Gobierno

Bueno, pues ya est¨¢. Ha sido un parto fulminante tras una larga, trabajosa gestaci¨®n. La criatura es robusta, hasta obesa, y de expresi¨®n m¨¢s viejuna que madura, pero su alumbramiento representar¨¢ un alivio inmenso para toda esa gente que no dorm¨ªa por la preocupaci¨®n de que los espa?oles llev¨¢ramos tanto tiempo sin Gobierno. Ser¨ªa injusto decir que la ¨²nica novedad es su nacimiento, que la elecci¨®n de Rajoy no apareja sorpresas. Yo encuentro varias, la m¨¢s relevante, sin duda, la elevaci¨®n al Ministerio de Defensa, nada menos, de la secretaria general del que compite por el t¨ªtulo de partido pol¨ªtico m¨¢s corrupto de Occidente. Cospedal no est¨¢ embarazada pero, si lo estuviera, podr¨ªa pasar revista a las tropas sin temer ninguna portada injuriosa, como las que la prensa de la caverna le dedic¨® a la ministra Chac¨®n. Como est¨¢ acostumbrada a llevar mantilla, su imagen armonizar¨¢ muy bien, adem¨¢s, con todas esas advocaciones de la General¨ªsima Virgen Mar¨ªa condecoradas por el ministro del Interior saliente, pero es dif¨ªcil concebir una decisi¨®n m¨¢s discordante que su nombramiento con el esp¨ªritu de las 150 medidas de las que Ciudadanos alardeaba hasta ayer. Los nuevos aires, el nuevo clima, la nueva atm¨®sfera que Rivera presupon¨ªa, apenas van a concretarse en las lluvias que por fin han acabado con un verano tan agotador como la investidura. Los que quer¨ªan a Rajoy de presidente, se han salido con la suya, y no pueden alegar que desconoc¨ªan que la apuesta que han ganado era doble o nada sin hacer un rid¨ªculo tan abultado como el premio obtenido. La indemnizaci¨®n en diferido y los discos duros destrozados a martillazos, no suponen el ostracismo, sino un ministerio de los gordos. Resumiendo, que empezamos bien.