Otros d¨ªas
Sent¨ª que cuanto me rodeaba se desvanec¨ªa, las trifulcas de los partidos, la voracidad de los nacionalistas, las quejas de los contribuyentes
Ha sido una semana abundante en evocaciones de episodios de mi vida. El mi¨¦rcoles repusieron en La 2 Siete d¨ªas de enero, de J.?A.?Bardem, una pel¨ªcula sobre los asesinatos de Atocha de 1977. ?C¨®mo la ver¨¢n hoy (si la ven) los j¨®venes pol¨ªticos y antipol¨ªticos que mandan o se desmandan? Me refiero a lo que cuenta, no a c¨®mo lo cuenta: a falta de otras virtudes ¡ªque las hay¡ª es sin duda un documento fidedigno. ?Con indiferencia? ?Con extra?eza? ?Con piedad? ?O con lejana veneraci¨®n? Yo la volv¨ª a ver como si fuese el v¨ªdeo de las vacaciones del pasado verano. Sent¨ª que cuanto me rodeaba se desvanec¨ªa, las trifulcas de los partidos, la voracidad de los nacionalistas, las quejas de los contribuyentes ¡ª¡°?estamos peor que nunca!¡±¡ª y el asombroso smartphoneque chirriaba avisando la llegada de otro mensaje. Volv¨ª a la realidad, a lo que para m¨ª sigue siendo m¨¢s real, aquella ¨¦poca hist¨®ricamente plomiza y estrecha, aunque vivida con toda la truculencia sensual de la inopia juvenil. ?La malvada Transici¨®n, de la que por milagro no sobrevivi¨® la conjura de los asesinos sino que naci¨® la d¨¦bil pero ya indispensable democracia! Aunque vaya usted a cont¨¢rselo ahora a... en fin, cosas de viejos.
Y hace dos d¨ªas se cumpli¨® el centenario de Rafael Calvo Serer, que fue profesor m¨ªo en la Facultad de Filosof¨ªa. La verdad es que no nos trat¨¢bamos mucho, porque ¨¦l sol¨ªa faltar a clase por culpa de sus conspiraciones y yo a¨²n m¨¢s por el barullo de las m¨ªas. Pero mostraba cierto inter¨¦s por m¨ª. En enero del 69, tras el asesinato de Enrique Ruano y las manifestaciones de protesta, me lo cruc¨¦ al salir del aula: ¡°Oiga, Savater, esta noche mejor no duerma en casa¡±. Dorm¨ª en casa, pero solo hasta las dos de la madrugada. Entonces, llamaron a la puerta...
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