Tres requisitos para el desarrollo que nada tienen que ver con la ayuda
El paradigma donante y receptor ha quedado obsoleto. Adem¨¢s del acceso a alimentos, la salud o la educaci¨®n, otras medidas menos evidentes son necesarias
¡°Que todo el mundo cuente¡±. ¡°Tenemos que comunicar la agenda de Objetivos de Desarrollo Sostenible¡±. ¡°Hay que impulsar y afianzar las alianzas p¨²blico-privadas¡±. Estos son algunos de los mensajes que insistentemente repiten los mandatarios con responsabilidades asociadas al desarrollo humano. En la ONU, son la m¨²sica ambiente. Pero, ?qu¨¦ quieren decir? ?Son solo proclamas vac¨ªas de contenido? Tres altos cargos de diferentes instituciones del organismo internacional explican con m¨¢s detalle el significado.
Los datos: que todo el mundo exista
Lo dice la Convenci¨®n de los derechos del ni?o en su art¨ªculo siete. ¡°El ni?o ser¨¢ inscrito inmediatamente despu¨¦s de su nacimiento y tendr¨¢ derecho desde que nace a un nombre, a adquirir una nacionalidad y, en la medida de lo posible, a conocer a sus padres y a ser cuidado por ellos¡±. Pero millones de personas, entre ellas 230 millones de peque?os, seg¨²n estimaciones de Unicef, no han visto cumplido tal derecho. No todo el mundo existe, al menos legalmente. ?Qu¨¦ implicaciones tiene?
Los ni?os que no existen
A unos 20 pasos del paritorio del Hospital Regional Docente Doctor Alejandro Cabral, en San Juan de la Maguana ¡ªen el oeste de la Rep¨²blica Dominicana¡ª, hay una oficina censal donde te¨®ricamente se deben inscribir todos los reci¨¦n nacidos para adquirir su c¨¦dula de identidad. Es un tr¨¢mite aparentemente sencillo que no dura m¨¢s de cinco o diez minutos. Pero el 60% de los beb¨¦s abandonan este recinto sin ser registrados. Y una vez que salen por sus puertas, no siempre vuelven a entrar a completar la burocracia. Uno de cada cinco ni?os del pa¨ªs caribe?o no existe. Su nombre no figura en ning¨²n lado, el servicio de salud no los reconoce ¡ªaunque les atiende¡ª y el Estado tampoco los puede reclamar a sus padres si no van a la escuela, porque en ning¨²n lugar est¨¢n inscritos; el colegio les admite, pero no pueden graduarse porque oficialmente nunca nacieron. Seguir leyendo.
Olav Kj?rven, director de la divisi¨®n de alianzas p¨²blicas en Unicef
¡°Se sabe que son muchos millones, pero no exactamente cu¨¢ntos. Porque son invisibles. Son los ni?os sin registrar, sin un documento de identidad, sin ning¨²n reconocimiento de su existencia. Para Unicef es una prioridad que todos los ni?os cuenten. Si no lo hacen, no tienen derechos. No van a la escuela, nadie les da de comer si su familia no puede alimentarlos, ning¨²n m¨¦dico les cura si enferman, y nunca acceder¨¢n a un trabajo formal en el futuro. Y, adem¨¢s, nada de eso aparecer¨¢ en ninguna estad¨ªstica.
Tenemos razones para preocuparnos de que algunos pa¨ªses pueden tener inter¨¦s en mantener a grupos de vulnerables debajo de la alfombra. Pero esperamos que no pase en la mayor¨ªa de los casos. De hecho, la falta de identidad legal es uno de los retos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, para que las personas sean contadas, parte de la sociedad. Es prioritario porque si no existes legalmente, ?c¨®mo puedes acceder al sistema de protecci¨®n?
Y los pa¨ªses se comprometieron a cumplir los ODS, as¨ª que tenemos mucho trabajo que hacer. Mientras tanto, tenemos que medir los progresos de todos los objetivos teniendo en cuenta que hay gente en la sombra¡±.
Aliarse hasta con el 'diablo'
Las empresas crean puestos de trabajo, y si las personas tienen un empleo decente y con una remuneraci¨®n justa es menos probable que caigan en situaci¨®n de precariedad y vulnerabilidad. La l¨®gica del papel y responsabilidad de las empresas en la lucha contra la pobreza es sencilla. Pero su rol puede ir m¨¢s all¨¢.
Madgy Mart¨ªnez-Solim¨¢n, administrador adjunto y director de la oficina pol¨ªtica y de apoyo a las Operaciones del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo
?Pueden las empresas contribuir a los ODS?
"Reconocemos el papel que desempe?an los diversos integrantes del sector privado, desde las microempresas y las cooperativas hasta las multinacionales, y la funci¨®n de las organizaciones de la sociedad civil y las organizaciones filantr¨®picas en la implementaci¨®n de la nueva Agenda (¡) Exhortamos a todas las empresas a que aprovechen su creatividad e innovaci¨®n para resolver los problemas relacionados con el desarrollo sostenible. (¡)". Seguir leyendo.?
¡°El sector del seguro se ha acercado a la ONU y hace no mucho se public¨® un trabajo sobre c¨®mo pueden trabajar la compa?¨ªas aseguradoras conjuntamente con los Gobiernos para asegurar el desarrollo. Por ejemplo, asegurando la producci¨®n agraria o las viviendas en caso de desastre natural. Para ellos puede ser un negocio. Las empresas est¨¢n interesadas en la conversaci¨®n sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible porque mejor desarrollo quiere decir mejor mercado y m¨¢s beneficios. Las empresas no han recibido la agenda con hostilidad, aunque obviamente no son amantes de los impuestos y cuando se habla de gravar la actividad comercial, muestran un poco de precauci¨®n o atenci¨®n, pero al final entienden que el tiempo que pueden hacer negocios en un pa¨ªs sin pagar impuestos tiene que ser limitado.
Adem¨¢s, en los ¨²ltimos a?os ha habido un cambio importante respecto a las empresas. Hoy, la reputaci¨®n internacional es parte del ¨¦xito de una empresa¡±.
La comunicaci¨®n del propio desarrollo
Las campa?as de publicidad para recaudar fondos, sobre proyectos de las ONG, las instituciones de cooperaci¨®n o las agencias de la ONU no resuelven las causas del hambre, ni aseguran que todos los ni?os vayan a la escuela y todas las embarazas tenga acceso a cuidados prenatales. Por mucho y muy bien que sensibilicen. Pero en lo que respecta a los Objetivos de Desarrollo, la comunicaci¨®n es vital en tanto que una sociedad civil informada sobre lo comprometido en la agenda reivindicar¨¢ m¨¢s y mejor a sus Gobiernos que tomen las medidas necesarias para conseguirlo. Desde la creaci¨®n de sistemas p¨²blicos de salud universales, hasta la igualdad de g¨¦nero en los centros de poder.
David Nabarro, asesor del secretario general de la ONU para la Agenda 2030
¡°En septiembre 2015, 193 l¨ªderes del mundo se pusieron de acuerdo en un plan de futuro, sobre c¨®mo la gente deber¨ªa vivir y c¨®mo cuidar el planeta para lograr la prosperidad que nos lleva a la felicidad. El plan est¨¢ basado en la evidencia y refleja los datos recabados en una enorme consulta a la sociedad. Y es, en definitiva, un manifiesto para los l¨ªderes. Nunca hemos tenido algo parecido.
La cooperaci¨®n espa?ola desde el terreno
Qu¨¦ legado deja en el mundo la ayuda oficial al desarrollo espa?ola? ?D¨®nde va a parar el dinero p¨²blico aportado por los ciudadanos? En busca de respuesta, emprendemos viaje tras los proyectos de cooperaci¨®n por seis lugares del planeta. Seguir leyendo.
En mi opini¨®n, uno de los grandes retos es conseguir que m¨¢s gente en el mundo sepa qu¨¦ son los ODS. Para que puedan contribuir junto a sus parlamentos y gobiernos a conseguir los objetivos¡±.
En cuanto al gran n¨²mero de objetivos, metas e indicadores, lo que dificulta a priori una comunicaci¨®n sencilla, Nabarro dice: ¡°Creo que el mundo es complicado, la vida de la gente es complicada y es importante que ayudemos a todo el mundo a comprender que los Objetivos cubren todos los aspectos de la vida. Pero, en principio, el mensaje es simple. Se trata de decir: tenemos un plan para el futuro y no hay otro. Es sobre la gente, el planeta, la paz y los acuerdos que se deben tomar.
Necesitamos ese mensaje general, y en el marco del mismo podremos hablar de los Objetivos y, dentro de ellos, profundizaremos en los indicadores y sus conexiones: clima, paz, consumo, salud. Cuantos m¨¢s estudios realizamos, m¨¢s evidencia tenemos de que estas cuestiones est¨¢n conectadas. Y el proceso es gradual desde la sensibilizaci¨®n a la acci¨®n, hasta la transformaci¨®n¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.