La movilidad sostenible del futuro en las ciudades latinoamericanas
M¨¢s all¨¢ de la apuesta por los coches el¨¦ctricos, las ciudades necesitan invertir m¨¢s en sus redes de transporte p¨²blico
El autom¨®vil el¨¦ctrico es a menudo mencionado como la locomoci¨®n del futuro. Sin embargo, el desarrollo sostenible de las ciudades de Am¨¦rica Latina y el Caribe no solo pasa por lograr un parque m¨®vil con menores emisiones de gases de efecto invernadero. Una movilidad m¨¢s sostenible requerir¨¢ que repensemos nuestra planificaci¨®n urbana, con ciudades m¨¢s densas y con zonas de uso mixto en las que no sea necesario utilizar el coche, y apostando por una combinaci¨®n de transporte p¨²blico, extensas redes de carriles-bici y espacios que nos permitan volver al m¨¢s antiguo sistema de desplazamiento humano: caminar.
No es cuesti¨®n de dejar de lado las ventajas del auto el¨¦ctrico frente a los impulsados por gasolina. Es cierto que en zonas en las que la matriz energ¨¦tica es limpia y se alimenta en gran parte de fuentes de energ¨ªa renovable, cargar estos veh¨ªculos implicar¨¢ menores emisiones de gases de efecto invernadero. Pero es importante recordar que, en pa¨ªses donde la energ¨ªa sigue proviniendo fundamentalmente de la quema de hidrocarburos como Argentina, M¨¦xico o Bolivia, los veh¨ªculos el¨¦ctricos podr¨ªan ser menos limpios de lo que podr¨ªa parecer a primera vista.
Los detractores de estos coches tambi¨¦n esgrimen en su contra otros aspectos como sus (todav¨ªa) altos costos de compra, la posibilidad de que empeoren la congesti¨®n de tr¨¢nsito, o el hecho de que sus bater¨ªas a¨²n sean poco aptas para el reciclado. Sin embargo, a medida que aumente la renta disponible de las familias latinoamericanas, y tal como se est¨¢ viendo en pa¨ªses en r¨¢pido desarrollo como India o China, es de esperar que el parque m¨®vil crezca en el futuro, por lo que no podemos dejar de lado a estos veh¨ªculos como una importante alternativa para las ciudades latinoamericanas en los pr¨®ximos 20 o 30 a?os.
Otras innovaciones que ya estamos viendo en Estados Unidos y muchos pa¨ªses de Europa tambi¨¦n podr¨ªan traer grandes oportunidades a las urbes latinas, como los autos de propiedad compartida o los servicios que prestan compa?¨ªas como Uber, Lyft, BlaBlaCar y otros, que cada vez m¨¢s (y sobre todo entre las generaciones m¨¢s j¨®venes) hacen que muchos ciudadanos se replanteen la necesidad de contar con un veh¨ªculo propio, una nueva realidad que podr¨ªa ayudar a disminuir la cantidad de autos que circular¨¢n por nuestras calles en un futuro no muy lejano.
Los autobuses o los trenes el¨¦ctricos son sistemas eficientes que contribuyen a mejorar la calidad de vida en las ciudades al reducir la desigualdad de ingresos
Lo que est¨¢ claro es que, m¨¢s all¨¢ de la discusi¨®n sobre los veh¨ªculos del futuro, nuestras ciudades necesitan invertir m¨¢s en fortalecer sus redes de transporte p¨²blico. Los autobuses, los buses de tr¨¢nsito r¨¢pido o los trenes el¨¦ctricos son sistemas eficientes que contribuyen a mejorar la calidad de vida en las ciudades al reducir la desigualdad de ingresos, promover la equidad de g¨¦nero, generar empleo, reducir las emisiones de carbono y facilitar el acceso a centros de educaci¨®n y salud y a lugares de esparcimiento para todos los ciudadanos, independientemente de su nivel de renta. De hecho, son los sectores m¨¢s postergados, que precisamente suelen habitar en zonas perif¨¦ricas, los que se ven m¨¢s afectados por la falta de un transporte r¨¢pido, seguro y econ¨®mico para viajar a sus lugares de trabajo o para acudir a un hospital en caso de emergencia.
Una de las lecciones en movilidad sostenible que Am¨¦rica Latina puede exportar al resto del mundo es precisamente sus sistemas de buses de transporte r¨¢pido. En Bogot¨¢, el sistema TransMilenio, implementado en el a?o 2000, cuenta actualmente con una red de 87 kil¨®metros, 115 estaciones y m¨¢s de 1.000 buses articulados que se desplazan por carriles de circulaci¨®n exclusivos. TransMilenio fue el primer proyecto en obtener cr¨¦ditos del Mecanismo de Desarrollo Limpio de la ONU y en 2012, ¨²ltimo a?o del que se disponen datos sobre emisiones, el sistema ayud¨® a reducir 82.000 toneladas equivalentes de di¨®xido de carbono.
En Ciudad de M¨¦xico, el primer corredor de buses de transporte r¨¢pido, conocido como Metrob¨²s, comenz¨® a operar en 2005 con un centenar de veh¨ªculos articulados. Para 2013 logr¨® reducir en 22.000 la cantidad de viajes en auto en la ciudad, lo que significa que el 6% de los usuarios de Metrob¨²s utilizaban antes sus autom¨®viles particulares.
El dise?o urbano que favorece a los peatones, combinado con la promoci¨®n del uso de bicicletas, tambi¨¦n ha dado resultados satisfactorios en la reducci¨®n de emisiones
En Brasil, Curitiba logr¨® reducir sustancialmente la congesti¨®n en el centro de la ciudad, a pesar del r¨¢pido crecimiento urbano, mediante la adopci¨®n del sistema de buses de transporte r¨¢pido.
El uso de nuevas tecnolog¨ªas tambi¨¦n aport¨® beneficios en materia de transporte sostenible en las ciudades de la regi¨®n. Pruebas realizadas en 2012 por la Fundaci¨®n Clinton, con apoyo del BID, utilizando buses h¨ªbridos de 80 pasajeros en varias ciudades latinoamericanas demostraron que estos veh¨ªculos pueden reducir sus emisiones en hasta un 35% respecto de unidades con motores di¨¦sel. Si bien los buses h¨ªbridos y el¨¦ctricos son m¨¢s caros que los tradicionales, una evaluaci¨®n de costos durante su ciclo de vida muestra que, a largo plazo, representan un ahorro para las ciudades que los adoptan.
Por otro lado, el dise?o urbano que favorece a los peatones, combinado con la promoci¨®n del uso de bicicletas, tambi¨¦n ha dado resultados satisfactorios. En la regi¨®n existen experiencias exitosas de incorporaci¨®n de bicicletas en ciudades como Bogot¨¢, que ha tendido una red de 380 kil¨®metros de bicisendas, o Ciudad de M¨¦xico, cuyo programa Ecobici cuenta con m¨¢s de 2.000 unidades de uso p¨²blico, 150 estaciones y 35.000 usuarios.
El futuro del transporte en las ciudades latinoamericanas y caribe?as podr¨ªa y deber¨ªa ser mucho m¨¢s sostenible en el futuro y deber¨ªa ir de la mano de un nuevo modelo de desarrollo urbano. Pero, sin lugar a dudas, todo depender¨¢ de las decisiones que tomemos hoy.
N¨¦stor Roa es jefe de la Divisi¨®n de Transporte del Banco Interamericano de Desarrollo.?
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