Par¨ªs evita los riesgos
Louis Vuitton y Miu Miu apuestan por colecciones comerciales en la ¨²ltima jornada de la semana de la moda de la capital gala
Las cifras hablan y las pasarelas responden. Tras los atentados terroristas del pasado noviembre, las ventas en la industria de la moda han ca¨ªdo un 1,5% en Francia, seg¨²n un estudio presentado el martes por la C¨¢mara Sindical de la Costura, la entidad que representa a la industria del lujo franc¨¦s. En Par¨ªs muestran sus trabajos marcas internacionales que compiten a nivel global y por lo tanto no dependen solo del mercado local, como record¨® Ralph Toledano, presidente de esta instituci¨®n. Pero, ya sea fruto de este escenario econ¨®micamente adverso o de una casualidad c¨®smica, los desfiles de primavera-verano que concluyeron este mi¨¦rcoles resultaron mucho m¨¢s comerciales que arriesgados: desde el de C¨¨line al de Givenchy, pasando por el de Miu Miu y Louis Vuitton, que se celebr¨® en la Place Vend?me.
Nicolas Ghesqui¨¨re considera esta plaza el coraz¨®n del chic franc¨¦s y como un gui?o hacia ella decidi¨® estampar en varias camisetas de su nueva y oto?al colecci¨®n la imagen de un fauno de piedra que corona la esquina donde tuvo lugar la presentaci¨®n. Bajo la atenta mirada de la g¨¢rgola, mostr¨® un trabajo menos complicado que hace seis meses y con la geometr¨ªa de las prendas como hilo conductor. Arranc¨® con una serie de t¨²nicas fluidas donde los cinturones el¨¢sticos dejaban al descubierto solo un lado de la cintura, despu¨¦s llegaron los leggins de encaje y los trajes de chaqueta con silueta capa en los que algunas piezas ¨Csolapas, cinturillas- abandonaban su ubicaci¨®n natural para aparecer en lugares inesperados. Bajo los guardapolvos de cuadros pr¨ªncipe de Gales surg¨ªan camisetas ce?idas de cuero. Un material que el dise?ador explot¨® en la segunda parte del desfile dotada de cierta intenci¨®n rockera pero sin resultar desafiante: cazadoras perfecto, minifaldas fruncidas en un lateral y un vestido palabra de honor con bustiers. Como cierre, el franc¨¦s propuso vestidos en tul transparente a trav¨¦s de los que se percib¨ªan las hombreras negras y en los que dos rombos cubr¨ªan los pechos de las modelos. Para el buque insignia del grupo LVMH -el mayor conglomerado de empresas de lujo del mundo- el ¨²nico calzado que necesita una mujer la pr¨®xima primavera-verano son una botas bicolores de media ca?a.
Miuccia Prada volvi¨® a las esencias en su desfile parisino para Miu Miu -su segunda firma- igual que hace una semana lo hizo en Prada. Quiz¨¢s la ca¨ªda de un 14,8% en sus ingresos durante la primera mitad del 2016 tenga algo que ver con la decisi¨®n de rescatar un discurso creativo de ¨¦xito probado. Sobre la pasarela, la italiana jug¨® a reinterpretar los vestidos de ni?a de los a?os sesenta, esa d¨¦cada que tan bien domina. Los culottes abombachados asomaban por debajo de candorosas minifaldas y levantaban la parte posterior de faldas tableadas. Acompa?ando a ambas, camisas de nido de abeja y abrigos de corte colegial. Los vestidos camiseros que recordaban al atuendo de una enfermera iban evolucionando hacia piezas m¨¢s fluidas y rematadas a la cintura con largas lazadas.
Entre unos y otros, trajes masculinos de pata de elefante.
En la parte de ba?o, Prada no renunci¨® al sentido del humor y propuso, adem¨¢s de bikinis de est¨¦tica a?os cincuenta, unos alegres albornoces en estampados geom¨¦tricos verdes, naranjas y marrones, seguidos de un traje de chaqueta y una falda en tejido de toalla.
Todas las modelos iban ataviadas con gorros de ba?o floreados. En sus pies, las chanclas planas de goma contrastaban con alt¨ªsimos zapatos de tac¨®n en raso y plataformas con forma de arrecife. La paleta de colores siempre es uno de los fuertes de las colecciones de Miu Miu y en esta ocasi¨®n Prada recurri¨® a los que protagonizan el perfume de la firma: rojo puro, azul cobalto y blanco. Una elecci¨®n tan corporativa como seductora. En definitiva, un trabajo alegre y perfectamente trasladable de la pasarela a la calle sin necesidad de adaptaciones.
Moncler Gamme Rouge, una firma famosa por sus plum¨ªferos, plante¨® su propuesta para la primavera-verano como un homenaje a Francia. Un ej¨¦rcito de modelos convertidas en gendarmes y uniformadas con chaquetones a rayas azules, plateadas y rojas (una suerte de reinterpretaci¨®n de la bandera gala) cerraron el desfilen y salpicaron una presentaci¨®n en la que no faltaron las piezas acolchadas, que constituyen el grueso de las ventas de la marca. Las maniqu¨ªes llevaban unos arneses, tambi¨¦n con los colores de la bandera, de los que primero colgaban abrigos y despu¨¦s capas bordadas en cristales, a juego con una serie final de vestidos femeninos y m¨¢s elaborados, que romp¨ªan con la est¨¦tica deportiva que define a Moncler.
Cuerpos reales
Por fin se vieron sobre una pasarela cuerpos reales, imperfectos, bellos. Mujeres con jugosas caderas, con grandes pechos y tambi¨¦n diminutos. Incluso un joven con un brazo amputado. Todos al desnudo. Mostrados como obras de arte entre las esculturas de la Ciudad de la arquitectura y el patrimonio de Par¨ªs. Pero solo se trataba del atrezzo. Al sonar la m¨²sica, las modelos que mostraron la colecci¨®n de Kenzo el pasado martes eran tan magras como las del resto de los desfiles de la semana de la moda de Par¨ªs.
Humberto Leon y Carol Lim se inspiraron en dos referentes conectados entre s¨ª para la pr¨®xima primavera. El primero, la colecci¨®n que Kenzo Takada -fundador de la firma que ahora dirigen- present¨® en 1977 en Studio 54, con Jerry Hall como maniqu¨ª y Grace Jones cantando en directo. De este show rescatan los monos de corte ochentero, pantalones de PVC y las mangas de charol.
El segundo, el pintor y escultor espa?ol Antonio L¨®pez, que document¨® una etapa de la noche parisina en la que Takada fue fundamental. El resultado son una serie de chubasqueros reconvertidos en voluminosos vestidos y blusas; camisetas ilustradas con polaroids, cazadoras vaqueras abiertas en campana; camisas con las mangas en forma de estrella y piezas cubiertas por lentejuelas XL.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.