Paradojas
Es imprescindible que los partidos pol¨ªticos aprendan tras las elecciones a transitar r¨¢pidamente de la l¨®gica electoral a la l¨®gica parlamentaria
El bipartidismo en Espa?a era una rareza en el conjunto de sistemas de partidos europeo que hemos abandonado para convertirnos en otra anomal¨ªa en el ¨¢mbito comparado: haber tardado m¨¢s de 300 d¨ªas en formar un Gobierno liderado por un solo partido y sin una mayor¨ªa estable de apoyos.
Aunque ese tipo de Gobiernos suele durar menos que los mayoritarios ¡ªsean de un solo partido o de coalici¨®n¡ª, la forma que adopte el Ejecutivo no lo es todo para entender su estabilidad. Entre 1945 y 1998 Suecia e Italia tuvieron un n¨²mero similar de Gobiernos en minor¨ªa liderados por un solo partido. Sin embargo, la duraci¨®n de los Gobiernos suecos fue en promedio m¨¢s del doble que la de los italianos. ?Qu¨¦ nos puede acercar a Suecia y alejar de Italia?
Una condici¨®n imprescindible es que los partidos pol¨ªticos aprendan tras las elecciones a transitar r¨¢pidamente de la l¨®gica electoral a la l¨®gica parlamentaria. En un sistema donde el poder est¨¢ fragmentado, la primera se basa en la diferenciaci¨®n, y la segunda en el acuerdo y la concesi¨®n. En Espa?a, el tono y contenido del pasado debate de investidura muestra a unos partidos centrados todav¨ªa en el primer eje, incapaces de interiorizar el nuevo escenario.
Si no reaccionan a tiempo, las formaciones pueden acabar encasilladas en una l¨®gica de divisi¨®n que les atrape como una brida: cuanto m¨¢s tiren de esa l¨®gica, m¨¢s complicado ser¨¢ superarla, deshacer el camino andado y convencer a los votantes de que la concesi¨®n no significa rendici¨®n. La confrontaci¨®n permanente en un Parlamento fragmentado es un lujo, quiz¨¢s s¨®lo al alcance de quienes no est¨¦n interesados en gobernar.
Si la actual distribuci¨®n de apoyos en el Parlamento se mantiene y los partidos siguen en la l¨®gica de la divisi¨®n, el PP puede acabar dominando el Ejecutivo durante un largo periodo. Ello alumbrar¨ªa una gran paradoja: que la impotencia ciudadana que aliment¨® la crisis de representaci¨®n ante la imposibilidad de cambiar las pol¨ªticas cuando cambiaban los Gobiernos acabe transform¨¢ndose en otra m¨¢s profunda: su incapacidad de procurar, siquiera, un cambio en el partido que gobierna. @sandraleon_
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