Las tres veces que ¡®Rosetta¡¯ estuvo al borde de la muerte
Un ingeniero de la primera misi¨®n que alcanz¨® un cometa recuerda cuando todo pudo irse al traste
La aventura de la nave Rosetta se acaba. Despu¨¦s de m¨¢s de doce a?os y 8.000 millones de kil¨®metros a trav¨¦s del espacio, el viaje del primer ingenio humano que consigui¨® alcanzar un cometa llega este viernes a su fin.
Para Warwick Holmes, el ingeniero australiano que ayud¨® a construir y probar la sonda, el viaje comenz¨® mucho antes. Tras graduarse en ingenier¨ªa el¨¦ctrica y espacial en la Universidad de Sydney, empez¨® a trabajar sin cobrar en una empresa aeroespacial en Inglaterra. ¡°Me apasionaba el mundo del espacio¡±, cuenta Holmes. Su primer encargo fue arreglar un sat¨¦lite con problemas mec¨¢nicos. Se empe?¨® tanto en la tarea que lleg¨® a dormir en la oficina durante los fines de semana. Al final de su estancia de tres meses, consigui¨® repararlo. All¨ª desarroll¨® una habilidad que le resultar¨ªa muy ¨²til: arreglar lo que no tiene arreglo.
Pero en el espacio hasta lo inimaginable es posible. En tres ocasiones, la misi¨®n estuvo a punto de fracasar
Durante la misi¨®n Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA, en sus siglas en ingl¨¦s), Holmes estaba encargado de garantizar que los sistemas de la nave podr¨ªan funcionar durante todo el trayecto hacia el cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko. Su equipo realiz¨® miles de simulaciones para comprobar c¨®mo Rosetta reaccionaba ante cada escenario posible y cada situaci¨®n de crisis imaginable.
Pero en el espacio, hasta lo inimaginable es posible. Pese a toda la preparaci¨®n, ¡°pasaron cosas que no hab¨ªamos previsto¡±, admite Holmes. En tres ocasiones, la misi¨®n estuvo a punto de fracasar.
Justo antes del lanzamiento, el equipo de Holmes se dio cuenta de un problema en el control termal del aparato, lo que recalentaba el mecanismo de posicionamiento de la antena m¨¢s de lo aconsejable. El paso cerca del sol podr¨ªa fre¨ªr este sistema. Como ya nos contaron en 2001, una odisea en el espacio, un fallo en la posici¨®n de la antena podr¨ªa impedir la navegaci¨®n y la comunicaci¨®n del aparato con la Tierra. Intentaron diferentes soluciones pero no encontraron una manera de moderar la temperatura. As¨ª que el equipo de operaciones se tuvo que conformar con apagarlo y volar casi a ciegas. ¡°Hicieron un trabajo espectacular¡±, recuerda el ingeniero.
Para sobrevivir al viaje a trav¨¦s del fr¨ªo espacio, la agencia espacial puso a Rosetta en hibernaci¨®n durante dos a?os y medio. ¡°Algo que nunca se hab¨ªa hecho antes en una misi¨®n espacial¡±, asegura. S¨®lo quedaba despertar la nave a tiempo, para lo cual instalaron cuatro relojes programados con una cuenta atr¨¢s de 80 millones de segundos. ¡°Si no funcionaba, no podr¨ªamos despertarla y la nave estar¨ªa muerta¡±. Bastaba con que dos de los cuatro relojes llegaran a cero para despertar el veh¨ªculo.
En el centro de control de Darmstadt (Alemania), el equipo de la misi¨®n esperaba. Hab¨ªan calculado que en el peor de los casos, la se?al les llegar¨ªa a los dos minutos. Pasaron los dos minutos. Nada. Pasaron diez m¨¢s. ¡°Pensamos, ya est¨¢, est¨¢ muerta. Ten¨ªa al director general de la agencia espacial esperando y yo pensaba que era el peor momento de mi vida¡±. A los 18 minutos recibieron la se?al y los gritos de alegr¨ªa inundaron el centro de control. Rosetta estaba viva y en ruta hacia el cometa.
Debido a la escasa gravedad del cometa, era importante que Philae no rebotara al tocar el suelo, ya que podr¨ªa salir disparado de vuelta al espacio
Una vez en ¨®rbita, Rosetta lanz¨® su m¨®dulo de aterrizaje, Philae, un objeto del tama?o de una lavadora. Debido a la escasa gravedad del cometa, era importante que Philae no rebotara al tocar el suelo, ya que podr¨ªa salir disparado de vuelta al espacio. Cuatro sistemas estaban dise?ados para agarrar la nave en el momento preciso, pero s¨®lo dos funcionaron y s¨®lo en parte. Uno de ellos, por ejemplo, el propulsor de nitr¨®geno, deb¨ªa activarse al romperse un sello de cera. Pero despu¨¦s del viaje a trav¨¦s del espacio, la cera estaba dura como una roca. ¡°El espacio es un medio muy extra?o. Pensamos que la cera estar¨ªa bien, pero nadie antes hab¨ªa puesto un bote de cera durante diez a?os en el espacio para ver qu¨¦ pasaba¡±, explica Holmes.
Philae no deb¨ªa rebotar y rebot¨® varias veces, pero justo un poco m¨¢s lento que la velocidad de escape, por lo que pudo volver a la superficie del cometa. ¡°Cuando recibimos confirmaci¨®n del aterrizaje, la gente en la sala se volvi¨® loca¡±.
A pesar de los imprevistos, la misi¨®n Rosetta fue un ¨¦xito, no s¨®lo por el hito tecnol¨®gico que supuso posar una sonda sobre un cometa, sino tambi¨¦n por sus descubrimientos cient¨ªficos.
La misi¨®n Rosetta tambi¨¦n ha proporcionado informaci¨®n clave sobre la formaci¨®n del sistema solar
El cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko tiene una composici¨®n qu¨ªmica muy especial, que incluye algunos de los ingredientes necesarios para la vida, como el amino¨¢cido glicina, que normalmente se encuentra en las prote¨ªnas, y f¨®sforo, un componente clave del ADN y la membrana de las c¨¦lulas. Hoy los indicios de que los cometas pudieron traer a la Tierra los ingredientes necesarios para la vida cobran m¨¢s fuerza.
La misi¨®n Rosetta tambi¨¦n ha proporcionado informaci¨®n clave sobre la formaci¨®n del Sistema Solar. Ahora sabemos que los cometas llevan dando vueltas desde aquel lejano amanecer. Tambi¨¦n hemos aprendido que 67/P est¨¢ formado por dos cuerpos distintos, de ah¨ª su peculiar forma de patito de goma. En alg¨²n momento se fusionaron para formar un solo elemento. El equipo descubri¨® grietas en el ¡°cuello¡± del cometa que indican que en el futuro volver¨¢n a separarse, siguiendo cada uno su propia trayectoria.
Cuando esto ocurra, Rosetta ya no podr¨¢ contarlo. El veh¨ªculo espacial se posar¨¢ contra la superficie del cometa, tras haber superado todos los obst¨¢culos y tras haber estado a punto, pero solo a punto, de convertirse en polvo c¨®smico antes de alcanzar su destino. Misi¨®n cumplida.
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