?Acab¨® el peso de la corona con el rey de los ciervos?
'Megaloceros giganteus' es un icono de la extinci¨®n. Su pariente vivo m¨¢s cercano sigue honrando su cornamenta todos los oto?os en la ronca
En septiembre de 1940, Marcel Ravidat, un joven de dieciocho a?os, descubri¨® una de las cunas del arte. Marcel y tres amigos m¨¢s se adentraron en una cueva en la colina de Lascaux. Alumbraron la galer¨ªa con una antorcha y al alzar las cabezas quedaron at¨®nitos. Por primera vez, desde hac¨ªa m¨¢s de quince milenios, el grupo de adolescentes contempl¨® una de las mayores obras rupestres de la historia. Las pinturas paleol¨ªticas de la cueva de Lascaux son, sobre todo, representaciones de animales, muchos de los cu¨¢les se extinguieron hace tiempo, como el uro euroasi¨¢tico, el rinoceronte lanudo o la hiena de las cavernas. Pero posiblemente el animal pintado m¨¢s emblem¨¢tico sea el extinto Megaloceros.
El ciervo gigante o alce irland¨¦s no es ni un alce ni exclusivamente irland¨¦s. El gentilicio se debe a que se encuentran a menudo restos f¨®siles en las turberas y las zonas lacustres de la Isla Esmeralda, aunque tambi¨¦n habitaba en toda Europa, buena parte de Asia y en el norte de ?frica. La denominaci¨®n de alce es un desacierto arrastrado desde que el doctor sir Thomas Molyneux lo describi¨® cient¨ªficamente, por primera vez, en el 1697. En esa ¨¦poca la idea de la evoluci¨®n a¨²n no era popular, y muchos pensaron que se trataba del alce actual. Georges Cuvier fue el primero en desmentirlo. El cient¨ªfico franc¨¦s demostr¨® que Megaloceros giganteus era una especie diferente e imposible de encontrar con vida. Se convirti¨® en uno de los primeros animales reconocido como extinto. La confusi¨®n con el alce hab¨ªa sido provocada por su palmada y enorme cornamenta, pero el ciervo gigante, con m¨¢s de 3,5 metros de largo y 40 kilos de cuerna, no tiene rival. Es la m¨¢s grande que jam¨¢s haya existido. Fue sin duda el rey de los ciervos. Quiz¨¢, v¨ªctima de su grandeza, el peso de la corona acab¨® con su reinado.
Era una especie diferente e imposible de encontrar con vida. Se convirti¨® en uno de los primeros animales reconocido como extinto
Para Cuvier la formidable cornamenta se convirti¨® en el elemento clave de la extinci¨®n: un crecimiento desmesurado de las astas provoc¨® que los machos no levantasen la cabeza de nuevo. Su envergadura les impidi¨® moverse con agilidad por los frondosos bosques quedando atrapados entre ramas o cabizbajos en el suelo. Otras teor¨ªas apuntan que. con el aumento de la temperatura global, hace unos 10.000 a?os, y su consecuente cambio en la vegetaci¨®n, disminuy¨® el acceso a fuentes ricas en minerales, un requerimiento b¨¢sico para el desarrollo anual de la cuerna.
Sin embargo, otros cient¨ªficos creen que su extinci¨®n nada tiene que ver con su cornamenta. Pudiera ser que un aporte nutricional deficitario a causa del cambio clim¨¢tico afectase al ¨¦xito reproductivo de las hembras, y con una poblaci¨®n cada vez m¨¢s peque?a, al final, desapareciesen. El exterminio por la caza del hombre parece poco plausible, ya que los humanos ten¨ªan otras fuente de alimento m¨¢s asequibles. Uno de los estudios m¨¢s recientes se?ala que los Megaloceros se extinguieron durante la ¨²ltima edad de hielo debido a la alta competencia con el ciervo rojo y el reno en la Europa Central. En cualquier caso, gracias al an¨¢lisis de los huesos y dientes f¨®siles encontrados en la Siberia occidental y en la Isla de Man, sabemos que el enorme herb¨ªvoro sobrevivi¨® hasta hace aproximadamente 7000 a?os. Todo ello indica que probablemente la extinci¨®n de la especie fuese fragmentada, en espacios y tiempos distintos, m¨¢s all¨¢ de Irlanda y del ¨²ltimo per¨ªodo glacial. Los motivos de la extinci¨®n del alce irland¨¦s pudieran ser tantos como ramificaciones tiene su corona.
La formidable cornamenta se convirti¨® en el elemento clave de la extinci¨®n: un crecimiento desmesurado de las astas provoc¨® que los machos no levantasen la cabeza de nuevo
Solo hay un leg¨ªtimo heredero del ciervo gigante; el gamo. Dama dama es la versi¨®n reducida del Megaloceros giganteus. Mientras este pod¨ªa llegar a pesar hasta 700 kg, los machos de gamo pesan, como mucho, unos 150 kg. Y tienen una cuerna 5 veces m¨¢s peque?a. No obstante, en relaci¨®n con el cuerpo, la cornamenta del gamo no dista tanto de la del ciervo gigante. Adem¨¢s tiene la misma forma, primero es plana y luego se ramifica. De hecho, son parientes muy cercanos, y hay cosas que quedan en familia. Llevar la desmesurada corona es el orgullo de todo un linaje. A¨²n as¨ª, los machos no siempre cargan con el peso del poder. Cuando llega la primavera se les cae la cornamenta, y entre 3 y 4 meses ya la han regenerado de nuevo. Un rasgo exclusivo de los c¨¦rvidos, ¨²nico entre todos los mam¨ªferos y con una noble finalidad: ?Impresionar a las hembras! Para conquistarlas, algunas veces basta con presumir o roncar (un ruido gutural equivalente a la berrea del ciervo), pero en otras, la situaci¨®n se complica. Y, entonces, se encaran, se embisten y retumban las astas. A principios de oto?o, los machos deben mostrar quien es el m¨¢s fuerte para tomar el har¨¦n. Solo uno sale victorioso.
Oscar Cus¨® (@oscarcuso) es bi¨®logo, director y guionista de documentales de naturaleza, ciencia e historia. Ha trabajado en diferentes series y largometrajes para cadenas como la BBC, National Geographic o TVE.
Historias Naturales es una secci¨®n dedicada a las curiosidades cient¨ªficas de los seres vivos. Una serie de reportajes donde se narran las historias que rodean a la flora y la fauna, desde sus leyendas y lun¨¢ticas concepciones hasta los descubrimientos m¨¢s recientes. Un viaje del mito a la ciencia para descubrir las maravillas del mundo salvaje. El t¨ªtulo de la secci¨®n juega con el plural para convertir la Historia Natural - concepci¨®n cl¨¢sica de Biolog¨ªa - en cuentos, en relatos, en narraciones¡ en Historias Naturales.
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