La ONU acuerda luchar contra la amenaza global de las superbacterias
La Asamblea General de las Naciones Unidas se re¨²ne para coordinar una estrategia mundial contra las resistencias a los antibi¨®ticos
Por cuarta vez en su historia, la Asamblea General de las Naciones Unidas va a firmar una declaraci¨®n para coordinar a los estados miembros frente a una amenaza sanitaria. Despu¨¦s del VIH/sida, el ¨¦bola y las enfermedades no transmisibles, como las cardiovasculares o el c¨¢ncer, las naciones han llegado a un acuerdo para combatir la resistencia a los antibi¨®ticos, una de las mayores amenazas para la medicina moderna.
Todos los a?os, alrededor de 700.000 personas mueren por infecciones causadas por bacterias resistentes a los medicamentos disponibles. Hasta hace menos de un siglo, una simple infecci¨®n por estos microorganismos, que ahora se cura con una semana de antibi¨®ticos, pod¨ªa poner en peligro la vida. La llegada de estos antimicrobianos acab¨® con esa posibilidad, pero las bacterias han seguido evolucionando y adapt¨¢ndose para resistir a los medicamentos. El uso masivo de antibi¨®ticos en granjas, la globalizaci¨®n y una falta de inter¨¦s econ¨®mico por desarrollar nuevos tratamientos han agravado la situaci¨®n.
Cada a?o mueren en el mundo 5,7 millones de personas por infecciones tratables
Seg¨²n explica Rafael Cant¨®n, presidente de la Sociedad Espa?ola de Enfermedades Infecciosas y Microbiolog¨ªa Cl¨ªnica (SEIMC), la principal aportaci¨®n de esta declaraci¨®n ser¨¢ la coordinaci¨®n mundial m¨¢s all¨¢ de los planes nacionales para paliar un problema planetario. ¡°La preocupaci¨®n por las resistencias ya se hab¨ªa incluido en agendas de grupos como el G20 o el Foro de Davos, que la incluye entre los riesgos importantes para la econom¨ªa mundial¡±, apunta Cat¨®n. ¡°En el pasado, con un ejemplo como el sida, se ha visto que una manifestaci¨®n de la ONU de este calibre ha funcionado¡±, contin¨²a. ¡°En este caso, las medidas para combatir las resistencias ser¨¢n m¨¢s o menos las que ya se conocen, con una necesidad de acumular datos para conocer la resistencia real a los antibi¨®ticos y fomentar un uso prudente, pero sobre todo necesitamos que los estados miembros destinen recursos frente a esta amenaza global¡±, concluye.
Las medidas para hacer frente a las resistencias a los antibi¨®ticos ir¨¢n en varias l¨ªneas. Por un lado, se est¨¢n intentando dise?ar los incentivos econ¨®micos adecuados para fomentar la innovaci¨®n en este tipo de medicamentos. Los antibi¨®ticos son medicamentos que curan al paciente y su uso es siempre temporal. Este no es el modelo econ¨®mico habitual al que est¨¢ acostumbrada la industria, con pacientes cr¨®nicos y un uso de f¨¢rmacos m¨¢s prolongado. Adem¨¢s, el antibi¨®tico es un tipo de medicamento que hay que utilizar lo menos posible. Por eso, se est¨¢n estudiando formas de ofrecer beneficios por el desarrollo del f¨¢rmaco aunque luego no se venda.
Otro de los puntos importantes es limitar su uso en granjas. All¨ª, adem¨¢s de su aplicaci¨®n para tratar las enfermedades de animales hacinados, los antibi¨®ticos se emplean en peque?as dosis para favorecer el engorde. Esto es una forma de crear resistencias que ha convertido a las explotaciones agropecuarias en un campo ideal de entrenamiento para las superbacterias.
Por ¨²ltimo, adem¨¢s de controlar el mal uso de los antibi¨®ticos, tambi¨¦n se deber¨¢ trabajar para garantizar el acceso a estos medicamentos a grandes partes de la poblaci¨®n mundial. Actualmente, se estima que alrededor de 5,7 millones de personas mueren cada a?o por infecciones tratables. La vigilancia de estas poblaciones descuidadas ayudar¨¢ a controlar mejor las infecciones y a reducir las posibilidades de que aparezcan resistencias.
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