La cooperaci¨®n para el desarrollo, en el punto de mira
El encuentro de la Alianza para una Cooperaci¨®n para el Desarrollo Eficaz es una oportunidad para rechazar la degradaci¨®n de la ayuda
Estamos en una ¨¦poca de grandes convulsiones a nivel global. Como cualquier madre, me siento intranquila acerca del futuro de mis hijos. Me preocupa la repentina inestabilidad del sistema en que confi¨¢bamos para resolver disputas de manera pac¨ªfica o para preservar los derechos humanos universales.
Pero creo firmemente que nada est¨¢ fuera de nuestro alcance si, como ciudadanos y ciudadanas, trabajamos juntos para conseguirlo. Pienso que estamos en un punto del camino donde debemos intentar activamente influir en los acontecimientos con el fin de fortalecer nuestras relaciones, en lugar de hacerlas trizas.
Desigualdad, cambio clim¨¢tico, y conflictos armados est¨¢n obligando a millones de personas a abandonar sus hogares. Pero estas amenazas se est¨¢n confrontando con ¡°anti-respuestas¡± como el nacionalismo, el cierre de fronteras, mentiras y odio. Dentro de este discurso tan t¨®xico escuchamos tambi¨¦n voces que reclaman recortar el gasto en las personas m¨¢s vulnerables del planeta.
La cooperaci¨®n para el desarrollo entre naciones es de vital importancia porque conforma uno de los pilares sobre los que se sustenta la paz, la prosperidad y los derechos humanos compartidos por todos y todas. La cooperaci¨®n al desarrollo es uno de los ant¨ªdotos contra el veneno de la xenofobia.
Durante los ¨²ltimos 20 a?os, el mundo ha presenciado una dr¨¢stica reducci¨®n de la pobreza, impulsada principalmente por el crecimiento de China, pero gracias tambi¨¦n a esfuerzos colectivos como los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Sin embargo, la ret¨®rica y los acontecimientos recientes amenazan con detener estos avances.
En lugar de promocionar la asistencia financiera a los pa¨ªses en desarrollo ¡ªen un momento con la peor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial, unos niveles galopantes de desigualdad y frente al a?o m¨¢s caluroso del que se tiene registro¡ª, observamos la congelaci¨®n de los fondos de ayuda a nivel global, y serios recortes en un buen n¨²mero de donantes tradicionales.
La ayuda se est¨¢ rebajando tanto en cantidad como en calidad. Los donantes utilizan cada vez m¨¢s sus fondos para promover intereses de su sector privado y, peor a¨²n, para bloquear el acceso a sus costas a las personas que tratan de escapar de la guerra y la injusticia. Esto se opone frontalmente a lo que la ayuda deber¨ªa ser: una herramienta para sacar de la pobreza a las comunidadesy para fortalecer la capacidad de los pa¨ªses para liderar su propio desarrollo.
Los pa¨ªses donantes y receptores se comprometieron en cumbres como las de Par¨ªs, Accra o Busan a respaldar una serie de principios relacionados con la cooperaci¨®n para el desarrollo y la eficacia de la ayuda.
Pero lo cierto es que est¨¢n fracasando.
Los donantes necesitan hacer m¨¢s para ayudar a los pa¨ªses a mejorar la predictibilidad de sus presupuestos
El ¨²ltimo informe de la Alianza Global para una Cooperaci¨®n para el Desarrollo Eficaz (GPEDC por sus siglas en ingl¨¦s) muestra que solo el 51% de la ayuda internacional se destina a instituciones estatales del pa¨ªs receptor. Esto significa que los pa¨ªses donantes est¨¢n obviando de forma muy notoria a las mismas instituciones que ellos prometieron vigorizar.
Adem¨¢s, el progreso en desligar la ayuda se ha estancado desde 2009. Formalmente, los donantes todav¨ªa entregan aproximadamente el 20% de su ayuda con condiciones, y muchos donantes est¨¢n enviando se?ales de profundizar en esta tendencia.
Es cierto que los donantes han hecho algunos avances. Han mejorado su rendici¨®n de cuentas a organismos como la Iniciativa por la Transparencia de la Ayuda Internacional. Han trabajado por poner la informaci¨®n a disposici¨®n del p¨²blico, de forma puntual y comprehensiva, de esta forma los donantes incrementar¨¢n la legitimidad de la cooperaci¨®n al desarrollo.
Sin embargo, los pa¨ªses donantes todav¨ªa necesitan hacer m¨¢s para ayudar a los pa¨ªses a poner en pr¨¢ctica de forma eficaz esta nueva informaci¨®n y tambi¨¦n mejorar la predictibilidad de sus presupuestos. Es muy dif¨ªcil para un pa¨ªs fortalecer sus programas de desarrollo si no est¨¢n seguros acerca de los recursos de que van a disponer o cu¨¢ndo los van a recibir.
Creo que es particularmente necesario para un correcto desarrollo que un pa¨ªs cuente con una sociedad civil fuerte. Mis propios valores vitales fueron, en buena medida, moldeados por mi madre, quien apoyaba a las asociaciones de mujeres en mi pueblo. Las mujeres fueron capaces de organizarse y permanecer juntas. Lo que m¨¢s me impresion¨® de su trabajo fue el empoderamiento para reafirmar sus derechos, y los derechos de las ni?as, ya fuera para acceder a la educaci¨®n o para heredar la propiedad que les correspond¨ªa.
La actividad de las ONG locales, los grupos de derechos, los movimientos feministas o los sindicatos es importante tanto para ayudar a la poblaci¨®n local a organizarse por s¨ª misma, como para hacer a los gobiernos y los donantes responsables del cumplimiento de sus promesas.
Sin embargo, desde 2012, 75 pa¨ªses han aprobado 156 leyes y normas que espec¨ªficamente restringen nuestras libertades, como por ejemplo la de asociaci¨®n o reuni¨®n. Este estrangulamiento del espacio civil est¨¢ minando el contrato social entre la ciudadan¨ªa y los estados.
A menos que activamente cambiemos el curso de los acontecimientos nos arriesgamos a dejar a millones de familias detr¨¢s, mientras cada vez es m¨¢s dif¨ªcil alcanzar la seguridad econ¨®mica y se deterioran la democracia y los derechos.
El Encuentro trazar¨¢ el modo en que el mundo puede preservar el derecho de los pa¨ªses para tomar sus propias decisiones de desarrollo
Esta semana, l¨ªderes de todo el mundo se reunir¨¢n en Nairobi para debatir el futuro de la cooperaci¨®n para el desarrollo en el II Encuentro de Alto Nivel de la GPEDC. Es una gran oportunidad para rechazar la degradaci¨®n de la ayuda. Lo que ah¨ª se decida puede afectar a la vida de millones de personas, para mejor o para peor.
El Encuentro trazar¨¢ el modo en que el mundo puede preservar el derecho de los pa¨ªses para tomar sus propias decisiones de desarrollo y defenderse de los ataques de las leyes que limitan sus libertades, en especial las de mujeres y ni?as.
El Encuentro marcar¨¢ un antes y un despu¨¦s en la forma en que la cooperaci¨®n para el desarrollo puede luchar contra la evasi¨®n fiscal y asegurar que las inversiones del sector privado responden a las necesidades de las poblaciones m¨¢s vulnerables.
Hay mucho en juego.
Oxfam y nuestros aliados estaremos trabajando duro en este Encuentro para asegurarnos que regresamos al camino correcto por el que garantizar que todos y todas, en especial los m¨¢s vulnerables, tengan la parte de prosperidad que les corresponde. La necesidad de levantarse en defensa de la justicia y la protecci¨®n de los vulnerables nunca ha sido m¨¢s importante que ahora.
Winnie Byanyima es directora ejecutiva de Oxfam Internacional
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