12 ideas de ¨²ltima hora para hacer este puente en Espa?a
Vale, lo s¨¦. Otro a?o m¨¢s has dejado para el final qu¨¦ hacer este puente. Aqu¨ª van 12 lugares y rutas por Espa?a a los que puedes ir en tu propio coche aunque no tengas reserva previa
A estas alturas billetes a¨¦reos bonitos y baratos deben quedar m¨¢s bien pocos. Si eres de los que lo dejan todo para ¨²ltima hora y no hab¨ªas planificado nada para este enorme puente, aqu¨ª va una docena de ideas para hacer por Espa?a que no necesitan reserva previa. Solo tienes que coger tu propio coche y ponerte en movimiento.
1. De pintxos por las tres capitales vascas
Tapas, buenas tapas, las encuentras en muchas barras de bar espa?olas. Pero si hay un sitio donde la tapa -m¨¢s bien el pintxo- se ha sublimado hasta la categor¨ªa de arte es el Pa¨ªs Vasco. Esas barras son altares alargados que rinden culto a la cocina en miniatura. El tapeo es un factor socializante, el placer de comer en compa?¨ªa, de la tertulia, de la conversaci¨®n y la francachela amistosa. Y no hay mejor manera de entender el car¨¢cter del pueblo vasco que salir pintxos a mediod¨ªa o una noche por el casco antiguo de cualquiera de sus tres capitales.
En San Sebasti¨¢n la zona de pintxos por excelencia es ¡°lo viejo¡±, el casco antiguo, encajado entre el Bulevar y el monte Igueldo. En Bilbao, lo viejo son ¡°las Siete Calles¡± (Somera, Artecalle, Tender¨ªa, Belosticalle¡) y el entorno de la Plaza Nueva. En Vitoria, como en todo el Pa¨ªs Vasco, comer bien no es un capricho sino una necesidad. La calle peatonal de Eduardo Dato est¨¢ repleta de bares de pintxos, como casi todas las del Ensanche.
2. Senderismo por Calblanque (Murcia)
El Parque Natural de Calblanque, en el litoral de Cartagena, es sin¨®nimo de luz mediterr¨¢nea, de temperaturas c¨¢lidas y cielo infinito. Un largo arenal abierto a los vientos de Poniente y segmentado por varias calas que encajan como elipses doradas entre los negros roquedos de la sierra costera murciana. Todo un modelo de ecosistema mediterr¨¢neo sin contaminar, y a solo unos kil¨®metros de las torres de apartamentos de La Manga del Mar Menor. Adem¨¢s, la zona es un importante h¨¢bitat para numerosas aves, como cig¨¹e?uelas, garcetas, chorlitejos, flamencos, achibebes y avocetas. Una senda que nace en Cala Reona (cerca de Cabo de Palos) permite recorrer a pie todo este frente marino privilegiado y a salvo del ladrillo. La ruta acaba en Portm¨¢n. Tiene 21 kil¨®metros y un desnivel de 575 metros. No es circular, por lo que hay que prever dos coches.
3. Ruta del vino por La Rioja Alta
Destierre la asociaci¨®n de ideas entre bodega y lugar peque?o y l¨²gubre. Hoy en La Rioja las bodegas que se precien tienen un en¨®logo de referencia¡ y un arquitecto de fama mundial. Visitar alguna de las m¨¢s famosas bodegas de la DO es dar un paseo por lo m¨¢s rompedor de la arquitectura de vanguardia. Desde las Bodegas Campo Viejo, en Logro?o, premio Best of International 2003 de turismo del vino en arquitectura a las de Regal¨ªa de Ollauri, mismo premio en 2007, pasando por la nueva bodega de Ysios, en Laguardia, dise?ada por Santiago Calatrava. Zaha Hadid hizo para L¨®pez de Heredia (Haro) un acceso en forma de frasca o botella con el mismo glamur que una tienda de la Quinta Avenida de Manhattan. El americano Frank Gehry hace tal uso del titanio para las de Marqu¨¦s de Riscal, en Elciego, que cuesta creer que dentro se cultiven caldos y no obras de arte, como en el Guggenheim. No olvidad el Museo del Vino de Bodegas Vivanco, la segunda atracci¨®n tur¨ªstica m¨¢s visitada de La Rioja.
4. Comarca de los Pedroches (C¨®rdoba)
Situada en el extremo norte de la provincia de C¨®rdoba, lindando con Extremadura y La Mancha, esta comarca de 17 municipios con capital en Pozoblanco es una de las zonas m¨¢s desconocidas de Andaluc¨ªa. Una llanura extensa y amplia de suaves colinas a la que los ¨¢rabes llamaron Fahs al- Ballut, valle de las bellotas, por la cantidad de frutos para el ganado que produc¨ªa el bosque mediterr¨¢neo. Hoy, la dehesa de encinas sigue siendo el paisaje dominante y la ganader¨ªa su principal sustento econ¨®mico. Una comarca muy natural, con peque?os y tranquilos pueblos -como Hinojosa del Duque, El Viso o Pedroche- y zonas de alto valor ecol¨®gico, a la que su aislamiento en una esquina de Andaluc¨ªa ha permitido conservar un patrimonio, unas tradiciones y un paisaje singulares.
5. Parque minero de R¨ªo Tinto (Huelva)
De las minas de r¨ªo Tinto se ha estado extrayendo cobre y hierro desde la Antig¨¹edad. Una colosal riqueza subterr¨¢nea en torno a la cual los romanos montaron una gran industria aunque el apogeo comercial del r¨ªo Tinto lleg¨® en el siglo XIX, cuando la entrada de capital brit¨¢nico convirti¨® a Huelva en la primera productora de cobre del mundo. Pero la ¨¦poca dorada de la miner¨ªa acab¨® y el abandono y el olvido se hicieron presentes en los pozos. Hoy, los castilletes, las cortas a cielo abierto, los trenes que acarreaban mineral y los poblados mineros se han reconvertido en un parque tur¨ªstico en torno a la industria minera. El antiguo hospital ingl¨¦s se ha transformado en un museo. Bajo ¨¦l se ha recreado una mina romana del siglo I. Hay visitas guiadas a la galer¨ªa subterr¨¢nea y el viejo tren vuelve a recorrer el paisaje rojizo y marciano de r¨ªo Tinto, pero con pasajeros a bordo en vez de con pirita. La visita m¨¢s impactante es a la Corta Atalaya, la mina a cielo abierto m¨¢s grande del mundo, con 300 metros de profundidad.
6. Castillo de Loarre (Huesca)?
El primer impulso de la mayor¨ªa de visitantes que llega al castillo de Loarre es dar unos golpecitos con los nudillos en la fachada para comprobar que es de verdad y no un decorado de cart¨®n-piedra. Pero en efecto: es real. Y los nudillos se resienten al chocar contra la dura siller¨ªa de roca caliza levantada en el siglo XI por el rey navarro Sancho el Mayor para fortificar la inestable frontera pirenaica frente al enemigo musulm¨¢n de la llanura oscense. De forma milagrosa este castillo altivo y solitario sobre un espol¨®n de roca del prepirineo ha llegado a nuestros d¨ªas como el mejor ejemplo de arquitectura civil y militar rom¨¢nica, con un grado de conservaci¨®n que levanta envidias. En ¨¦l se han rodado numerosas pel¨ªculas, entre ellas The kingdom of heaven, de Ridley Scott, o Miguel y William, de In¨¦s Par¨ªs. Cerca del castillo quedan los Mallos de Riglos, otro lugar muy interesante para hacer una escapada este puente.
7. Alca?¨ªz y el Bajo Arag¨®n (Teruel)
Segunda ciudad en poblaci¨®n de la provincia de Teruel y capital del Bajo Arag¨®n -una de las comarcas m¨¢s interesantes de la comunidad aut¨®noma- Alca?iz es tambi¨¦n uno de los grandes pueblos monumentales de Espa?a. Su castillo es la memoria en piedra de la Orden de Calatrava, que tuvo gran implantaci¨®n en la comarca. La fortaleza a¨²n domina la poblaci¨®n desde un alto. Aunque sus or¨ªgenes se sit¨²an en el siglo XII, su evoluci¨®n nos habla del desarrollo de la t¨¦cnica constructiva hasta reunir a casi todos los estilos posibles, desde el rom¨¢nico al renacimiento tard¨ªo. En la actualidad es un Parador de Turismo. Abajo, diseminadas por el casco urbano podemos ver numerosas joyas arquitect¨®nicas del siglo XVI, como el Ayuntamiento, el edificio renacentista m¨¢s notable de la comarca. Formando un ¨¢ngulo con ¨¦l est¨¢ la Lonja, una logia g¨®tica en forma de soportal porticado en el que se celebraban los mercados p¨²blicos.
8. Ruta por los pueblos monumentales de Guadalajara (Pastrana, Atienza, Brihuega)
Brihuega es pueblo coqueto y monumental, una de las referencias de La Alcarria. Lo primero que se descubre al llegar a Brihuega es el castillo de la Pe?a Bermeja, visible desde cualquier esquina. Pero buena parte del pueblo se desarrolla en otro plano: el subterr¨¢neo, porque est¨¢ horadado por numerosas cuevas que serv¨ªan de almacenes y bodegas. Pastrana debe su nombre y su esplendor a los duques de Pastrana, los se?ores feudales que durante varios siglos hicieron de esta localidad alcarre?a una segunda corte donde cocinar asuntos de estado. Su palacio a¨²n preside la agradable plaza de la Hora. En Atienza destaca de entre todos los templos que a¨²n quedan en pie el de San Gil, en la parte baja y humilde del pueblo, convertido ahora en museo de arte sacro.??
9. Isla de Tabarca (Alicante)
Visitar esta isla alicantina en verano es un suplicio, porque est¨¢ siempre atiborrada de gente. Pero el puente de diciembre puede ser una buena oportunidad para descubrir el lugar y disfrutarla en silencio, sin turistas. En una tarde soleada de invierno, Tabarca se transforma en un lugar m¨¢gico. La nostalgia se apodera de sus piedras gastadas, de sus muros inconclusos, de sus calas de arenisca afilada por la erosi¨®n. Quedan abiertos algunos bares y restaurantes donde probar un calamar de potera a la plancha o un caldero tabarqu¨ª. Lugares donde los escasos parroquianos dejan pasar el tiempo con indolencia, ajenos al bullicio de la costa de enfrente, que pese a estar a solo 11 millas, parece quedar a a?os-luz en el tiempo.
10. N¨²ria y su tren cremallera
Un tren parte desde la estaci¨®n de Ribes de Fresser, en el Pirineo de Girona. Pero no es un tren cualquiera. Es el ¨²nico tren cremallera de Espa?a. Su destino es el valle de N¨²ria, uno de los m¨¢s bellos del Pirineo catal¨¢n y el ¨²nico al que no sube ninguna carretera. La ¨²nica forma de acceder al coraz¨®n de N¨²ria es a pie o en este curioso tren, inaugurado en 1928 y completamente reformado y renovado hace un par de d¨¦cadas. En total salva 12,5 kil¨®metros y un desnivel de 1.000 metros. El valle de N¨²ria es un circo glaciar rodeado de monta?as que superan los 2.500 metros de altitud. Entre ellas destaca el Puigmal, que con sus 2.913 metros, es una de las cimas se?eras de toda Catalu?a.
11. Casco hist¨®rico de Girona
Un pa?o de fachadas de suaves color pastel se alinea a lo largo de la ribera del r¨ªo Onyar. Es una de las m¨¢s pintorescas fotograf¨ªas de Girona, una ciudad llena de historia y rincones encantadores. Las casas coloreadas fueron construidas en el siglo XIX para reemplazar los trozos de muralla derribados por los franceses. Pero mucho antes, una comunidad jud¨ªa viv¨ªa en laber¨ªnticos barrios intramuros, llenos de escaleras y callejuelas, hoy restauradas. Es la juder¨ªa de Girona, una de las mejor conservadas de Espa?a. Entre todo este amasijo hist¨®rico hay tambi¨¦n protagonismo para los ba?os ¨¢rabes (de finales del XII), una catedral que mezcla el g¨®tico y el barroco y piedras que pertenecieron a la V¨ªa Augusta, la calzada romana que un¨ªa Tarragona con Roma. Un museo de historia al aire libre.
12. Zafra (Badajoz)
Zafra, la capital del sur pacense, es una ciudad monumental cuya vida social gira en torno a dos plazas: la Grande y la Chica. Dos burbujas urbanas, porticadas y contiguas, llenas de casas enjalbegadas, palacetes, balcones de forja, soportales y terrazas al aire libre donde locales y forasteros aprovechan cualquier rayo de sol para disfrutar de una buena tertulia y un buen aperitivo. Se le ha llamado Sevilla la chica, pero tiene suficiente entidad como para no necesitar la comparaci¨®n. La ciudad puede ser una buena base para, desde all¨ª, hacer una ruta por el sur de la provincia de Badajoz visitando otras localidades con mucho encanto como Jerez de los Caballeros, el monasterio de Tentud¨ªa y el teatro romano de Regina.
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