Los guardianes ambientales de El Salvador
Un grupo de 143 estudiantes se dedican al cuidado del medio ambiente en el lago de Coatepeque
A diferencia de los j¨®venes de su edad, a Nelson L¨®pez, de 18 a?os, le interesa m¨¢s cuidar el medio ambiente que le rodea que pasar el tiempo jugando a Pokemon Go. ¡°Es una aplicaci¨®n que no sirve para nada. Yo puedo estar en la naturaleza que s¨ª es real y puedo estar en ella sin da?arla. Yo veo que otros ni?os est¨¢n fuera de la realidad debido a este juego¡±, asegura el joven, quien junto a 143 compa?eros del Complejo Educativo Fe y Alegr¨ªa de La Merced, en el lago de Coatepeque en El Salvador, forma parte de los Guardianes Ambientales, un proyecto que promueve la ONG Entreculturas.
Junto a su coordinador y profesor, Juan San Lorenzo Jaimes, ha tenido la oportunidad de visitar cinco colegios en Castilla y Le¨®n, Asturias y Madrid, donde Entreculturas trabaja ciudadan¨ªa global, para compartir e intercambiar pr¨¢cticas sobre el cuidado del medio ambiente. Su viaje a Espa?a se enmarca dentro de la campa?a La Tierra es nuestra mejor escuela, que busca concienciar sobre c¨®mo una educaci¨®n transformadora y de calidad es fundamental para construir un mundo de igualdad y respeto a la naturaleza.
El proyecto de los Guardianes Ambientales surgi¨® hace 14 a?os como un programa del Fondo Ambiental de El Salvador (Fonaes)?en convenio de ejecuci¨®n con el Ministerio de Educaci¨®n de ese pa¨ªs, el cual estaba dirigido a diferentes escuelas donde desarrollaron actividades para los estudiantes.
¡°Fonaes convoc¨® y anim¨® a las escuelas a participar en el proyecto. Mi centro decidi¨® formar parte y nos hemos mantenido en el tiempo, incluso, creamos una cantera de ni?os, de entre 9 y 12 a?os, llamada las ardillitas ambientales. Otras escuelas tambi¨¦n participaron pero no continuaron con los trabajos¡±, explica Juan San Lorenzo a EL PAIS.
¡°Para nosotros es importante este proyecto porque es necesario cuidar el medio ambiente. Cuando surja la inquietud de que la Tierra va a tener un grado m¨¢s de temperatura va a ser imposible retroceder. Vamos a perder especies y surgir¨¢ el efecto domin¨® poniendo en peligro hasta nuestra propia existencia¡±, agrega el profesor, quien coordina esta iniciativa desde hace ocho a?os.
Los guardianes son 143 alumnos, de entre 13 y 23 a?os de edad, guiados por Nelson y su compa?era Ruth. El grupo cuenta con un directorio, con una secretar¨ªa y un tesorero que lleva las cuentas. Trabajan en una huerta de 96 metros cuadrados y fabrican todo con sus propias manos, incluso los insecticidas que son org¨¢nicos. ¡°No matamos a los insectos, solo los espantamos porque respetamos la vida de todo ser vivo¡±, explica San Lorenzo.
El proyecto de los Guardianes Ambientales surgi¨® hace 14 a?os para involucrar a los ni?os en la defensa de la naturaleza
¡°Nuestro objetivo con este trabajo es llegar a ser autosuficientes. Queremos conseguir semillas a trav¨¦s de lo que vendemos. Los vecinos de la comunidad nos compran productos, llegamos a recaudar entre 30 a 40 d¨®lares al mes, aunque si alguno no tiene recursos se los damos gratis. Trabajamos en la tierra 365 d¨ªas al a?o, tambi¨¦n en vacaciones. Adem¨¢s ense?amos nuestra t¨¦cnica a otros colegios. Si no tienen espacios para hacer un huerto les ense?amos a hacerlo en cajones de madera¡±, se?ala el coordinador de los guardianes.
Un d¨ªa normal en esta escuela salvadore?a comienza a las siete y media de la ma?ana con clases que duran hasta las 11.50. Despu¨¦s realizan los deberes y al terminar van al huerto a trabajar en la tierra. Si los fines de semana hay visitas tur¨ªsticas, los gu¨ªas naturalistas se planifican con los hoteles y la polic¨ªa con el fin de dar charlas y de explicar c¨®mo cuidan el lago y sus alrededores.
Nelson L¨®pez es una pieza fundamental de los Guardianes Ambientales. A su cargo est¨¢n 40 ni?os con los que trabaja a diario. ¡°Ser un guardi¨¢n es parte importante de mi vida. Aprend¨ª que puedo convivir con la tierra sin da?arla, la puedo cultivar y me lo agradece con frutos¡±. El conocimiento y amor por la tierra lo descubri¨® desde peque?o cuando empez¨® a trabajar en el campo de la casa de su t¨ªa, quien le ha cuidado y criado. Su sue?o es llegar a ser ingeniero agr¨®nomo.
El joven gu¨ªa es consciente del peligro en el que se encuentra el planeta. Sin embargo, es cr¨ªtico con los medios al momento cuando informan sobre esta situaci¨®n: ¡°Me entero de todo por las noticias. Informan de que c¨®mo estamos perdiendo nuestro medio ambiente, pero no dicen en c¨®mo podemos ayudar¡±.
Nelson nunca hab¨ªa salido de su pa¨ªs. ¡°Es mi primera vez fuera. Ha sido una experiencia ¨²nica con las charlas que hemos tenido con los ni?os espa?oles. Ellos quieren ayudar como nosotros, quieren poner sus proyectos de medio ambiente en alza¡±. Al joven gu¨ªa le llam¨® la atenci¨®n la limpieza de los colegios que visit¨® en Espa?a. ¡°En mi pa¨ªs todos los j¨®venes tienen la mala costumbre de tirar la basura en cualquier parte de la escuela, yo quiero trasmitir ese mensaje a mis ni?os salvadore?os¡±.
Proyecto de reciclaje
Los guardianes ambientales se preparan para contribuir en un nuevo proyecto de reciclaje de residuos s¨®lidos y residuos org¨¢nicos en lago de Coatepeque. Se instalar¨¢n tres f¨¢bricas, una de papel, una de pl¨¢stico y otra de desechos org¨¢nicos. En esta ¨²ltima, los guardianes realizar¨¢n labores de elaboraci¨®n de compostaje que reemplazar¨¢ al abono inorg¨¢nico.
Ruth Aldana es la segunda pieza indispensable en los guardianes. A su cargo est¨¢n 36 ni?os. ¡°Para m¨ª implica mucho esta actividad. Es una experiencia hermosa. En un principio, no sab¨ªa que en el planeta estaban las cosas tan mal. Despu¨¦s en la escuela aprend¨ª sobre el calentamiento global y empec¨¦ a concienciarme. Me fui encari?ando con la naturaleza mientras crec¨ªa. Mi meta es dejar m¨ª huella en los m¨¢s peque?os porque ellos ser¨¢n los futuros guardianes¡±.
Ruth quiere ser profesora de idiomas. Sin embargo piensa seguir a toda costa este camino que ha formado. ¡°Apoyar¨¦ cuando crezca este proyecto, voy a tener que gastar m¨¢s tiempo, pero lo har¨¦ aunque ya no pertenezca al colegio¡±.
Para la joven salvadore?a tambi¨¦n fue una nueva experiencia salir de su pa¨ªs. ¡°Me gusta Espa?a, se ve que aqu¨ª los ni?os le ponen inter¨¦s al tema y quieren participar¡±.
Si bien el viaje a Espa?a se enmarc¨® en una campa?a escolar, para estos embajadores de la Tierra ha significado una experiencia ¨²nica donde pudieron intercambiar informaci¨®n y actividades con sus iguales europeos. ¡°Nuestra misi¨®n en este viaje fue dar educaci¨®n ambiental, concienciaci¨®n y formaci¨®n a los j¨®venes. Les explicamos lo que hacemos, que no se trata de ponerse el chaleco y ser un guardi¨¢n, es comprometerse con la tierra. Si nosotros educamos a las nuevas generaciones, la Tierra se puede salvar¡±, explica Nelson.
¡°?Hasta d¨®nde podemos llegar?¡±, pregunta Juan San Lorenzo. ¡°El l¨ªmite son las estrellas¡±, sentencian a d¨²o los guardianes ambientales.
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