Redondear Habitat III: Objetivos de desarrollo sostenible y cambio clim¨¢tico
Al cierre de la Cumbre Habitat III, recogemos el an¨¢lisis dePaula Lucci, del Overseas Development Institute.
El Panecillo visto desde el centro de Quito. Imagen Wikimedia Commons/Cayambe.
Habitat III, la tercera de una serie de reuniones globales sobre desarrollo urbano que se celebra cada veinte a?os, ha llegado a su final. Estaba en Quito, Ecuador, para participar en los numerosos eventos colaterales ¨Ccont¨¦ m¨¢s de cien en s¨®lo un d¨ªa de conferencia) que tuvieron lugar simult¨¢neamente al proceso formal.
Aqu¨ª est¨¢ lo m¨¢s importante que saqu¨¦ de estos cuatro d¨ªas de di¨¢logo y del resultado de la Cumbre, la Nueva Agenda Urbana.
Una comunidad urbana creciente, pero con poco compromiso pol¨ªtico
Unas 50 mil personas se reunieron en Quito para Habitat III. En 1996 fueron 10 mil, en 1976 s¨®lo 6 mil. Esta creciente comunidad ¡®urbana¡¯ entiende que con m¨¢s personas viviendo en las ciudades que nunca antes, un futuro sostenible significa implantar infraestructura sostenible, en particular en los pa¨ªses en desarrollo que se est¨¢n urbanizando r¨¢pidamente.
Pero aunque la conferencia reuni¨® a miles de personas de diferentes sectores para compartir experiencias y despertar nuevas conexiones y colaboraciones en torno a todo lo urbano (desde transporte, migraci¨®n y empleos hasta datos y espacios p¨²blicos), la Nueva Agenda Urbana queda falta de respaldo pol¨ªtico de alto nivel.
Despu¨¦s del hito de los Objetivos de Desarrollo Sostenible del a?o pasado, y del acuerdo de Clima de Par¨ªs, los l¨ªderes parecen haberse quedado escasos de capital pol¨ªtico que concentrar en la Nueva Agenda Urbana de Habitat III, que establece una larga lista de aspiraciones de 175 puntos, muchos de los cuales se cruzan con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y objetivos de cambio clim¨¢tico.
En comparaci¨®n con otras grandes cumbres, aparecieron pocas cabezas de estados. Y aunque los alcaldes acudieron a Quito por centenas, fueron menos de los mil aproximados que estaban presentes en la Cumbre Clim¨¢tica de entidades locales en el Ayuntamiento de Par¨ªs.
Otra cuesti¨®n es el dinero. Hacia el final de la conferencia hab¨ªa todav¨ªa carest¨ªa de nuevos compromisos financieros espec¨ªficos para la implantaci¨®n de la Nueva Agenda Urbana. Aunque podr¨ªa haber algunos en camino tras la conferencia, la falta de nuevos fondos para llevarla a cabo hace surgir las dudas sobre su aplicabilidad.
La equidad ha sido la palabra de moda, pero depende de que las ciudades tengan m¨¢s poder
Con casi mil millones de personas viviendo en asentamientos informales (y la previsi¨®n de que esto se triplique para 2050) era dif¨ªcil encontrar un panel que no mencionara la necesidad de ciudades ¡®inclusivas¡¯ o de asegurar que ¡®nadie se queda atr¨¢s¡¯. En las ciudades la gente percibe la desigualdad con m¨¢s fuerza porque pueden verla de cerca.
?Pero cu¨¢nto pueden hacer las ciudades al respecto? Esto depende del grado de descentralizaci¨®n y la capacidad del gobierno local.
Algunas ciudades tienen competencias en vivienda, gesti¨®n del territorio, acceso a servicios, transportes y espacios p¨²blicos, aspectos que pueden tener impacto en la reducci¨®n de la desigualdad. El metrocable de Medell¨ªn, que conecta barrios marginalizados con el centro de la ciudad y las oportunidades de trabajo, es un gran ejemplo de lo que pueden hacer las ciudades cuando tienen gobiernos locales fuertes, capaces y dotados de recursos.
Pero muchas ciudades todav¨ªa dependen mucho de los gobiernos centrales para las decisiones de financiaci¨®n y gasto, o simplemente les faltan capacidad de planificaci¨®n y recursos financieros. Mientras que la Nueva Agenda Urbana se compromete a la descentralizaci¨®n pol¨ªtica y fiscal y a reforzar las capacidades de los gobiernos locales, queda por ver c¨®mo se traducir¨¢ en la pr¨¢ctica, en diferentes contextos.
A Habitat III le falta un marco de seguimiento (pero los Objetivos de Desarrollo Sostenible pueden ayudar)
La principal debilidad del proceso de Habitat III es la falta de marco de seguimiento. Sin objetivos e indicadores espec¨ªficos, en un periodo de 20 a?os no sabremos si hemos hecho progresos hacia las aspiraciones definidas en la Nueva Agenda Urbana.
Pero los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con su reconocimiento expl¨ªcito de la agenda de Par¨ªs y los compromisos hechos all¨ª, ofrece un marco amplio al que puede acceder la Nueva Agenda Urbana. Muchos compromisos (por ejemplo, no dejar nadie atr¨¢s, o asegurar que las ciudades sean sostenibles e inclusivas), son comunes a ambas agendas.
Estas diferentes agendas globales deber¨ªan integrarse en un marco de rendici¨®n de cuentas coherente. Necesitamos encontrar formas sencillas de conectar estas agendas de alto nivel con la realidad del d¨ªa a d¨ªa de los gobiernos locales y sus planes de desarrollo local.
?C¨®mo? Hay ya algunas orientaciones sobre c¨®mo adoptar y llevar a cabo los Objetivos de Desarrollo Sostenible en las ciudades. Y los alcaldes de todo el mundo tambi¨¦n han firmado objetivos de reducci¨®n de emisiones de carbono que podr¨ªan integrarse en los mismos marcos de seguimiento.
C¨®mo mediremos el ¨¦xito de la Nueva Agenda Urbana en 2036
La escala del reto es enorme. Para 2030, habr¨¢ mil millones m¨¢s de habitantes urbanos. Si no planificamos c¨®mo crecer¨¢n nuestras ciudades y prestar atenci¨®n a su huella ecol¨®gica y la provisi¨®n de servicios b¨¢sicos para poblaciones vulnerables, hay un alto riesgo de salirse a una ruta insostenible.
Avanzando 20 a?os hacia el futuro, ?cu¨¢l es el mejor resultado posible que podr¨ªamos imaginar de Habitat III y su Nueva Agenda Urbana?
Los gobiernos centrales devuelven poder y financiaci¨®n para permitir que las autoridades municipales se hagan cargo del trabajo. Las capacidades de los gobiernos locales son reforzadas con donantes, gobiernos locales y cooperaci¨®n entre ciudades, que ayuden a construir la capacidad de los gobiernos locales donde falta. Desbloqueamos nuevas fuentes de financiaci¨®n para infraestructuras verdes en las ciudades (por ejemplo, fondos de pensiones y financiaci¨®n clim¨¢tica). Las ciudades cumplen sus objetivos de desarrollo sostenible y de emisiones de carbono.
Pero para que esto ocurra, y Habitat III se convierta en algo m¨¢s que una larga lista de aspiraciones, necesitamos un marco de monitorizaci¨®n sencillo y que los Objetivos de Desarrollo Sostenible pueden ofrecer precisamente eso.
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