La Unesco premia la inmensa imaginaci¨®n de los seres humanos
El Patrimonio Inmemorial refleja la creatividad en la b¨²squeda de soluciones a problemas compartidos
Las Fallas de Valencia, la caza con halcones, el yoga, una danza kazaja, la cultura de la cerveza en B¨¦lgica, un festival de viticultores en Suiza, el carnaval de El Callao en Venezuela, el teatro de marionetas de Chequia y Eslovaquia, el plato oshi palav de Tayikist¨¢n, el merengue o la rumba, la festividad de a?o nuevo (Nuruz), en una serie de pa¨ªses de Asia que van desde Ir¨¢n hasta India, o las cooperativas en Alemania son algunos de los elementos que la pasada semana la Unesco ha declarado Patrimonio Inmemorial.
Resulta dif¨ªcil encontrar un t¨¦rmino m¨¢s preciso para agrupar la inmensa variedad de manifestaciones del genio humano que reconoce la ONU cada a?o. De hecho, la Organizaci¨®n de Naciones Unidas para la Cultura y la Educaci¨®n recomienda utilizar la palabra elementos porque, seg¨²n explica una portavoz de la organizaci¨®n, "no se inscribe una cosa, sino el arte de hacerla (por ejemplo: no la cerveza, sino la cultura cervecera)". En total, la lista de Patrimonio Inmaterial alberga 336 elementos, que reflejan la inmensa imaginaci¨®n de los seres humanos, su capacidad para convertir en arte su relaci¨®n con el mundo, desde el silbo gomero hasta el flamenco o la dieta mediterr¨¢nea.
El Patrimonio Inmaterial es una creaci¨®n de este mismo siglo porque resultaba cada vez m¨¢s evidente que una parte muy importante de lo que somos se quedaba fuera si la Unesco proteg¨ªa solamente lugares f¨ªsicos. Por otro lado, la revoluci¨®n tecnol¨®gica podr¨ªa arrinconar algunas formas no solo de expresi¨®n, sino tambi¨¦n de relaci¨®n social, y resulta necesario luchar para que sigan teniendo lugar en un mundo de pantallas omnipresentes e invasoras.
Algunas de las inscripciones pueden parecer un poco extra?as, pero si se juntan todas, como los puntos en un dibujo que nunca acabaremos de completar, nos damos cuenta de la inmensa diversidad de lo que somos, pero tambi¨¦n de lo que nos une, de las extraordinarias soluciones que hemos ido encontrando a lo largo de nuestra historia para lidiar con los problemas que teje la vida.
Las Fallas, por ejemplo, es una fiesta que anuncia el principio de la primavera. El Nuruz, el a?o nuevo centroasi¨¢tico, se celebra en fechas muy similares, a finales de marzo, y tiene tambi¨¦n como objetivo la renovaci¨®n, la voluntad de empezar de cero (uno de los posibles or¨ªgenes de las Fallas se encuentra en la quema de los restos de madera de los carpinteros para limpiar sus talleres). La m¨²sica, las diferentes formas de teatro tradicional o las celebraciones populares, relacionadas con las estaciones y, por tanto, con las cosechas y el ciclo de la existencia, son manifestaciones de las mismas soluciones y de los mismos deseos.
El primer a?o en que se estableci¨® el Patrimonio Inmaterial, 2008, entre los muchos elementos inscritos estuvieron el teatro Kabuki de Jap¨®n y el teatro de Marionetas de Sicilia, separados por miles de kil¨®metros y unidos por la misma historia fundamental de la humanidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.