Y si el caf¨¦ de tu desayuno pudiera ayudar a un ni?o de Nicaragua

Durante la temporada de cosecha del caf¨¦ en Nicaragua ¡ªaproximadamente de noviembre a febrero¡ª miles de personas dejan sus hogares para trabajar en los campos y migran de una plantaci¨®n de caf¨¦ a otra, a menudo, llevando a sus ni?os. Desgraciadamente, son pocas las familias que tienen buenas opciones de cuidado infantil durante los largos d¨ªas de la cosecha. Para muchos ni?os, sus primeros pasos y logros ser¨¢n celebrados dentro de las barracas de los recolectores de caf¨¦.

Los peones agr¨ªcolas migrantes se encuentran entre las familias m¨¢s vulnerables de Nicaragua pues su ingreso anual depende en gran medida de la cantidad del producto que pueden generar en los meses de cosecha. Tanto la pobreza como el bajo nivel de educaci¨®n parental han sido establecidos como factores de riesgo para los innumerables hitos del desarrollo en la primera infancia y, en particular, para los primeros tres a?os de vida que son definitivos en el desarrollo cerebral. Es el tiempo durante el cual los est¨ªmulos positivos impulsan la r¨¢pida formaci¨®n del cableado cerebral, creando las bases para aprender y desarrollar el apego emocional m¨¢s tarde en la vida.

Para poder ayudar a los m¨¢s peque?os a desarrollar habilidades cognitivas, emocionales, motoras y sociales m¨¢s fuertes para su futuro, el Banco Interamericano de Desarrollo ha fomentado los esfuerzos del gobierno de Nicaragua para ofrecer a sus ciudadanos m¨¢s j¨®venes un mejor comienzo en la vida . Esfuerzos como ¨¦ste, se llevan a cabo desde el a?o 2000 a trav¨¦s del Ministerio de la Familia (MIFAN).

Al implementar dichos programas de cuidado y visitas al hogar, el equipo encargado descubri¨® que en comunidades donde era dif¨ªcil encontrar un trabajo estable, m¨¢s del 30% de las familias tomaba la decisi¨®n de conseguir un ingreso adicional durante la temporada de cosecha. ¡°Comenzamos a notar que hacia finales del a?o, no encontr¨¢bamos a la gente en el hogar¡±, dice Sobeyda B¨¢rcenas, quien dirige el programa de primera infancia en el MIFAN. ¡§Esto nos dio una idea, colaborar con los due?os de las fincas para llegar a los recolectores de caf¨¦ y sus familias en la ¨¦poca de cosecha para continuar brind¨¢ndoles apoyo¡±.

De esta manera, las familias de los recolectores de caf¨¦ tendr¨ªan un entorno seguro y enriquecedor donde dejar a sus ni?os durante el d¨ªa mientras que los productores de caf¨¦ podr¨ªan incrementar su productividad e ingresos al ser capaces de atraer y mantener a los mejores trabajadores durante la temporada de cosecha.

As¨ª fue como el equipo del MIFAN-BID, a trav¨¦s de una alianza con exportadores de caf¨¦ nicarag¨¹ense, el Mercon Coffee Group, puso en marcha una colaboraci¨®n p¨²blica-privada para hacer un piloto con un enfoque centrado en el cuidado infantil. La alianza se estableci¨® en una plantaci¨®n cafetalera llamada Buenos Aires en Jinotega, la cual emplea a alrededor de 100 trabajadores todo el a?o y a otros 700 durante la temporada de cosecha. Esta granja ya ten¨ªa una escuela primaria funcionando en sus recintos durante la temporada de cosecha y contaba con una instalaci¨®n apropiada para albergar a los ni?os m¨¢s peque?os.

La siguiente etapa implic¨® el dise?¨® del curr¨ªculo para tres meses ci?¨¦ndose a los principios establecidos en la Pol¨ªtica Nacional de Primera Infancia, ofreci¨® capacitaci¨®n para que los educadores del MIFAN se actualicen y equip¨® la instalaci¨®n con cunas juguetes educativos, libros y mobiliario dise?ado para satisfacer las necesidades de los peque?os clientes fueron instalados, de modo que todo est¨¦ listo y a tiempo para la afluencia de los trabajadores.

Junto con la temporada de cosecha, el peque?o piloto lleg¨® a su t¨¦rmino a finales de febrero, habiendo provisto cuidado diario para 19 ni?os de 6 a 36 meses. Cada ma?ana algunos padres los llevaban profundamente dormidos mucho antes del amanecer, cuando ya deb¨ªan salir hacia los fr¨ªos campos. La jornada de 12 horas en la instalaci¨®n de cuidado diario se divid¨ªa en peque?os segmentos que inclu¨ªan ba?os, refrigerios, siestas, canciones, muchos juegos y excursiones, de modo que ¡°aquellos que ya caminaban pudieran ejercitar sus piececitos¡± y aquellos a los que todav¨ªa hab¨ªa que cargar ¡°pudieran observar y aprender y mirar alrededor¡±, explic¨® F¨¢tima Liseth Quezada, una educadora de 25 a?os que fue una de las cuatro personas que trabajaron con los beb¨¦s y los infantes.

Los beneficios recogidos durante la cosecha fueron mucho m¨¢s all¨¢ de la calidad del caf¨¦ exportable ya que inclu¨ªan a familias agradecidas, ni?os que hab¨ªan aprendido recientemente a caminar y una alianza p¨²blica-privada motivada a extender el programa piloto a otras granjas. El piloto hab¨ªa probado el concepto y dio vida a la tentadora idea de que la cosecha de caf¨¦ podr¨ªa impulsar tambi¨¦n el desarrollo infantil.

?Qu¨¦ tal si cada taza de caf¨¦ de tu desayuno pudiera, adem¨¢s de hacerte comenzar bien el d¨ªa, ayudar a que un peque?o de las monta?as de Jinotega salga adelante? Ahora, eso s¨ª tiene el aroma del ¨¦xito.

*Meri Helleranta es Especialista en Desarrollo Social en la Divisi¨®n de Protecci¨®n Social y Salud del Banco Interamericano de Desarrollo.