Hablar en pelotas
La expresi¨®n parece ser un derivado burlesco de ¡°piel¡±, y no guarda ninguna relaci¨®n etimol¨®gica con las redondeces
El canal Discovery ha emitido un documental estadounidense de telerrealidad que muestra la lucha por la supervivencia de una mujer y un hombre a los que se deposita desnudos en una peligrosa isla desierta. El t¨ªtulo original, Naked and afraid (desnudos y asustados), se ha traducido en Espa?a como Aventura en pelotas. Una vulgaridad, s¨ª, que sin embargo procede de un uso culto¡ pero en singular: ¡°en pelota¡±.
Esta ¨²ltima locuci¨®n ya la recog¨ªa el diccionario de Francisco Sobrino en 1705 con el significado de ¡°en cueros¡±. Y la primera obra de la Academia la incorpor¨® poco despu¨¦s (1737) como ¡°modo adverbial que vale ¡®totalmente desnudo o en cueros¡±.
Tal uso de ¡°en pelota¡± parece ser un derivado burlesco de ¡°piel¡± (pellis en lat¨ªn; L¨¢zaro Carreter, El dardo en la palabra, 1997; p¨¢gina 69), y desde luego no guarda ninguna relaci¨®n etimol¨®gica con ciertas formas del cuerpo humano.
A Sancho Panza le quitaron el gab¨¢n y lo dejaron ¡°en pelota¡± (El Quijote contiene cinco usos similares); y a esa misma expresi¨®n en singular acudieron Lope, G¨®ngora o Quevedo. Hasta nuestros d¨ªas ha llegado con la ayuda adicional de autores cuidadosos como Manuel Longares, Fernando Vallejo, V¨¢zquez Montalb¨¢n...
Sin embargo, una entendible etimolog¨ªa popular dio en la flor de extender el plural ¡°en pelotas¡±, confundiendo la piel con sus redondeces. Los escritores rechazaron durante siglos esa versi¨®n vulgar (as¨ª la marca Manuel Seco en su Diccionario del espa?ol actual, 2000), salvo si deseaban precisamente reproducir un lenguaje popular. Miguel Delibes, por ejemplo, la pone en boca de algunos de sus personajes (el emigrante Lorenzo escribe en su diario: ¡°Las chavalas, paseo abajo, paseo arriba, medio en pelotas¡±); pero cuando habla el autor vallisoletano como narrador se cuida de escribir bien ¡°en pelota¡±, seg¨²n anot¨® tambi¨¦n L¨¢zaro Carreter.
Algunos novelistas incorporaron luego a su propio lenguaje la opci¨®n ¡°en pelotas¡± (Garc¨ªa M¨¢rquez entre ellos). Y la Academia (tras alg¨²n titubeo) da por buenas desde 2001 las dos posibilidades.
Cada cual podr¨¢ elegir, por tanto, la que crea m¨¢s adecuada para el momento. En ciertas ocasiones preferir¨¢ el cervantino ¡°en pelota¡± por el entorno formal o culto en que se encuentre. Y en otras la expresi¨®n ¡°en pelotas¡± le parecer¨¢ mejor para un ambiente m¨¢s coloquial y para que no le consideren un cursi de campeonato.
A veces, sin embargo, uno no sabr¨¢ c¨®mo acertar. Pero incluso en esos aprietos podremos evitar que se nos vea desnudos y asustados. Cuando la locuci¨®n lleva un adjetivo a?adido, no hay duda: se expresa en singular. D¨ªgase ¡°en pelota viva¡± o ¡°en pelota picada¡±, y santo remedio.
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