Cultura para que las ciudades sean m¨¢s que hormig¨®n y acero
La Unesco presenta en Habitat III un informe que pone de relieve la cultura como elemento de cohesi¨®n en urbes cada vez m¨¢s diversas
Una de las metas que se ha marcado el mundo de aqu¨ª a 2030 es que las ciudades sean inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles. En Quito, miles de personas discuten esta semana c¨®mo lograrlo dentro de la gran conferencia sobre urbanizaci¨®n de la ONU (Habitat III). Se habla de movilidad, de viviendas, de arquitectura, de salud¡ y tambi¨¦n, aunque menos, de cultura. Pero tiene un papel crucial porque, sin ella, ¡°no existir¨ªan las ciudades como espacios de vida din¨¢micos; ser¨ªan tan solo construcciones de hormig¨®n y acero proclives a la fractura y a la degradaci¨®n social¡±.
El entrecomillado forma parte del primer informe mundial que se ha realizado para conocer el impacto de la cultura en el desarrollo sostenible de las ciudades, presentado por la Unesco en la conferencia. En urbes cada vez m¨¢s diversas, con gentes procedentes de lugares dispares con costumbres distintas, ¡°las actividades culturales pueden promover la inclusi¨®n social y el di¨¢logo entre comunidades¡±, asegura en el documento Irina Bokova, directora de la instituci¨®n.
Como explica Francesco Bandarin, arquitecto, urbanista y subdirector de Cultura de la Unesco, el informe ha documentado algo que ya sospechaban: ¡°El elemento cultural puede ser estrat¨¦gico para identidad, la cohesi¨®n social, el intercambio, la tolerancia, la lucha contra la violencia¡¡±. Para constatar lo que era una suposici¨®n, decenas de expertos han contribuido y se han recopilado m¨¢s de un centenar de estudios de casos concretos que detallan c¨®mo ayuda la cultura, incluso en situaciones conflictivas. Es el ejemplo de la ciudad de Samara (Irak), donde en 2006 se destruyeron sitios emblem¨¢ticos, como el templo de Al-Askari. ¡°Los esfuerzos de reconstrucci¨®n demostraron la capacidad de la cultura para restaurar la cohesi¨®n entre comunidades y mejorar las condiciones de vida, abriendo camino al di¨¢logo y la reconciliaci¨®n en la ciudad¡±, detalla el informe. Algo parecido sucedi¨® con la rehabilitaci¨®n de los antiguos mausoleos de Tombuct¨² (Mal¨ª), en 2012.
Las actividades culturales pueden promover la inclusi¨®n social y el di¨¢logo entre comunidades¡± Irina Bokova, directora de la Unesco
El documento identifica tambi¨¦n algunas estrategias innovadoras utilizadas para promover la preservaci¨®n de la vivienda en zonas hist¨®ricas, esenciales para mantener la identidad y el bienestar de las comunidades. Por ejemplo, en Quito (Ecuador), se entregaron subsidios p¨²blicos a los habitantes de edificios residenciales del centro hist¨®rico con miras a restaurarlos, mantener a los residentes en sus vecindarios originales e impedir as¨ª la elitizaci¨®n residencial, o gentifricaci¨®n.
Existen numerosos ejemplos de c¨®mo la cultura contribuye a la convivencia. Mencion¨® algunos durante una jornada de Habitat III Araceli S¨¢nchez Garrido, directora de patrimonio en la Agencia Espa?ola para la Cooperaci¨®n Internacional y el Desarrollo (Aecid): ¡°El arte urbano ha sido una manera de dialogar en pa¨ªses con un nivel de conflicto tan alto como los de Centroam¨¦rica; el grafiti, el teatro, las instalaciones callejeras, el circo... En el proceso de paz de Colombia, por ejemplo, se han hecho escuelas taller donde antiguos criminales se est¨¢n recuperando a trav¨¦s de arte urbano¡±.
Pero no solo se trata de proyectos encaminados directamente a resolver problemas. En palabras de Richard Stephens, presidente de la Asociaci¨®n Internacional de Urbanistas (AIU), ¡°el arte y la cultura son una parte esencial del entorno edificado, de los procesos de planificaci¨®n y del dise?o experiencial. La arquitectura integrada, el paisajismo, el arte y el espacio p¨²blico mejoran la calidad de vida, benefician la econom¨ªa y crean una ecolog¨ªa urbana sostenible. Proporcionan las caracter¨ªsticas necesarias para generar lugares positivos y destacables. Introducir el arte y la cultura en los procesos de planificaci¨®n incrementa la participaci¨®n p¨²blica, estimula el dise?o colaborativo y a?ade valor a los proyectos de desarrollo. La profesi¨®n de planificador tambi¨¦n se beneficia de ellos gracias a enfoques m¨¢s hol¨ªsticos y a la participaci¨®n de la comunidad. La creaci¨®n de espacios para la experiencia sensorial (vista, o¨ªdo, olfato, tacto y gusto) debe ser impulsada por el arte y la cultura, los cuales refuerzan de manera colectiva y eficaz el sentido de pertenencia¡±.
Como subraya Stephens, el papel de la cultura en la econom¨ªa no es menor. Porque genera turismo, que puede ser uno de los grandes motores de desarrollo y porque la industria cultural es ¡°la m¨¢s din¨¢mica del planeta¡±, seg¨²n Bandarin. ¡°No hay que pensar solo en las manifestaciones cl¨¢sicas, como m¨²sica, teatro, arquitectura, tambi¨¦n hay nuevas y trascendentales, como dise?o o gastronom¨ªa¡±, a?ade.
El ejemplo de Per¨² es paradigm¨¢tico en este sentido. Su embajador ante la ONU y presidente del Grupo de amigos de la cultura y el desarrollo en este mismo organismo, Gustavo Meza Cuadra, explic¨® c¨®mo la cocina se ha convertido en un s¨ªmbolo de identidad de su pa¨ªs. ¡°Ha generado una enorme autoestima, que es fundamental. Y tambi¨¦n un potente desarrollo econ¨®mico. Antes la gente usaba el aeropuerto de Lima para ir a otros lugares del pa¨ªs; ahora se quedan por la gastronom¨ªa, hasta una semana de tours por restaurantes hay organizadas¡±, detalla.
La Nueva Agenda Urbana, el documento que se aprobar¨¢ este jueves en Habitat III con el consenso de los pa¨ªses de la ONU, reserva tres de sus 175 p¨¢rrafos a temas espec¨ªficamente culturales, aunque est¨¦ m¨¢s o menos presente de forma transversal muchos otros. El texto, que deber¨¢ servir de gu¨ªa para el urbanismo mundial en los pr¨®ximos 20 a?os, establece el compromiso de incluir la cultura como ¡°una prioridad en los planes urbanos¡± y reconoce el papel de la herencia cultural como estimulador de la participaci¨®n y la responsabilidad ciudadana.
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