Realismo europeo en Cuba
La propuesta formal de la Comisi¨®n Europea para que la UE firme un acuerdo bilateral con Cuba y derogue la llamada Posici¨®n Com¨²n ¡ªuna iniciativa de 1996 del expresidente del Gobierno espa?ol Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar que vinculaba cualquier cooperaci¨®n con la isla a avances del r¨¦gimen castrista en materia de derechos humanos¡ª muestra por un lado una aproximaci¨®n realista a las relaciones de Europa con Cuba y por otro la determinaci¨®n de Bruselas de no perder terreno frente a Estados Unidos despu¨¦s de la normalizaci¨®n de relaciones entre Washington y La Habana.
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La Posici¨®n Com¨²n se ha demostrado tan ineficaz como el embargo decretado por el Congreso de EE?UU en 1960. Desde su entrada en vigor, el r¨¦gimen castrista no se ha movido un mil¨ªmetro en sus postulados. Adem¨¢s, aunque oficialmente la cooperaci¨®n europea estaba condicionada, las empresas del continente ¡ªentre ellas las espa?olas¡ª han continuado manteniendo actividades en la isla. El balance final de la iniciativa de Aznar es que no ha forzado al r¨¦gimen castrista a avanzar ni en la senda de la democracia ni del respeto a los derechos humanos.
La propuesta de derogaci¨®n la impulsa, entre otros, la representante de pol¨ªtica exterior de la UE, Federica Mogherini, quien visit¨® la isla en marzo de este a?o, siendo una de las primeras representantes europeas en llegar a La Habana tras la normalizaci¨®n. Llama la atenci¨®n el escas¨ªsimo protagonismo de la diplomacia espa?ola en esta nueva etapa para un pa¨ªs considerado estrat¨¦gico por muchos motivos. Es un buen ejemplo de lo que est¨¢ suponiendo la paralizaci¨®n institucional que implica no tener un Gobierno ratificado por las cortes.
La comunidad internacional, resignada al inmovilismo del r¨¦gimen, ya ha dado sobradas muestras de que quiere reconducir las relaciones con Cuba, pero no podr¨¢ hacerlo plenamente mientras no existan indicios de apertura.
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