La I+D en el nuevo gobierno: innovaci¨®n vs estabilidad
El autor reflexiona sobre si es necesario crear un ministerio de ciencia en Espa?a
En los ¨²ltimos meses hemos asistido tanto a la demanda de creaci¨®n de un ministerio de ciencia, por parte de la comunidad investigadora, como al lamento posterior por la p¨¦rdida de esta oportunidad en el nuevo gobierno Rajoy. Este activismo de las sociedades cient¨ªficas es de agradecer en una larga campa?a electoral en la que, salvo excepciones como el debate de la Fundaci¨®n COTEC, la ciencia y la innovaci¨®n han quedado relegadas del primer plano.
En la historia de la democracia espa?ola solo hemos contado con un ministerio para la ciencia en la segunda legislatura de Aznar (Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa - MICYT, 2000-2004, ministra Birul¨¦s y ministros Piqu¨¦ y Costa) y en la segunda de Zapatero (Ministerio de Ciencia e Innovaci¨®n - MICINN, 2008-2011, ministra Garmendia). De estos ocho a?os, solo ha habido uno en el que la pol¨ªtica de universidades ha estado integrada en la ecuaci¨®n: el que se corresponde con la primera ¨¦poca del MICINN (2008-2009), ¨²nico momento en el que tuvimos un verdadero ministerio de tri¨¢ngulo de conocimiento en el que, sin embargo, algunos sectores de la universidad espa?ola no parec¨ªan sentirse representados.
El anuncio del nuevo Gobierno ha consagrado la permanencia de la SEIDI en el nuevo Ministerio de Econom¨ªa, Industria y Competitividad
El MICYT por su parte sum¨® la pol¨ªtica de telecomunicaciones ¡ªque volvi¨® a Industria hasta este nuevo Gobierno, donde se eleva a rango ministerial como agenda digital lanzando una se?al pol¨ªtica clara¡ª y, sobre todo, integr¨® a la mayor¨ªa de los Organismos P¨²blicos de Investigaci¨®n. Una unificaci¨®n de los OPI que ya no ha sido revertida: se mantuvo primero en el Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia y luego en el MICINN, que incorpor¨® adem¨¢s el Instituto de Salud Carlos III. Esta herencia integradora pas¨® a la Secretar¨ªa de Estado de Investigaci¨®n, Desarrollo e Innovaci¨®n (SEIDI) del ministerio de Econom¨ªa y Competitividad (2012-2016) y ha sido defendida con energ¨ªa por la secretaria Carmen Vela. En este sentido, el anuncio de la permanencia de la SEIDI en el Ministerio de Econom¨ªa, Industria y Competitividad, completada con la confirmaci¨®n de Vela, garantiza la continuidad del modelo.
La l¨®gica de las ¡°segundas legislaturas¡± daba al presidente Rajoy la posibilidad de seguir los ejemplos de Aznar y Zapatero, creando ahora su propia f¨®rmula de ministerio para la ciencia. No ha sido as¨ª y, en consecuencia, el lamento de cient¨ªficos y e innovadores es comprensible. El ejercicio de una pol¨ªtica a nivel ministerial tiene un alto valor simb¨®lico, pero tambi¨¦n de representaci¨®n y de poder: no es lo mismo defender esta cartera en la comisi¨®n de subsecretarios y secretarios de Estado que hacerlo en el Consejo de Ministros, y no es lo mismo medirse con rango ministerial ante los hom¨®logos del Consejo Europeo de Competitividad ¡ªdonde se toman decisiones tan importantes como el dise?o de los programas marco de I+D+i¡ª que hacerlo con un rango menor. Se puede argumentar que lo importante son los recursos y las pol¨ªticas y que ¨¦stas tambi¨¦n se pueden impulsar desde una secretar¨ªa de Estado.
El ejercicio de una pol¨ªtica a nivel ministerial tiene un alto valor simb¨®lico, pero tambi¨¦n de representaci¨®n y de poder
Y es cierto, en buena medida, siempre que el ministro titular las defienda como una de sus principales prioridades y respalde a su Secretaria en las muchas batallas que debe librar. Cada uno puede hacer su lectura sobre si ¨¦ste ha sido o no el caso en la anterior legislatura, analizando en cu¨¢ntas ocasiones ha estado el ministro al frente de las grandes decisiones o la intensidad de su respaldo a las peleas ¡ªmuchas¡ª que la SEIDI ha dado en estos a?os. La mayor, seguramente, la creaci¨®n de la Agencia Estatal de Investigaci¨®n, culminada a finales de 2015.
En los dos casos mencionados, la puesta en marcha de los ministerios espec¨ªficos ha tenido consecuencias positivas en t¨¦rminos de innovaci¨®n sobre las pol¨ªticas de innovaci¨®n: de creatividad en las iniciativas y en los programas. Basta pensar en el lanzamiento de la Fundaci¨®n FECYT o en los programas Ram¨®n y Cajal y NEOTEC de la ¨¦poca MICYT; o recordar los programas INNVIERTE y Severo Ochoa, la Compra P¨²blica Innovadora o la Ley de la Ciencia, la Tecnolog¨ªa y la Innovaci¨®n de la ¨¦poca MICINN. Por otro lado, los periodos siguientes han mostrado que la innovaci¨®n pol¨ªtica necesita estabilidad para tener impacto: los nuevos instrumentos han resultado efectivos tanto por su dise?o, en muchos casos afinado con los a?os, como por la continuidad de las apuestas y los equipos t¨¦cnicos.
Las pol¨ªticas de ciencia e innovaci¨®n son de largo plazo y la perseverancia en los programas que funcionan, m¨¢s all¨¢ del ciclo pol¨ªtico de una legislatura, es tan importante como el ensayo de nuevas soluciones. Que la arquitectura institucional de la funci¨®n de I+D+i de la Administraci¨®n General del Estado haya cambiado seis veces en veinte a?os, algo infrecuente en otros departamentos ministeriales e inimaginable en otros pa¨ªses, es un s¨ªntoma de que algo falla. Por eso es tan relevante que a finales del a?o pasado se haya podido crear la Agencia Estatal de Investigaci¨®n, llamada a mejorar la gesti¨®n de los programas de financiaci¨®n, hacerlos m¨¢s robustos a los cambios pol¨ªticos y, confiemos, desacoplarlos parcialmente de los ciclos presupuestarios.
Las pol¨ªticas de ciencia e innovaci¨®n son de largo plazo y la perseverancia en los programas que funcionan, m¨¢s all¨¢ de una legislatura, es tan importante como el ensayo de nuevas soluciones
La estabilidad es por tanto la parte m¨¢s positiva del mantenimiento de la SEIDI en el Ministerio de Econom¨ªa, Industria y Competitividad. Pero quedan inc¨®gnitas. La principal es la manera en la que las pol¨ªticas de industria y de innovaci¨®n convivir¨¢n en un ministerio que, de acuerdo a los decretos de restructuraci¨®n y de estructura b¨¢sica de los ministerios, hereda la pol¨ªtica industrial del antiguo MINETUR. Esta cohabitaci¨®n ofrece margen para explotar sinergias entre ambas pol¨ªticas y puede abrir el debate sobre la fusi¨®n de ENISA con CDTI. Otra duda es la relaci¨®n entre el ISCIII y la Agencia Estatal de Investigaci¨®n, pendiente regulaci¨®n adicional al decreto de creaci¨®n de la Agencia, que podr¨ªa reabrir la pol¨¦mica sobre la adscripci¨®n del ISCIII, nunca apagada del todo en de algunos sectores de biom¨¦dicos que prefieren verlo de vuelta en Sanidad. Queda por tanto una segunda parte del partido que se jugar¨¢ en la elaboraci¨®n del decreto de estructura del nuevo Ministerio de Econom¨ªa y en la que, aparentemente, todav¨ªa hay margen para la innovaci¨®n. Permanezcamos atentos.
Diego Mo?ux es socio director de Science & Innovation Link Office
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