Iberia y Air Europa bloquean el traslado de animales de laboratorio
El embargo a¨¦reo paraliza una veintena de proyectos sobre enfermedades como diabetes o epilepsia
Javier Castro tiene veinte ratones atrapados en Madrid. Se dedica a investigar posibles curas de la artritis reumatoide y necesita esos roedores para estudiarlas a fondo. Pero los ratones llevan ya dos semanas de prestado en un animalario madrile?o porque Iberia y Air Europa se niegan a transportarlos hasta Tenerife, donde Castro investiga en el Hospital Universitario de Canarias. No es el ¨²nico afectado por este embargo a¨¦reo provocado por las dos compa?¨ªas: una veintena de proyectos de investigaci¨®n en enfermedades que van desde la diabetes al alzh¨¦imer, pasando por enfermedades raras de origen gen¨¦tico, est¨¢n bloqueadas en las universidades y centros cient¨ªficos canarios, tanto en la isla de Tenerife como en la de Gran Canaria. Los cient¨ªficos del archipi¨¦lago est¨¢n alarmados porque investigaciones de a?os est¨¢n ahora mismo paradas o en peligro.
Los cient¨ªficos de Canarias est¨¢n alarmados porque investigaciones de a?os est¨¢n ahora mismo paradas o en peligro
Desde marzo, ninguna de las dos compa?¨ªas permite el traslado de animales de laboratorio ni en cabina ni en bodega, y as¨ª lo se?alan expl¨ªcitamente en las instrucciones para usuarios (PDF). Iberia asegura que la raz¨®n por la que no se permite volar a los ratones es que "en el caso de que se fugue un grupo de estos roedores, podr¨ªa ocasionar da?os en el cableado del avi¨®n y afectar a la operaci¨®n del vuelo". Air Europa, que impuso el embargo en 2015, no ha dado explicaciones. Estas dos son las ¨²nicas compa?¨ªas que realizan vuelos de carga con el archipi¨¦lago y los cient¨ªficos atribuyen su bloqueo a reivindicaciones de car¨¢cter animalista, porque estas empresas no les dan ninguna explicaci¨®n.
La consecuencia es que los cient¨ªficos de Canarias se han quedado sin abastecimiento: la Universidad de La Laguna (ULL) y el Hospital Universitario en Tenerife y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y el Hospital Universitario Doctor Negr¨ªn en Gran Canaria. Entre todos, suman en torno a una veintena de proyectos afectados, con investigaciones paradas, alteradas o definitivamente bloqueadas por falta de animales con los que investigar. Los cient¨ªficos de centros espa?oles peninsulares tienen alternativas por tierra o con otras compa?¨ªas.
Un grupo de la ULL ya ha tenido que renunciar a una beca para investigar leishmaniasis, una enfermedad de perros que puede afectar a humanos, porque no pod¨ªan poner en marcha el proyecto sin animales.?"Nos hemos quedado aislados, es una locura que va directamente en contra del conocimiento y de la cura de enfermedades que nos afectan a todos", denuncia Mar¨ªa Rosa Arnau, directora del Estabulario de la ULL, el lugar en el que se cr¨ªan, cuidan y gestionan estos animales para la investigaci¨®n.
"Estoy a punto de llegar a una situaci¨®n cr¨ªtica. Estamos muy desesperados. As¨ª es imposible que llevemos a cabo nuestros proyectos", denuncia Teresa Gir¨¢ldez
El problema no afecta ¨²nicamente a las instituciones canarias, como explica Jos¨¦ Luis Mart¨ªn, director del Servicio de Experimentaci¨®n Animal del Hospital Universitario de Gran Canaria: "Un grupo de la Universidad de Alcal¨¢ de Henares quer¨ªa nuestros ratones para seguir investigando sobre un trabajo nuestro, pero no han podido salir de aqu¨ª. Ellos tampoco van a poder utilizar nuestros avances", lamenta. Parad¨®jicamente, el pr¨®ximo Congreso Nacional de la Sociedad Espa?ola para las Ciencias del Animal de Laboratorio se celebrar¨¢ en Las Palmas de Gran Canaria y estar¨¢ presidido por Mart¨ªn.
"Estoy a punto de llegar a una situaci¨®n cr¨ªtica. Estamos muy desesperados. As¨ª es imposible que llevemos a cabo nuestros proyectos", denuncia Teresa Gir¨¢ldez, que acaba de recibir 2,5 millones de euros del Consejo Europeo de Investigaci¨®n, reservados para la ¨¦lite cient¨ªfica del continente, precisamente por su trabajo desarrollado con ratones. Gir¨¢ldez, la ¨²nica espa?ola del comit¨¦ ejecutivo de la Sociedad de Biof¨ªsica, tambi¨¦n cuenta con otra beca importante del Ministerio para el desarrollo de nuevas terapias para la epilepsia.
Sus dos proyectos, en un campo pionero, se basan en desarrollar ratones transg¨¦nicos que permitan identificar mecanismos moleculares que afectan decisivamente en enfermedades neurol¨®gicas. "Hemos presentado este modelo y nuestros colegas est¨¢n esperando nuestros ratones en todo el mundo. Ya nos hemos comprometido a mandarlos a un grupo del NIH [los Institutos Nacionales de la Salud de EE UU]", afirma Gir¨¢ldez con preocupaci¨®n, porque ya tendr¨ªan que estar cruzando ratones para trabajar con ellos y ni siquiera se atreven a pedirlos, por temor a perder el dinero en un car¨ªsimo pedido que no se podr¨¢ efectuar. "Los investigadores de las islas tenemos miedo, estamos parados y no podemos planificar. Es una discriminaci¨®n salvaje", protesta.
Iberia asegura que "en el caso de que se fugue un grupo de roedores, podr¨ªa ocasionar da?os en el cableado del avi¨®n"
En Canarias ¡ªm¨¢s todav¨ªa por la distancia que los separa de Europa¡ª cr¨ªan sus propias camadas de ratones, ratas, etc. Pero hay animales espec¨ªficos, modificados gen¨¦ticamente o con intervenciones muy concretas, que son necesarios para estudiar detalles de estas enfermedades. Se trata, por ejemplo, de los denominados ratones knockout a los que se ha apagado un gen; de este modo, como en el caso de Castro, se puede experimentar con el animal para conocer cu¨¢l era la funci¨®n de ese gen y si puede usarse ese conocimiento para resolver una enfermedad. Adem¨¢s, las colonias de ratones normales tambi¨¦n deben reponerse; solo en la ULL hay 44 investigadores principales que se abastecen en el animalario y que se ver¨¢n afectados cuando no se pueda hacer la reposici¨®n de la colonia de ratas y ratones, advierte Arnau.
Rafael Sol¨ªs, director del Instituto de Tecnolog¨ªas Biom¨¦dicas, detalla que en el centro?¡ªadscrito a la ULL¡ª hay afectados por el embargo nueve grupos que investigan numerosas dolencias: el p¨¢rkinson, la enfermedad de Huntington, la ELA, la diabetes, la obesidad, la enfermedad renal cr¨®nica o enfermedades raras, actualmente sin tratamiento, como la hiperoxaluria primaria.
Alternativas peores e imposibles
Mart¨ªn ni se plantea la posibilidad de meter en un barco durante casi tres d¨ªas a estos caros ratones (miles de euros por cada grupo de parejas), porque pondr¨ªa en entredicho los requisitos por los que deben regir sus actuaciones: "Al final estar¨ªan una semana de viaje y eso no es factible desde el punto de vista del bienestar animal". No es el ¨²nico lugar en el que el embargo a¨¦reo perjudica a los animales: como TAP (aerol¨ªnea portuguesa) no transporta ratones de laboratorio, los animales tardan tres horas por carretera en lugar de una sola hora en avi¨®n desde Lisboa a Oporto.
"Desde hace m¨¢s de una d¨¦cada las compa?¨ªas a¨¦reas est¨¢n una a una sucumbiendo a presiones y boicots de grupos en contra de la experimentaci¨®n con animales", asegura Emma Mart¨ªnez, portavoz de la Asociaci¨®n Europea de Investigaci¨®n Animal (EARA). Seg¨²n explica, Air France es la ¨²nica compa?¨ªa comercial que continua prestando servicios a la comunidad cient¨ªfica en Europa, permitiendo que importantes investigaciones en c¨¢ncer o enfermedades infecciosas sigan su curso normal, "gracias al apoyo internacional del gobierno franc¨¦s y brit¨¢nico".
"Las compa?¨ªas a¨¦reas est¨¢n una a una sucumbiendo a presiones de grupos en contra de la experimentaci¨®n con animales", asegura Emma Mart¨ªnez
"El problema que afecta ahora a Espa?a es consecuencia del largo silencio durante d¨¦cadas de la comunidad cient¨ªfica. Si los cient¨ªficos no defienden ellos mismos sus m¨¦todos y procedimientos, nadie lo har¨¢", denuncia Mart¨ªnez. Con ese objetivo se present¨® el mes pasado el Acuerdo COSCE de transparencia en el uso de animales en experimentaci¨®n para que la comunidad cient¨ªfica explique a las compa?¨ªas a¨¦reas y al p¨²blico en general los riesgos a los que nos enfrentamos por carecer transporte a¨¦reo de animales de laboratorio.
El uso de animales para investigaci¨®n en Espa?a ha bajado desde los 1,4 millones de 2009 a los 800.000 de 2014, las regulaciones son cada vez m¨¢s estrictas y los m¨¦todos alternativos han avanzado enormemente, como cultivos de c¨¦lulas y simulaciones inform¨¢ticas. Y la normativa es muy restrictiva y exige numerosas trabas para la salvaguarda del bienestar animal. "Pero hay cosas que se tienen que probar en animales para intentar curar enfermedades graves que afectan a las personas", resume Castro. Mientras tanto, sus ratones siguen bloqueados en Madrid.
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