas que en unos a?os nos har¨¢n recordar que, en la can¨ªcula de 2016, millones de personas perdieron la cabeza buscando a Pikachu y compa?¨ªa.
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