Ventajas de una cat¨¢strofe
Lo que ha sucedido con la elecci¨®n de Trump puede suceder pronto en otros pa¨ªses porque la globalizaci¨®n no ha tra¨ªdo los beneficios deseados. Y es necesario que M¨¦xico, Centroam¨¦rica y el Caribe reinventen su relaci¨®n con EE UU
La victoria de Donald Trump es una pesadilla para Estados Unidos, para el mundo, y en particular para algunos pa¨ªses, como M¨¦xico y las naciones de Centroam¨¦rica y el Caribe. Trump habl¨® con m¨¢s cordura que antes al pronunciar su discurso de victoria. Pero esto no cambia las consecuencias de la campa?a electoral estadounidense ni de su desenlace.
Los mercados se adaptar¨¢n al nuevo gobierno y no habr¨¢ una hecatombe econ¨®mico-financiera producto de los comicios. Pero todo eso que es cierto en general no lo es tanto en lo particular para Am¨¦rica Latina.
Otros art¨ªculos del autor
Ning¨²n otro candidato a la presidencia de un pa¨ªs importante ha hecho campa?a durante un a?o y medio expl¨ªcitamente contra los intereses nacionales de otro pa¨ªs, y mucho menos de uno vecino. Eso hizo Trump desde junio del 2015. Hizo campa?a sobre los temas de la deportaci¨®n de millones de indocumentados, de la construcci¨®n de un muro para terminar de sellar la frontera sur de su pa¨ªs, de la revisi¨®n, apertura o derogaci¨®n del que llam¨® el peor acuerdo comercial del mundo: el Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte.
Lo mismo vale para los pa¨ªses de Centroam¨¦rica y el Caribe que en su mayor¨ªa son emisores de flujos migratorios a EE?UU, cuentan con contingentes importantes de ciudadanos suyos sin papeles y han firmado tambi¨¦n acuerdos de libre comercio con Washington.
Algunos analistas creen, sobre todo en M¨¦xico, que los reiterados pronunciamientos de Trump son la t¨ªpica ret¨®rica de campa?a, que no lo comprometen a nada, y que sus propuestas no son factibles. Nada de esto es del todo cierto. Trump debe su victoria a los votantes de Estados como Pensilvania, Ohio, Michigan y Wisconsin, que fueron de los m¨¢s afectados por los acuerdos de libre comercio de EU con M¨¦xico y otros pa¨ªses, y del ingreso de China a la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC), en el a?o 2000.
El candidato triunfante tendr¨¢ que responderles a sus seguidores en esos Estados que adem¨¢s sufrieron agravios innegables debido a los efectos de la globalizaci¨®n y del libre comercio. El que otras regiones de EE?UU s¨ª se hayan beneficiado de esto es s¨®lo un triste consuelo para ellos. Por eso se enojaron, votaron por Trump, lo hicieron ganador y por eso les va a tener que cumplir. Si Obama, que hizo campa?a a favor de una reforma migratoria integral, y que nunca se comprometi¨® a expulsar a los indocumentados, deport¨® a m¨¢s de dos millones de mexicanos y centroamericanos durante sus ocho a?os en la presidencia, no ser¨ªa raro que Trump, que s¨ª lo ha prometido, haga lo mismo. Quiz¨¢s no deporte a todos los que se encuentran sin papeles en Estados Unidos. Pero a un n¨²mero importante, s¨ª.
Hay que responder con vigor a los intentos revisar los acuerdos de libre comercio pendientes
En cuanto al muro, desde Bill Clinton en 1994 y pasando por George Bush y Barack Obama, se han construido m¨¢s de 1.000 kil¨®metros a lo largo de una frontera de 3.000. Los predecesores de Trump lo hicieron sin que fuera una promesa de campa?a ni consigna de m¨ªtines. No ser¨ªa extra?o que Trump quisiera agregarle otro tanto. No cubrir¨ªa toda la frontera, pero ya abarcar¨ªa mucho m¨¢s de la mitad.
?Qu¨¦ pueden hacer estos pa¨ªses frente a la amenaza que viene? Primero, reconocerla. Deben tomar a Trump en serio, s¨ª hay motivos para preocuparse y s¨®lo se puede dise?ar una estrategia de respuesta si parte de la realidad.
Segundo, deben explicarle a la sociedad mexicana, centroamericana y caribe?a qu¨¦ sucedi¨® en EE?UU, por qu¨¦ casi aproximadamente 60 millones de norteamericanos votaron como votaron; por qu¨¦ eligieron a un presidente con un programa y una personalidad como la de Trump; por qu¨¦ le dieron una mayor¨ªa republicana en ambas c¨¢maras del Congreso y por qu¨¦ podr¨¢ disponer de una mayor¨ªa en la Suprema Corte de Justicia. Una vez hecho esto, ser¨¢ necesario adoptar una serie de medidas, todas ellas dolorosas y caras, para adaptarse a la nueva situaci¨®n ya visible en el horizonte. Estas medidas incluyen, pero no se limitan, a: reforzar con recursos financieros y humanos a los 50 consulados que M¨¦xico tiene en EE?UU, y a los de otras naciones afectadas, para que, con m¨¢s personal, m¨¢s dinero para contratar abogados, m¨¢s capacidad de salir a la calle y a los medios de comunicaci¨®n, puedan ofrecerle toda la protecci¨®n legalmente posible a los nacionales de sus respectivos pa¨ªses, con o sin papeles.
Se necesita m¨¢s integraci¨®n de las econom¨ªas de Am¨¦rica del Norte, Centroam¨¦rica y el Caribe
Adem¨¢s, responder de inmediato y con vigor a los posibles intentos del Gobierno de Trump de revisar o reabrir los acuerdos de libre comercio pendientes. No todos han sido exclusivamente en beneficio de M¨¦xico, Centroam¨¦rica y el Caribe, o incluso de varios pa¨ªses de Am¨¦rica Latina. Pero lo peor ser¨ªa incurrir en una reversi¨®n de los mismos. Esto implicar¨ªa llevar cada hipot¨¦tica medida da?ina a paneles de los tratados bilaterales, a los mecanismos de soluci¨®n de disputa en la OMC, y cuando sea pertinente, a los propios tribunales norteamericanos donde algunos casos se puedan litigar con posibilidades de ¨¦xito.
Por ¨²ltimo, y esto es m¨¢s cierto para M¨¦xico, que el Gobierno y la sociedad mexicana abandonen sus lamentables sermones dirigidos a los norteamericanos sobre la importancia de M¨¦xico para EE?UU y se concentren en defender los intereses nacionales, cada quien en la trinchera que pueda, sobre todo ahora que para Trump el respeto a los derechos humanos en M¨¦xico ser¨¢ la ¨²ltima de sus preocupaciones.
Se podr¨ªa tambi¨¦n considerar, en el caso de M¨¦xico, la negociaci¨®n de acuerdos sectoriales o regionales con empresas norteamericanas de incremento significativo de los salarios. No pondr¨ªan en peligro la competitividad de dichas empresas, pero se dejar¨ªan de imponer salarios de miseria a los cientos de miles o hasta millones de trabajadores mexicanos en la industria automotriz o maquiladora en el norte del pa¨ªs.
Pero lo m¨¢s importante ser¨¢ que los pa¨ªses m¨¢s afectados encuentren la manera de hacer la tarea en casa. Lo que sucedi¨® en EE?UU puede suceder en M¨¦xico pronto y en otros pa¨ªses tambi¨¦n. La globalizaci¨®n no ha tra¨ªdo los beneficios deseados. Lo peor que se podr¨ªa hacer es abandonarla u oponerse a ella. Pero tampoco se puede seguir sin buscar de manera mucho m¨¢s proactiva los beneficios tan poco presentes. Para todas las naciones de lo que se llamaba la Cuenca del Caribe, reinventar su relaci¨®n con EE?UU es indispensable y al mismo tiempo extraordinariamente dif¨ªcil. No se puede proceder a un repliegue, a una cerraz¨®n o a la llamada diversificaci¨®n: geograf¨ªa s¨ª es destino. Se necesita m¨¢s integraci¨®n de las econom¨ªas de Am¨¦rica del Norte, Centroam¨¦rica y el Caribe. Pero diferente a la que se ha hecho hasta ahora. Como se ve, los retos que presenta la victoria de Trump no son menores, pero la oportunidad de corregir los errores del pasado puede ser una de las ventajas de esta cat¨¢strofe.
Jorge G. Casta?eda, exministro de Asuntos Exteriores de M¨¦xico, es profesor de Ciencias Pol¨ªticas y Estudios Latinoamericanos y del Caribe en la Universidad de Nueva York.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.