Floreros, mujeres y otros objetos de decoraci¨®n
No atendamos, no leamos ni dejemos espacio en nuestra vida a aquellas expresiones que traten a las mujeres de forma injusta
El 25 de noviembre del 2015, d¨ªa Internacional de la Eliminaci¨®n de la Violencia contra la Mujer, me sorprendi¨® en Madrid. Aprovech¨¦ para visitar la exposici¨®n que el Museo del Prado organizaba sobre el pintor franc¨¦s Jean-Auguste-Dominique Ingres. Llam¨® mi atenci¨®n la capacidad del artista galo para captar en sus retratos la psicolog¨ªa de los hombres. Sin embargo, en sus representaciones de mujeres no vi tal cosa. Es como si las mujeres para ¨¦l no tuvieran psique. O peor aun, que ¨¦sta no importara. Me dio la impresi¨®n de que, en sus cuadros, las mujeres eran solo objetos sexuales.
Iker Seisdedos publicaba un art¨ªculo relacionado con la inauguraci¨®n de esta exposici¨®n de pintura. All¨ª, el periodista explicaba c¨®mo el grupo feminista Guerrilla Girls dise?¨® un cartel con el cuadro de Ingres?La gran odalisca tocada por una m¨¢scara de gorila. En ¨¦l se le¨ªa la siguiente denuncia: "?Tienen las mujeres que estar desnudas para entrar en el (museo) Metropolitan?". En efecto, menos del 5% de las obras de la secci¨®n de arte moderno en ese museo son de mujeres, pero el 85% de los desnudos son femeninos.
Al mismo tiempo que se inauguraba esta exposici¨®n, el museo Thyssen Bornemisza de Madrid expon¨ªa Arquetipos, del pintor noruego Edward Munch. Se trata de una selecci¨®n de cuadros provenientes del Munch-museet de Oslo. La exposici¨®n estaba dividida en varias partes. Debo confesar que, viendo los t¨ªtulos de est¨¢s ¨²ltimas ¡ªmelancol¨ªa, muerte, p¨¢nico...¡ª, me sent¨ª un poco aliviado de que no trajeran la colecci¨®n completa del museo noruego.
Bromas aparte, en la exposici¨®n de Munch se expon¨ªan varios cuadros de aut¨¦nticas y malvadas mujeres devora-hombres. Cre¨ª entonces encontrar la respuesta a la pregunta de las Guerrilla Girls: Las mujeres tienen cabida en los museos sin tener que estar desnudas... siempre que sean viles, vengativas o crueles. "Viv¨ª una ¨¦poca de transici¨®n, en pleno proceso de emancipaci¨®n de las mujeres... entonces era la mujer que tentaba y seduc¨ªa al hombre, y luego le traicionaba", dec¨ªa el noruego.
Las mujeres tienen cabida en los museos sin tener que estar desnudas... siempre que sean viles, vengativas o crueles
No s¨¦ c¨®mo ser¨ªan las cosas en la Noruega de principios del siglo XX. En el resto el mundo, sin embargo, la mujer estaba muy lejos de haber alcanzado la emancipaci¨®n. Por eso me pareci¨® falsa la visi¨®n cruelmente dominante que Munch ofrece de la mujer.
Siguiendo con el encaje de la mujer en la sociedad actual, se?alemos que ¨¦stas est¨¢n hoy subrepresentadas en relaci¨®n con los hombres. Y esto en casi todos los aspectos de las sociedades europeas. En el mundo de los negocios, solo uno de cada seis socios de las mayores empresas que cotizan en bolsa son mujeres; y solo el 4% de sus presidentes son mujeres. Esto representa una p¨¦rdida de potencial econ¨®mico. Una mejor distribuci¨®n de g¨¦nero proporciona a las empresas un mejor desempe?o econ¨®mico, un ¨®ptimo proceso decisi¨®n y un mejor reflejo del mercado (el 70% del consumo mundial es realizado por mujeres). Adem¨¢s, el envejecimiento de la poblaci¨®n requiere la incorporaci¨®n de la mujer al mercado de trabajo.
Las noticia m¨¢s le¨ªda de muchos peri¨®dicos hace unos meses era una cr¨ªtica feroz al sorprendente cambio f¨ªsico de una actriz americana. Hoy, si las actrices de cine acuden a la cirug¨ªa est¨¦tica para lucir j¨®venes y guapas, determinadas publicaciones (demasiadas) las ridiculizan hasta la humillaci¨®n. Pero si estas actrices no lucen j¨®venes, no las contratan para hacer pel¨ªculas. A la vez, muchos de los actores de su misma generaci¨®n ven como, con el pasar de los a?os, su cach¨¦ aumenta (a la vez que sus tripas y sus calvas, frecuentemente). Entonces: ?Por qu¨¦ algunos se empe?an en definir la val¨ªa de las mujeres en funci¨®n de su imagen? "En cien a?os, todos calvos" dice el proverbio espa?ol: Apostar por la imagen a largo plazo es apostar a perder. Es injusto y contra-producente.
Si las actrices de cine acuden a la cirug¨ªa est¨¦tica para lucir j¨®venes y guapas, determinadas publicaciones (demasiadas) las ridiculizan hasta la humillaci¨®n
Hay afirmaciones y publicaciones que pueden resultar peligrosas. Hace poco se cumpl¨ªan 50 a?os de la primera edici¨®n de la novela de Nabokov Lolita. Es la historia de un hombre capaz incluso del asesinato para vivir una pasi¨®n ped¨®fila.
Algunos ven en el libro un canto a la libertad m¨¢s all¨¢ de toda ¨¦tica. Pero la falta de moral la convierte en una novela de alguna manera peligrosa: Mentes inexpertas pueden err¨®neamente tomar por aceptable lo que no fue condenado. De la misma manera, textos que reducen a las mujeres pueden resultar peligrosos porque fomentan injusticias. La peligrosidad de determinados textos obligan quiz¨¢s a considerarlos de manera particular.
Hace poco le¨ªa la obra de teatro de Albert Camus Los justos. En ella y en nombre de la justicia, sus protagonistas cometen un crimen atroz. La conclusi¨®n del libro es que, las virtudes, llevadas al extremo, pueden transformarse en atrocidades. La libertad (y la libertad de expresi¨®n) constituyen grandes logros para las sociedades que disfrutan de ellas. Por eso deben ser usadas responsablemente.
Lo que hace grandes a las obras de los genios del arte son sus numerosas facetas. Disfrutemos de aquellas instructivas pero no olvidemos que algunas de estas facetas resultan reprobables. ?Y que decir del periodismo que reduce a las mujeres a simples objetos de decoraci¨®n? Es irresponsable. No nos resignemos. No aceptemos a aquellos que no usan la libertad de expresi¨®n correctamente: No atendamos, no leamos ni dejemos espacio en nuestra vida a aquellas expresiones que traten a las mujeres de forma injusta.
Miguel Forcat Luque es economista y trabaja para la Comisi¨®n de la Uni¨®n Europea. Este art¨ªculo no refleja necesariamente el punto de vista de la instituci¨®n para la que trabaja. El prop¨®sito de este art¨ªculo no compromete la responsabilidad de esta instituci¨®n.
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