Mil¨¢n no tiene prisa
Giorgio Armani y Tod¡¯s apuestan por el estilo atemporal y el trabajo artesanal frente al lujo instant¨¢neo en la Semana de la Moda
Mientras en las semanas de la moda de Nueva York y Londres se impone el lujo instant¨¢neo, en Mil¨¢n defienden una forma de tomarse la moda sin prisas. En las ¨²ltimas citas anglosajonas, Tommy Hilfiger y Burberry hicieron suyo el lema de las compras por Instagram -lo veo, lo quiero, lo tengo- y pusieron a la venta sus colecciones inmediatamente despu¨¦s de presentarlas. Pero en Italia reivindican su trabajo artesanal y los tiempos m¨¢s pausados que este impone. Desde Armani hasta Tod¡¯s. Al fin y al cabo, esta forma de entender la calidad y el disfrute como un placer que se hace esperar constituye uno de los elementos diferenciadores que han hecho del made in Italy una de las marcas m¨¢s potentes del mundo.
¡°El concepto de ¡®verlo ahora y c¨®mpralo ahora¡¯ ya est¨¢ inventado. Es lo que haces cuando pasas por delante de un escaparate, encuentras algo que te gusta y te haces con ello. No entiendo tanto revuelo¡±, argumentaba Diego della Valle, propietario de Tod¡¯s, minutos antes de comenzar la presentaci¨®n de su colecci¨®n. ¡°Cuando quieres generar deseo, esperar un poco forma parte del ritual, porque hacer una camiseta no lleva tiempo, pero fabricar productos artesanales, s¨ª¡±. Y, ayer, en el Pabell¨®n de Arte Contempor¨¢neo de Mil¨¢n, hab¨ªa muchas horas de trabajo manual concentradas: gabardinas de piel de pit¨®n troquelada, saharianas de ante, camisetas de cuero tratado y mocasines en decenas de acabados. Un alarde con el que Della Valle quiso demostrar su ¡°liderazgo¡± en el dise?o de piel y el empuje de su forma de entender la moda. Para ello, en vez de hacer desfilar a las modelos, oblig¨® a los invitados a caminar alrededor de ellas.
Otro de los m¨¢ximos representantes del made in Italy es Giorgio Armani, que el viernes present¨® una colecci¨®n dominada por el color azul y bautizada Charmani: un juego de palabras que fusiona charming (encantador, en ingl¨¦s) con el nombre de la marca. M¨¢s all¨¢ de esta ocurrencia, su trabajo buscaba, como lleva haciendo medio siglo, el equilibrio entre ¡°disciplina y libertad¡±. No faltaron sobre la pasarela sus americanas fluidas de corte Mao, bermudas vaporosas, monos de lana fr¨ªa y, por supuesto, una parte final de vestidos engastados en cristales. Lo que no hubo fue cuero ni ante -dos materiales a los que el modista sol¨ªa recurrir anta?o- ya que, a diferencia de Della Valle, ha tomado la determinaci¨®n de no volver a utilizar pieles naturales.
El amor por lo artificial de Jeremy Scott es de sobra conocido. Ha dedicado colecciones a las Barbies y tambi¨¦n a la comida basura. Pero el pasado jueves, el estadounidense llev¨® esta pasi¨®n hasta sus ¨²ltimas consecuencias y decidi¨® convertir a las modelos de Moschino, la firma de la que es director creativo desde 2013, en mu?ecas recortables. El desfile comenz¨® con una maniqu¨ª que luc¨ªa una camiseta larga en la que aparec¨ªa dibujado el cuerpo de una mujer en bikini y de la que sal¨ªan grandes pesta?as blancas como las que tienen los recortables. El juego de trampantojos estaba servido: los m¨ªticos cinturones de cadenas dise?ados en los ochenta por Franco Moschino aparec¨ªan pintados sobre pantalones de algod¨®n; las faldas rectas estaban estampadas con tablas que emulaban un plisado; de los bolsos colgaban borlas de papel; y los ba?adores que representaban un bikini ¨Combligo inclu¨ªdo- iban acompa?ados por toallas de cart¨®n.
Poco a poco, el enga?o se iba volviendo m¨¢s complicado con sudaderas ilustradas con sudaderas recortables ¨Cel metatrampantojo-. Hasta llegar a una serie final de vestidos de noche con la parte posterior en blanco y falsos lazos y sobrefaldas. ¡°Miramos todo a trav¨¦s del m¨®vil y vemos im¨¢genes constantemente en Instagram, as¨ª que nuestra forma de interactuar con el mundo es, la mayor parte del tiempo, en dos dimensiones. Y con esa perspectiva, nada es lo que parece. Como sucede con estas prendas¡±, explicaba Scott tras el desfile.
Por si la met¨¢fora no fuera lo suficientemente redonda, un bote de pastillas que luego aparecer¨ªa en varios estampados de la colecci¨®n hac¨ªa las veces de invitaci¨®n al desfile. ¡°Quer¨ªa celebrar la alegr¨ªa de los recortables, pero tambi¨¦n hacer un gui?o a la novela de Jacqueline Susann The valley of the dolls (en ingl¨¦s, El valle de las mu?ecas) donde la autora llamaba mu?ecas a las pastillas que tomaban sus protagonistas para sobrellevar esta vida¡±, aclara.
Provocaci¨®n o genialidad, lo cierto es que Scott ha conseguido devolver el sentido del humor a la pasarela y a Moschino, a la primera l¨ªnea de la moda.
Si hay alguien que recuerda que la moda debe ser divertida y no solo pura estrategia comercial esa es el equipo de Versace. El viernes mostr¨® sobre la pasarela una de sus colecciones m¨¢s deportivas a ritmo de after: cortavientos, plataformas con velcros, trajes en tejidos de chubasquero, leggins y pantalones deportivos ¨Cch¨¢ndal- en tejidos deportivos. Sin olvidar la justa dosis de transparencias. Porque, como las mujeres de los futbolistas, Versace no traiciona su naturaleza sexy ni en el gimnasio.
M¨¢s conservadora, la firma Sportmax se inspir¨® en el trabajo del fot¨®grafo japon¨¦s de los ochenta Kusukazu Uraguchi para componer una apetecible propuesta en delicados estampados marinos y con los fruncidos como hilo de conductor.
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