Tres d¨®lares para acabar con la pobreza

La inequidad genera pobreza y la pobreza genera inequidad. ?C¨®mo romper esa espiral de miseria que amenaza a decenas de miles de ni?os en Am¨¦rica Central? Alimentar su cerebro, es, probablemente, una de las medidas m¨¢s eficaces para garantizar el desarrollo integral de los ni?os y ni?as. Durante los primeros a?os de vida el cerebro del ni?o vive un intenso proceso de formaci¨®n y maduraci¨®n que requiere de ox¨ªgeno y nutrientes esenciales. Una alimentaci¨®n pobre en nutrientes como el hierro, el ¨¢cido f¨®lico, la vitamina C y la vitamina A se traduce, entre otras patolog¨ªas, en anemia. La anemia es una insuficiente presencia de gl¨®bulos rojos o de hemoglobina en la sangre. Estos elementos son los encargados de transportar el ox¨ªgeno en la sangre. Si la cantidad de gl¨®bulos rojos o hemoglobina en la sangre del ni?o no es suficiente, el cerebro no recibe todo el ox¨ªgeno que deber¨ªa y, por tanto, su formaci¨®n y desarrollo se ven comprometidos. Es decir, este ni?o tendr¨¢ menor capacidad intelectual, menor capacidad de trabajo y menor habilidad para romper la espiral de pobreza y subdesarrollo de su comunidad. Por lo tanto, ser¨¢ un ni?o con mayor probabilidad de ser pobre.

En el a?o 2011, el 73,6% de los ni?os entre seis y 23 meses que viv¨ªan en las poblaciones m¨¢s pobres de Panam¨¢ sufr¨ªan anemia; en Guatemala esta cifra era del 68,8%; en Nicaragua del 53,9%; en El Salvador del 46,5%; en la regi¨®n de Chiapas, M¨¦xico, del 39,4% y en Honduras del 35,3%. Todos esos ni?os tendr¨ªan un desarrollo limitado debido a deficiencias nutricionales. En el 2009, se estim¨® que al menos 2,5 millones de ni?os menores de cinco a?os en Am¨¦rica Central est¨¢n en riesgo de tener limitada su capacidad intelectual...

Dada la gravedad del problema y la importancia del desarrollo del potencial intelectual de los ni?os de Am¨¦rica Central para el desarrollo de la regi¨®n, en el 2011 la Iniciativa Salud Mesoam¨¦rica se puso en marcha con el objetivo de mejorar la salud infantil en la regi¨®n centroamericana. Una de sus principales retos es trabajar junto con los Gobiernos para reducir la anemia y contribuir as¨ª al desarrollo intelectual de los ni?os m¨¢s pobres.

En los ¨²ltimos 5 a?os, los pa¨ªses de la regi¨®n se han acogido a un programa, destinado a distribuir entre las familias que habitan en el 20% m¨¢s pobre de su poblaci¨®n, unos peque?os sobres llamados Chispitas. Estos sobres contienen vitaminas y minerales que se a?aden diariamente a la comida habitual de los ni?os menores de dos a?os. A partir de los seis meses de edad, los ni?os reciben un total de 180 sobres que tienen un coste total de tres d¨®lares. Esta estrategia ha demostrado no solo ser barata sino que pretende reducir la anemia en los ni?os.

El Gobierno de El Salvador, con el apoyo de la Iniciativa Salud Mesoam¨¦rica, ha invertido, desde julio de 2015, 150.000 d¨®lares en implementar las Chispitas (tambi¨¦n conocidas como Prodipitas) para prevenir la anemia en 27.000 ni?os menores de dos a?os que habitan en las ¨¢reas m¨¢s pobres del pa¨ªs. Desde julio 2012 al a?o 2014, la inversi¨®n de este pa¨ªs en este producto ascendi¨® a 171.778 d¨®lares. El compromiso es reducir la tasa de anemia del 46% al 36,5% para el final del pr¨®ximo a?o. En Honduras, por su parte, la inversi¨®n desde mayo de 2016, es de 110.000 d¨®lares destinados a la compra de micronutrientes para 33.271 ni?os.

Sin embargo, la implementaci¨®n de esta iniciativa no resulta sencilla; hay desaf¨ªos de compra, distribuci¨®n, desarrollo de capacidades de trabajadores de salud para su prescripci¨®n y distribuci¨®n. Dicho esto, el principal reto estriba en que los ni?os que las necesitan la tomen en forma consistente. La falta de informaci¨®n y de conocimiento por parte de los progenitores, la no identificaci¨®n de la anemia como un problema grave, temas culturales y factores de cambio de comportamiento y falta de tiempo son algunos de los motivos que impiden a¨²n que los padres y cuidadores puedan asegurarse de que sus hijos consumen su sobre de manera regular. Un estudio reciente en Honduras demuestra que solo el 34,5% de las madres que recib¨ªan los sobres de micronutrientes recordaba haber dado a sus hijos las dosis adecuadas en los ¨²ltimos seis meses. En El Salvador esta cifra se encuentra en un 15%.

Los gobiernos de la regi¨®n est¨¢n trabajando duro para mejorar estas cifras. Por eso, adem¨¢s de lo que corresponde hacer a los servicios de salud, se est¨¢n implementando intensas campa?as de educaci¨®n, sensibilizaci¨®n, acompa?amiento y comunicaci¨®n destinadas a concienciar a la poblaci¨®n ¨Cespecialmente los que tiene m¨¢s problemas de acceso a los servicios- acerca de la importancia de nutrir de manera correcta a sus ni?os peque?os. Saber transmitir y explicar de manera eficaz la relaci¨®n entre la nutrici¨®n correcta y el desarrollo intelectual y social del ni?o es uno de los principales retos que afrontan los programas de desarrollo para lograr completar el ciclo entre la disponibilidad de nutrientes y su uso y as¨ª lograr que los ni?os que viven en zonas vulnerables puedan crecer y desarrollar su m¨¢ximo potencial

Mar¨ªa Deni S¨¢nchez y Hugo Danilo Godoy son especialistas de Salud del Banco Interamericano de Desarrollo en El Salvador y Honduras