Milena Busquets: "Un escritor es alguien muy vampiro"
ES UN FEN?MENO editorial sin precedentes en Espa?a. Con su segunda novela, Tambi¨¦n esto pasar¨¢ ¨Ctraducida a 33 idiomas y con anticipos de 500.000 euros en Estados Unidos¨C, Milena Busquets (Barcelona, 1972) ha cosechado ¨¦xito de cr¨ªtica y p¨²blico. El t¨ªtulo es un testamento. Su madre, la escritora y editora Esther Tusquets, se lo dijo cuando muri¨® su padre, citando a un emperador chino que encarg¨® a unos sabios dar con una frase que se pudiera usar siempre. Vive con sus dos hijos ¨Cde padres diferentes¨C en un ¨¢tico sin ascensor mucho m¨¢s luminoso que grande. Su casa es, en realidad, la buhardilla de una vivienda en la parte alta de Barcelona, donde hay m¨¢s colegios y ¨¢rboles que comercios. El piso est¨¢ literalmente tomado por los libros: en las escaleras de acceso, en la encimera de la cocina o en la mesa del comedor. Pero est¨¢ ordenado sin histerismos. Mientras hablamos suena una lavadora y explica que ha tenido que pactar con su hijo mayor que acepte ser invadido tambi¨¦n por una estanter¨ªa con libros heredados de su madre.
?Tambi¨¦n esto pasar¨¢? ?C¨®mo se cambia de vida de la noche a la ma?ana? Para un escritor el ¨¦xito es muy relativo. Por eso crees que no vas a cambiar, pero vuelves a tu casa y ya nada es lo mismo. Te pasas el d¨ªa viajando. La gente se te acerca por la calle, a veces llorando, cont¨¢ndote su vida. Es un libro muy personal y eso da pie a reacciones de espejo. Yo encontraba rid¨ªculas a las modelos que hablaban de la soledad de los hoteles. Puede que sea absurdo, pero es lo que es. Pasas de estar rodeada de gente a estar sola en una habitaci¨®n en la que sigue fallando todo lo que fallaba antes.
?Sobre qu¨¦ escribir¨¢ ahora? Me ha costado un a?o saber que quiero seguir escribiendo. En ese libro lo dej¨¦ todo y me plante¨¦ si ten¨ªa algo m¨¢s que decir. Pens¨¦ que pod¨ªa seguir con la autoficci¨®n. Dicen que es un libro sobre mi madre, pero es un libro sobre m¨ª. Mi madre es clave, pero ni digo que es escritora, ni hablo de su p¨¢rkinson. Ya no digamos el nombre.
?La propia vida es el mejor material literario? Hoy las novelas se est¨¢n contando en la tele. En literatura, creo que en este momento la gente quiere verdad, realidad. Quiere que lo que les cuentas hayas ido a buscarlo en tu interior. Que te arriesgues. No me lo he inventado yo. Veo que este noruego [K. O. Knausg?rd] va hacia all¨ª. Tambi¨¦n Delphine de Vigan o Emmanuel Carr¨¨re¡
?D¨®nde est¨¢ el l¨ªmite ¨¦tico al destripar la intimidad? Respecto a uno mismo, el l¨ªmite es tu propio talento. Y tambi¨¦n que jam¨¢s pondr¨ªa otro nombre verdadero. En el libro anterior pens¨¦ en poner los de mis hijos porque les hac¨ªa ilusi¨®n. Pero los quit¨¦. No quer¨ªa que tuvieran la sensaci¨®n de estar con alguien que se nutre de ellos como un vampiro.
De la verdad y la verosimilitud tratan algunos de los ¨²ltimos debates literarios. [V¨ªctor] Erice protest¨® en EL PA?S porque Elvira Navarro titul¨® su ¨²ltimo libro Los ¨²ltimos d¨ªas de Adelaida Garc¨ªa Morales para luego decir que no era sobre ella. No he le¨ªdo la novela. Pero estoy con Erice. Si est¨¢s haciendo ficci¨®n, no puedes utilizar el nombre de alguien real. Yo ni siquiera me atrev¨ª a poner el de mi madre para que nadie creyese que me intentaba aprovechar del nombre de Esther Tusquets. En cuanto utilizas el nombre de alguien, tienes que ce?irte estrictamente a los hechos. Por mera decencia.
¡°me preocupa que piensen que soy tonta o inculta. Creo que todos tenemos la sensaci¨®n de que somos un fraude y nos van a descubrir¡±.
Eva Blanch, la esposa de su t¨ªo Oscar Tusquets, escribi¨® sobre los ¨²ltimos d¨ªas de su madre. No lo he le¨ªdo.
Sin embargo, pidi¨® a la editorial¡ Claro, ped¨ª que no se promocionara a costa del m¨ªo. S¨ª. Yo fui con mucho cuidado para que no se pudiera pensar que me aprovechaba de mi madre y no iba a dejar que me asociaran con el relato de su decrepitud.
Blanch no utiliza el nombre de su madre. Pero en cada entrevista hablaba de ella.
No ha le¨ªdo el libro, pero s¨ª las entrevistas¡ Enfermizamente [carcajada]. Del libro me cont¨® gente que s¨ª lo hab¨ªa le¨ªdo y no quise ir a m¨¢s.
?Nadie la ha acusado a usted de vampirizar su vida para plasmarla en su novela? ?Sus exparejas? No. Se han reconocido perfectamente: los exmaridos, el amante casado¡ Pero, aunque mucho sea cierto, lo he montado en el tiempo. Funcionaba mejor que el amante estuviera casado aunque en ese momento estuviera separado. Barthes dec¨ªa que una verdad de m¨¢s de cinco l¨ªneas se convierte en ficci¨®n. Incluso cuando te quieres ce?ir a la verdad, sin querer, al contar algo est¨¢s novelando. De lo inmediato no se puede escribir. Se necesita un tiempo, un filtro de maduraci¨®n. Un escritor es alguien muy vampiro. Y la gente no es consciente de hasta qu¨¦ punto muestra cosas. Yo la primera.
?Es cierto que antes de publicar no llegaba a fin de mes? S¨ª. Soy muy derrochona.
Como su madre. Distinto. Mi madre no hab¨ªa puesto una lavadora en su vida. Ven¨ªa de otra ¨¦poca. Yo soy de salir a cenar con mis hijos. En esto no soy nada catalana. Pero s¨ª, me han cortado la luz varias veces. O he tenido que ?devolver cosas en el s¨²per. Mis hijos se mor¨ªan de verg¨¹enza, pero yo no lo viv¨ªa como una tragedia. O estaba mi madre, o sab¨ªa que un amigo me echar¨ªa un cable y me prestar¨ªa 200 euros. Hoy tengo dos pisos en Barcelona, y eso no es exactamente estar con una mano delante y otra detr¨¢s.
Lo que le ha faltado entonces es liquidez, como a los ricos. S¨ª. Mis amigos me advierten que no lo cuente porque es una frivolidad frente a quienes realmente no llegan.
?Teme que la tachen de fr¨ªvola? Me lo dicen. Pero igual no me preocupa tanto porque no me planteo cambiarlo. La ligereza es parte de la buena educaci¨®n. Y en esto s¨ª que me educaron de forma muy burguesa. No hay que dar la lata. ¡°No molestes, Milena¡±. Eso me ha quedado.
?Esa ligereza es posible sin dinero? No. Yo me puedo permitir este tipo de vida porque hay muchas t¨ªas hablando en serio por m¨ª.
?Y eso no le da que pensar? Creo que se trata de dar lo mejor que puede cada uno.
?La ligereza nace de una infancia libre de culpa? Pienso que es importante ense?arles a los hijos la capacidad de disfrutar y ser felices. De darse, despilfarrarse y entregarse. Y esto tiene que ver con la ligereza. La culpa es mejor no cargarla. Siempre hay cosas que desear¨ªas haber hecho mejor: reacciones, relaciones, mi ensimismamiento, no haber estado presente en el momento de la muerte de mi madre¡
?No estuvo? No. Llegu¨¦ 15 minutos tarde. No me lo quito de la cabeza. El m¨¦dico me dijo que me fuese a dormir y lo hice.
?Es susceptible? No s¨¦. Me preocupa que piensen que soy tonta o inculta [carcajada]. Yo creo que todos tenemos la sensaci¨®n de que somos un fraude y nos van a descubrir en cualquier momento. Solo con los padres de mis hijos y con algunas amigas no siento ese p¨¢nico.
?A su generaci¨®n le ha costado hacerse adulta? S¨ª. Ser joven se convirti¨® en virtud, cosa que antes no pasaba cuando la gente quer¨ªa ser mayor y respetable.
?Eso ha sucedido entre las familias burguesas o en todos los ¨¢mbitos? Creo que los hijos de familias m¨¢s convencionales llevan mejor la edad adulta. Salvo excepciones, todos queremos alargar la juventud, aunque est¨¢ claro que solo puedes hacerlo cuando eres un privilegiado.
?Qu¨¦ ha aportado su generaci¨®n? No la est¨¢n dejando aportar mucho. Los de la anterior todav¨ªa est¨¢n muy activos. Habla Felipe Gonz¨¢lez y se callan todos, cuando deber¨ªa callarse ¨¦l y dedicarse a dar vueltas al mundo en barco sin bajarse, como en la novela de Garc¨ªa M¨¢rquez. La generaci¨®n de nuestros padres no sabe ver que llega un momento en el que ya no eres pertinente. A veces pienso que me quedan 15 a?os de tener algo que decir. Luego har¨¦ otra cosa. Tener perros, leer¡, y no pasar¨¢ nada.
?No ha sentido necesidad de salir de su zona de confort? S¨ª, pero puede que sea tarde. Hablando con mis amigas, que son muy diversas, tengo la sensaci¨®n de salir.
El amor es su gran tema. Creo que hay que dedicarle el 80% de la vida. El otro 20%, al trabajo. Yo lo hago y, aun as¨ª, a veces me sale mal.
?No se enfada nunca? Con los ni?os, no. Con las amigas, s¨ª. Ellas, sobre todo, se enfadan conmigo.
?Nunca ha gritado a sus hijos? No grito.
?Su madre tampoco? S¨ª¨ª¨ª. Mi madre me llevaba a bofetadas [carcajada].
?Cree que hoy es posible educar con responsabilidad y libertad? Es nuestro ¨²nico deber, que salgan seres humanos decentes. Mi madre era intensa y dram¨¢tica. Pero sab¨ªa lo que era importante y lo que no. La ligereza cuesta mucho conseguirla. La dan el car¨¢cter y la educaci¨®n.
¡°DE NI?A, me gustaban las fiestas, pero tambi¨¦n me daban verg¨¹enza. Recuerdo a Carlos barral pregunt¨¢ndome si me hab¨ªa venido la regla¡±.
?Se siente sola sin padres? Muy sola. Lo que sucede es que parece que no pueda decirlo. Como lo del dinero. Me siento sola de p¨¢nico. Con pareja y con padres tambi¨¦n me he sentido sola. Delante del precipicio. A m¨ª la frivolidad me sirve para que no cunda el p¨¢nico. Es como el humor. Para m¨ª es una virtud que est¨¢ al nivel de la inteligencia y de la belleza. Me parece la forma m¨¢s sofisticada de inteligencia.
?Qu¨¦ ha hecho para gestionar el ¨¦xito? Nada. Cuando ten¨ªa seis a?os, mi sue?o era escribir. Pero luego di por sentado que jam¨¢s lo conseguir¨ªa. Lograrlo con un segundo libro me da un poco de verg¨¹enza. Me hace una ilusi¨®n loca haber conseguido ser escritora. Pero siempre he deseado que me quieran por nada, incondicionalmente, no porque haya publicado una novela de ¨¦xito. Los escritores son la gente m¨¢s competitiva que he visto en mi vida.
Eso no siempre ha sido as¨ª. El grupo de amigas de su madre ¨CAna Mar¨ªa Matute y Ana Mar¨ªa Moix¨C no parec¨ªa competir. Incluso los otros amigos: Mars¨¦, Jos¨¦ Agust¨ªn Goytisolo, Gil de Biedma, Barral¡ Vale que yo era muy peque?a, pero parec¨ªan quererse mucho.
De toda esa gente que pasaba por su casa, ?a qui¨¦n recuerda m¨¢s? A Ana Mar¨ªa Matute. Me fascinaba su pelo blanco de bruja. Era muy borrachuza. Se tomaba casi todo a la ligera. Es sagrado tomarse en serio la escritura, pero en el resto, entrevistas, charlas, lo que has de hacer es entretener a la gente. La Matute lo ten¨ªa claro. En el fin de a?o de 2000 vino a cenar. Su hijo no la dejaba beber y ella me oblig¨® a ponerme una copa de whisky en la mesa que iba cogiendo. Era graciosa, fascinante, malvada y muy intensa. Me gusta la gente intensa.
?Umberto Eco era tambi¨¦n amigo? Distinto. Ven¨ªa para hacer las entrevistas cuando estaban de promoci¨®n. Lo recuerdo todo lo grande que era sentado en el sof¨¢ y haci¨¦ndome dibujitos. A m¨ª me gustaban las fiestas con mucha gente, pero tambi¨¦n me daban verg¨¹enza. Recuerdo a Carlos Barral, con su bast¨®n, pregunt¨¢ndome si me hab¨ªa venido la regla. Vale que era Barral, ?pero se supon¨ªa que era una fiesta de intelectuales! Est¨¢bamos muy lejos de la burgues¨ªa catalana, que no lee nada o muy poco. Otra vez fui al estudio de Oriol Maspons y me dijo que si le ense?aba los pechos me daba 500 pesetas.
?Se los ense?¨®? Noooo. Pero hoy esto no se podr¨ªa hacer. Lo considerar¨ªamos acoso sexual. Yo ten¨ªa 13 a?os. Se lo cont¨¦ a mi madre, y ella, que era feminista, se parti¨® de risa.
?Hoy sacamos las cosas de quicio? Aqu¨ª s¨ª. Pero en Estados Unidos hay mujeres ¨Ccomo las comediantes Chelsea Handler y Amy Schumer¨C que defienden un feminismo m¨¢s libre, no basado en la paridad, sino en el disfrute del poder y en re¨ªrse de todo. En un di¨¢logo entre ambas, una comenta que su padre est¨¢ viejo y que est¨¢ pensando en buscarle una prostituta. Aqu¨ª, decir algo as¨ª har¨ªa rasgarse las vestiduras. Creo que esta actitud cambia el mundo. Las mujeres que nos sirven de ejemplo son estas.
?Entre los mejores amigos de su madre tambi¨¦n hab¨ªa hombres? S¨ª. Jos¨¦ Agust¨ªn Goytisolo, pero echaba tales rollos y se acababa todo el whisky¡ Se reun¨ªan para jugar al p¨®quer en serio y apostando. Mi madre se rode¨® de mujeres, le gustaban mucho. A m¨ª me gustan m¨¢s los hombres.
?Como amigos tambi¨¦n? Siempre estar¨¦ del lado de las mujeres porque creo que es una actitud pol¨ªtica que a¨²n nos toca. Igual a nuestras hijas ya no. Pero a m¨ª me han hecho m¨¢s feliz los hombres. Es dif¨ªcil separar amistad de amor¡
?No tiene alg¨²n amigo con el que no se haya acostado? S¨ª¨ª¨ª¨ª, claro¡ Los homosexuales [carcajada].
?Su relaci¨®n con la literatura fue una ayuda o un inconveniente? Las dos cosas. Yo ganaba premios literarios del Liceo Franc¨¦s. Se los dejaba a mi madre encima de la mesa para que los leyera y al d¨ªa siguiente segu¨ªan all¨ª. Me dijo que cuando hubiera escrito 1.000 p¨¢ginas se las pasara. El list¨®n estaba muy alto.
Lo contrario de la hiperpaternidad actual. S¨ª, hoy hacen un dibujote y los padres les dicen que son Picasso. Est¨¢ bien estimular, pero mentir a destajo a nuestros hijos no es serio. Ese tipo de educaci¨®n resulta en que los ni?os quieren ser famosos y quieren ganar dinero. En nuestra infancia nos aguantaban muy pocas tonter¨ªas. Nunca nos entreten¨ªan. Y nos empujaban a ser adultos.
¡°SALVO EXCEPCIONES, TODOS QUEREMOS ALARGAR LA JUVENTUD, AUNQUE EST? CLARO QUE SOLO ES POSIBLE CUANDO ERES UN PRIVILEGIADO¡±.
?C¨®mo educar con respeto y sin miedo? Yo le ten¨ªa miedo a mi madre¡, le ten¨ªa p¨¢nico. A mi padre, no. Tuve un padre y un abuelo excepcionales. Quiz¨¢ por eso estoy agradecida a los hombres. Mi abuelo viv¨ªa en el piso de arriba y yo iba mucho a comer a su casa. Ten¨ªan una chica gallega que hac¨ªa sopa de arroz y fideos. A m¨ª no me gustaban los fideos, y mi abuelo los sacaba, fideo a fideo, hasta que me quedaba solo el arroz. Con ocho a?os supe que aquello era el amor. Eso te hace pensar que la vida es algo acogedor donde se puede estar bien.
?Qu¨¦ hubiera dicho su madre de Tambi¨¦n esto pasar¨¢? Pienso que le hubiera gustado. El blog que hice durante a?os, que creo que es donde aprend¨ª a escribir, le gustaba. Un d¨ªa me dijo que ya ten¨ªa una voz, que por qu¨¦ no dejaba de hablar de tonter¨ªas y me dedicaba a algo m¨¢s serio.
Es muy catalana y escribe en castellano. Como tanta gente. Con mis padres hablaba castellano. Con mis hijos, tambi¨¦n. Con el padre de mi primer hijo, catal¨¢n.
?Est¨¢ a favor del refer¨¦ndum [de independencia]? Sin duda. Dejar¨ªan de dar la lata. La verdad es que no me importa mucho lo que salga. Si ma?ana Madrid decidiera independizarse o hacerse noruega, yo seguir¨ªa yendo al Prado un par de veces al a?o a ver mis vel¨¢zquez, que son m¨ªos. Y los dem¨¢s, que hagan lo que quieran. Creo que en el refer¨¦ndum ganar¨ªa el no.
?De qu¨¦ ha vivido hasta ahora? Trabaj¨¦ en editoriales hasta que ese mundo me dej¨® de lado y me dieron empleo en Loewe.
?De dependienta? No, en la Fundaci¨®n Loewe. Me llam¨® el se?or Loewe, Enrique, un hombre que lo ha le¨ªdo todo, y me dijo que ten¨ªan mucha presencia en Madrid, pero quer¨ªan tenerla en el mundo cultural barcelon¨¦s sin que fuera todo tan Marichalar. Son burgues¨ªas tan distintas¡ Tambi¨¦n trabaj¨¦ un a?o en Lecturas cuando lo compr¨® RBA y lo quiso convertir en Vanity Fair.
?Cu¨¢l es el secreto de su novela? Mars¨¦ dijo, y casi me muero, que transmit¨ªa verdad. Es un libro sobre c¨®mo una mujer sola se enfrenta a la muerte, al amor y a la amistad.
?Por qu¨¦ estudi¨® arqueolog¨ªa? Me pas¨¦ un a?o haciendo teatro y cursos de ingl¨¦s en Londres y mi madre me dijo que o estudiaba o trabajaba. Acababa de ver Indiana Jones decid¨ª que estudiar¨ªa arqueolog¨ªa. Esto es la frivolidad. Le pareci¨® buena idea y sigui¨® envi¨¢ndome dinero. Luego me gust¨®.
Su madre la mantuvo muchos a?os. Pero luego me puso una regla: que nunca te mantenga un hombre.
Llama la atenci¨®n que con las ofertas que tuvo tomara la decisi¨®n de publicar en la editorial Anagrama, evidentemente no motivada por el dinero. Nooo. Fue por lealtad. Es mi editorial favorita. Jorge Herralde era amigo de mi madre y considero que es el mejor editor de este pa¨ªs. Y luego hice lo mismo con Gallimard. Varias editoriales francesas pidieron la novela, pero¡ cuando Gallimard se interes¨®¡ ?Era la editorial de Camus! No pod¨ªa ni imagin¨¢rmelo.
Parece escrito todo seguido, como en estado de gracia. Mi agente [Anna Soler-Pont] me dijo que le¨ªa el blog y les parec¨ªa que ten¨ªa una novela o m¨¢s dentro de m¨ª. Le envi¨¦ el primer cap¨ªtulo y me llam¨® llorando. Pero luego tard¨¦ un a?o. Hab¨ªa momentos en que me pon¨ªa a llorar y no pod¨ªa escribir m¨¢s.
Defini¨® a su madre como su gran amor. ?Su hermano tambi¨¦n? No. Seguro que para ¨¦l fue dif¨ªcil estar en una casa con dos mujeres as¨ª.
?Qu¨¦ tipo de relaci¨®n tiene con ¨¦l? Desde que escrib¨ª el libro no nos hablamos. Me dijo que no pensaba ni leerlo. Lo lamento mucho y me gustar¨ªa recuperar la relaci¨®n con ¨¦l.
En una novela, ?es m¨¢s dif¨ªcil hablar de amor o de sexo? De sexo. Toni Morrison dice que eso sucede porque el sexo no es nada sexy. Philip Roth, al que amo, borda el sexo. Es muy f¨¢cil caer en lo pornogr¨¢fico o lo cursi. Hablar de amor es m¨¢s f¨¢cil. Describes al abuelo sac¨¢ndote los fideos y hablas de amor. Pero el sexo¡ Y eso que es un gran campo porque hay mucho por desmitificar. Para m¨ª el sexo es una forma de amor. Entre las cosas que se buscan con el sexo, una de ellas es el amor. Para m¨ª el sexo nunca ha sido como comerse un bistec.
Se han empezado a buscar localizaciones en Cadaqu¨¦s para rodar una pel¨ªcula sobre su novela. ?Dud¨®? Mucho. Ten¨ªamos tres ofertas: un espa?ol, un franc¨¦s y Daniel Burman, que es argentino, y es el que la har¨¢. Por afinidades. Creo que fue el que entendi¨® mejor el libro.
?Usted har¨¢ algo? Nada. Yo ya he hecho el libro. Me imagino el d¨ªa del estreno. A oscuras y que ponga en la pantalla: ¡°Basado en una novela de Milena Busquets¡±. ?Sabes lo que es eso? Aunque salga un churro¡
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