El ungido Trump recibe el man¨¢ petrolero de Texas
Si lo desea, ya puede crear su propia OPEP con Putin como socio
Donald Trump llega con un pan debajo del brazo. Los ge¨®logos estadounidenses informan que la formaci¨®n Permian, muy rica en crudo, situada en el oeste de Texas, tiene una reserva que supera en 20.000 millones de barriles y 16 billones de pies c¨²blicos de gas las previsiones anteriores. El yacimiento expandido (situado en Wolfcamp) est¨¢ valorado al precio actual en 900.000 millones de d¨®lares y tiene capacidad suficiente para abastecer el consumo del pa¨ªs durante tres a?os. En t¨¦rminos t¨¦cnicos, se trata de una revalorizaci¨®n (reassessment) de las reservas de Permian; este nuevo c¨¢lculo es posible porque ha mejorado la tecnolog¨ªa de extracci¨®n y porque los nuevos sondeos permiten conocer mejor la extensi¨®n del yacimiento.
Esta revalorizaci¨®n gigantesca convierte la rosa amarilla de Texas en una flor alquitranada. Tiene consecuencias energ¨¦ticas y pol¨ªticas que van m¨¢s all¨¢ del mero apuntamiento en libros de nuevas producci¨®n potencial. Significa, de entrada, que probablemente hay reservas de petr¨®leo en el mundo para los pr¨®ximos 150 a?os o m¨¢s, porque las formaciones geol¨®gicas en Oriente Medio son similares a las de Permian y porque la nueva tecnolog¨ªa permitir¨¢ extraer crudo en condiciones m¨¢s dif¨ªciles. El agotamiento de los combustibles f¨®siles, fijado pertinazmente en un plazo de 50 a?os seg¨²n las previsiones cambiantes de precios, sigue siendo una idea cierta a un plazo indefinido, pero cada vez m¨¢s lejano; deber¨ªa reconsiderarse al menos, con independencia de la prioridad indiscutible de las renovables (si pueden pagarse). Permite adem¨¢s aumentar el margen de maniobra de Washington en pol¨ªtica energ¨¦tica; el techo potencial de producci¨®n aumenta desde unos 5 millones de barriles diarios a casi 8 millones (advertencia: estas predicciones dependen del nivel de preccios en el mercado).
Es m¨¢s asombroso el efecto teol¨®gico-pol¨ªtico que puede causar el man¨¢ texano. El predicador Donald reafirmar¨¢ sin duda su convicci¨®n de que es un elegido o predestinado de Dios, como Calvino nos ense?¨® y Weber nos interpret¨®. Wolfcamp confirma el destino manifiesto del nuevo presidente: autorizar el oleoducto Keystone XL y eliminar, mediante ¨®rdenes ejecutivas, las regulaciones impuestas a las petroleras. Adem¨¢s, si lo desea, puede crear su propia OPEP con su asociado Putin y meter en cintura a saud¨ªes, iran¨ªes y venezolanos. Todo el universo conspira para que el ungido Trump cumpla con la misi¨®n que se ha impuesto.
De momento, el precio del petr¨®leo va retrasado sobre los niveles previstos. De los 60 d¨®lares por barril que marcaban los optimisstas para finales de este a?o, estamos en 47,5 d¨®lares. Todas las esperanzas (de alza) est¨¢n puestas en la reuni¨®n de la OPEP del 30 de noviembre. Las diefrencias irreconciliables entre Arabia Saud¨ª y Teher¨¢n (?o es incompatibilidad de caracteres?) permiten inferir que no habr¨¢ acuerdo. Y los dones de la naturaleza a Trump tampoco ayudan.
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