Pan, demi, intersexuales... ?C¨®mo hablar de sexo con adolescentes que saben m¨¢s que sus padres?
La normalizacion de las identidades sexuales no convencionales deja a los padres fuera de juego. Un dato tranquilizador: la actitud es m¨¢s importante que el conocimiento
La vigencia de la afirmaci¨®n ¡°he nacido hombre, as¨ª que me siento hombre¡±, se ha diluido. Hoy, su lugar lo ocupa un novedoso esquema sobre las identidades y orientaciones sexuales. Unos patrones de comportamiento asumidos y compartidos por la mayor¨ªa de los adolescentes actuales y, al mismo tiempo, objeto de turbaci¨®n para muchos de sus progenitores. Hemos pasado a un mundo en el que las alternativas son tan numerosas que existe una opci¨®n ad hoc para cada persona. Y si no, se crea.
¡°Pap¨¢, mam¨¢: soy queer¡±
Queer, no binario, pansexual, demisexual, asexual, intersexual... ?Conoce estos t¨¦rminos? Es posible que todos le resulten completamente ajenos. Sin embargo, podr¨ªa apostar sin riesgo a equivocarse que su hijo de 16 a?os no solo los conoce, sino que incluso completar¨ªa esta lista con alguna orientaci¨®n m¨¢s. No se extra?e si cualquier d¨ªa de estos su v¨¢stago adolescente le dice: ¡°Pap¨¢ soy queer¡±. En el caso de que esto ocurriera, ?sabe c¨®mo reaccionar¨ªa?
Los padres, o mejor dicho, la familia sigue siendo el contexto m¨¢s importante para el desarrollo de un adolescente. ¡°Por mucho que tengamos la imagen estereotipada de que a esas edades se huye de la familia, en realidad los adolescentes necesitan mucho de sus allegados m¨¢s cercanos para construirse como adultos¡±, sostiene Mar¨ªa Miranda, psic¨®loga y educadora del Centro Juvenil de Orientaci¨®n para la Salud, de la Liga Espa?ola de la Educaci¨®n (Fuenlabrada, Madrid). Este no muy conocido vocabulario puede suponer una abrupta brecha que separa generaciones. La clave para restablecer o mejorar la conexi¨®n entre padres e hijos est¨¢ en la comunicaci¨®n. Para esta educadora, ¡°no hay que preocuparse excesivamente de los conocimientos, ya que se trata m¨¢s de una cuesti¨®n de actitud. Es importante estar siempre dispuesto a dialogar, ponerse en el lugar de los hijos y saber pedir ayuda cuando no tenemos las herramientas necesarias para esta tarea¡±.
No trate de explicar algo que no conoce
La f¨®rmula para atajar el analfabetismo sexual entre los adultos es sencilla: informarse recurriendo a fuentes expertas. En este caso, buscamos consejo en la sex¨®loga y soci¨®loga Lydia Luque (Asociaci¨®n Sexol¨®gica Sexcuela, Madrid), quien define queer (vocablo ingl¨¦s que se puede traducir por raro o extra?o) como ¡°el que designa a aquellas personas que rechazan la clasificaci¨®n en categor¨ªas universales y fijas como hombre, mujer, heterosexual u homosexual¡±. Los queer, contin¨²a Luque, ¡°niegan que la identidad y la orientaci¨®n sexual vengan determinadas por la biolog¨ªa o la cultura y admiten que se pueda ser un hombre, sentirse mujer y tener atracci¨®n sexual hacia el mismo sexo¡±.
¡°Es importante estar siempre dispuesto a dialogar, ponerse en el lugar de los hijos y saber pedir ayuda cuando no tenemos las herramientas necesarias para esta tarea¡± (Mar¨ªa Miranda, psic¨®loga)
Es esta aparente sencillez del todo vale encierra una tremenda complejidad, ya que el abanico de posibilidades se abre 360?, y puede provocar un peque?o caos que requiera intervenci¨®n familiar. ¡°Muchos adolescentes experimentan un alto grado de confusi¨®n cuando tratan de averiguar a qu¨¦ grupo pertenecen. Es ah¨ª cuando aparecen las dificultades para definirse. Sin embargo, desde mi punto de vista, es muy sencillo, ya que todas las elecciones son correctas¡±, asegura la sex¨®loga.
Dese tiempo, pregunte y lea
Muchos padres detectan los primeros indicios de estas sexualidades no convencionales en la infancia o en los primeros a?os de la adolescencia. Cuando surgen las sospechas, ¡°lo primero que hay que hacer es no alarmarse¡±, aconseja Carme S¨¢nchez, psic¨®loga cl¨ªnica, sex¨®loga y codirectora del Institut de Sexolog¨ªa de Barcelona; ¡°a lo que debe seguir un periodo en el que los padres se informen con profesionales especializados¡±. A continuaci¨®n, es ¨²til darse un tiempo para asimilarlo y comentarlo y, finalmente, estar atentos pero sin agobiar, para que el hijo no se sienta observado¡±, a?ade S¨¢nchez.
Unos consejos con los que se crea un ambiente propicio para el entendimiento y la comunicaci¨®n: ¡°De manera sutil, los padres pueden ir incorporando en las charlas cotidianas mensajes de aceptaci¨®n de la diversidad y de confianza. La conversaci¨®n debe incorporar un intercambio entre c¨®mo se siente el ni?o o el adolescente y el modo en que los progenitores est¨¢n viviendo esta situaci¨®n, dejando expl¨ªcita la aceptaci¨®n sin fisuras de su g¨¦nero u orientaci¨®n sexual¡±. Para ayudarse en las explicaciones, la experta sugiere leer libros que aclaren conceptos de manera sencilla, como Dibujando el g¨¦nero, de Gerard Coll-Planas y Mar¨ªa Vidal (Editorial Egales).
Acepte que van muy por delante de usted
Siguiendo con la visi¨®n gran angular que la orientadora Mar¨ªa Miranda tiene del panorama actual de la sexualidad, Luque coincide: ¡°Existen tantas sexualidades como individuos. En la sociedad hay personas que se identifican con lo que los dem¨¢s esperan de ellas, y otras que ignoran esas expectativas y transgreden las normas sociales para poder vivir su sexualidad en funci¨®n de sus propios deseos¡±.
Precisamente, esta actitud abierta y valiente que avanza a contracorriente es la que Miranda atribuye a los adolescentes actuales en quienes observa una clara necesidad de ¡°ejercer su derecho a vivir del modo que les haga m¨¢s felices¡±. Tambi¨¦n el soci¨®logo Mois¨¦s Ruiz Gonz¨¢lez, profesor de Liderazgo y Habilidades Sociales de la Universidad Europea (Madrid), compara el modo en que los teenagers actuales viven la sexualidad respecto a c¨®mo lo hac¨ªan las generaciones anteriores. Y concluye: ¡°La actitud hoy es m¨¢s tolerante, fr¨ªvola y menos atada a cuestionamientos sociales¡±.
Esta circunstancia, unida al papel preponderante que Ruiz Gonz¨¢lez otorga a la mujer en el avance de la percepci¨®n social de los usos sexuales, da como resultado una generaci¨®n, la Z, (nacidos despu¨¦s de 1995), ¡°que se muestra mucho m¨¢s abierta que las anteriores a la flexibilidad sexual¡±, sostiene la psic¨®loga y sex¨®loga Nayara Malnero. Esta especialista no cree que ahora existan m¨¢s sexualidades que antes: ¡°?nicamente les hemos puesto nombre. Las personas necesitamos sentir que pertenecemos a un grupo. Pero pronto nos daremos cuenta de que no sirve para mucho decir que somos bisexual, pansexual, asexual... Somos lo que cada uno es: sexuado y diverso¡±.
Consejos para 'tocar el tema'
Nayara Malnero, psic¨®loga, sex¨®loga y autora del libro 'Sexperimentando' (Planeta), aconseja evitar el mensaje de que la sexualidad es peligrosa. Para conocer c¨®mo aconseja la experta acercarse al tema, descargue nuestra aplicaci¨®n gratuita.
En general, lo que parece claro es que nuestros adolescentes viven la sexualidad de un modo diferenciado respecto a sus padres y abuelos. Hasta aqu¨ª, nada que no haya ocurrido en cada traspaso generacional. Ahora bien, si nos detenemos a averiguar qu¨¦ es lo que ha hecho que la generaci¨®n Z sea la m¨¢s abierta de las ¨²ltimas d¨¦cadas, expertos como Ruiz Gonz¨¢lez destacan, entre otros factores, el papel de las series de televisi¨®n.
El soci¨®logo cree que ¡°su mensaje ha funcionado como impulsor de la aceptaci¨®n social de criterios sexuales que siempre han estado presentes en la sociedad, pero que el miedo imped¨ªa desarrollar en libertad¡±. Para este profesor, ¡°la forma de entender la sexualidad no ha cambiado mucho. Lo realmente novedoso es el cambio cultural que acepta estas realidades sexuales, que ha sido promovido y consolidado por la televisi¨®n y el cine, y posteriormente validado entre todos¡±.
No se enrede y aprenda su nuevo lenguaje
Alineada con Ruiz Gonz¨¢lez, Mar¨ªa Miranda que lleva una d¨¦cada asesorando a j¨®venes en educaci¨®n afectivo-sexual y socio-sanitaria, ha detectado c¨®mo ¡°la mayor¨ªa de los adolescentes llevan una especie de doble vida que, sin embargo, ellos visualizan como una sola y que sienten como algo inherente a lo que son. Me refiero a la vida real y la virtual¡±.
Dicho de otro modo: no distinguen entre las relaciones de carne y hueso y las que tienen lugar en las redes sociales o wasapeando. As¨ª lo explica la orientadora: ¡°Por mi experiencia en el centro puedo decir que resulta complicado hacer entender a los adolescentes que la comunicaci¨®n a trav¨¦s de aplicaciones de mensajer¨ªa es tan real y v¨¢lida como la que tiene lugar cara a cara. Por otro lado, tambi¨¦n es verdad que a los adultos nos cuesta comprender por qu¨¦ ellos necesitan exhibir su d¨ªa a d¨ªa en las redes sociales. Por esta raz¨®n, si queremos continuar nuestra labor formadora es crucial que los profesionales de la educaci¨®n seamos conscientes de que la comunicaci¨®n interpersonal ha cambiado radicalmente¡±.
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