?Qui¨¦n mata a los defensores?
Las FARC saben que algunos de sus miembros desmovilizados ser¨¢n asesinados
Mientras pol¨ªticos y expertos constitucionales debaten c¨®mo transformar en leyes el contenido del Acuerdo de Paz aprobado por el Congreso colombiano, 57 defemiles nsores de los derechos humanos han sido asesinados a lo largo de 2016. Es una cifra alarmante que aporta el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, pero es probable que sea a¨²n mayor.
Seg¨²n los datos del a?o pasado, uno de cada tres defensores de derechos humanos asesinados en el mundo era colombiano.
La gran mayor¨ªa de las v¨ªctimas son activistas en zonas rurales. Muchos son agricultores pobres que tratan de recuperar sus tierras tras haber sido desplazados, o activistas ambientales que luchan contra proyectos mineros o agroindustriales que usurpan su medio de vida.
La Fiscal¨ªa vincula a las v¨ªctimas con actividades ilegales o los considera activistas que tratan de llenar el vac¨ªo de poder dejado por las FARC, pero los defensores de derechos humanos no comparten estas tesis.
?Qui¨¦n los est¨¢ matando y por qu¨¦? A pesar de la magnitud de los asesinatos, no est¨¢ claro. No obstante, hay algunos elementos comunes.
Muchas v¨ªctimas pertenecen a la izquierda pol¨ªtica. Desde 2012, 126 miembros de Marcha Patri¨®tica han sido asesinados, seg¨²n las estad¨ªsticas que maneja la propia organizaci¨®n. Este horror recuerda un exterminio anterior: el sufrido durante los a?os ochenta por miles de integrantes del partido de izquierdas Uni¨®n Patri¨®tica a manos de una coalici¨®n de militares y paramilitares.
Al igual que Marcha Patri¨®tica hoy, la Uni¨®n Patri¨®tica fue vista como un puente potencial para que los combatientes pasaran de perseguir sus objetivos pol¨ªticos a trav¨¦s de las armas para formar parte de un partido pol¨ªtico.
A diferencia de aquel entonces, la mayor¨ªa de las fuerzas armadas apoya hoy el proceso de paz y el plan de las FARC para transformarse en un movimiento pol¨ªtico que persiga sus objetivos con medios democr¨¢ticos y no militares. Aunque las autoridades sostienen que no existe un plan organizado para exterminar a los movimientos pol¨ªticos de izquierdas como Marcha Patri¨®tica, s¨ª hay indicios de que quienes est¨¢n detr¨¢s de los asesinatos son algo m¨¢s que simples criminales.
Detr¨¢s de las amenazas y los asesinatos existe un claro inter¨¦s pol¨ªtico por continuar con el actual conflicto armado, propiciado por un Estado de derecho d¨¦bil que permite mantener la tierra robada a las comunidades campesinas y la impunidad casi completa de los cr¨ªmenes.
Las autoridades colombianas deben tomarse muy en serio los ataques contra movimientos como la Marcha Patri¨®tica, no solo para proteger el derecho de la ciudadan¨ªa a organizarse en movimientos pol¨ªticos, sino tambi¨¦n porque los combatientes de las FARC temen desmovilizarse cuando ven que perseguir sus metas a trav¨¦s de un movimiento pol¨ªtico implica graves riesgos de muerte.
Colombia tiene una larga historia de asesinatos de l¨ªderes de izquierda y las FARC saben que algunos de sus miembros ser¨¢n asesinados. La cuesti¨®n es saber si ser¨¢n pocos o muchos los combatientes desmovilizados que acaben asesinados. Si los riesgos se consideran significativos, muchos combatientes podr¨ªan negarse a desmovilizarse o intentar unirse a otros grupos armados ilegales. En otras palabras, el asesinato de defensores de derechos humanos y opositores pol¨ªticos pone en peligro el proceso de paz.
Ir¨®nicamente, parte de la soluci¨®n a este aumento de los ataques contra defensores de los derechos humanos radica en su causa: los acuerdos de paz. Muchas de las personas asesinadas fueron encargadas de trabajar por la paz a nivel local tratando de convencer a sus seguidores de que se involucraran en el proceso y reclamaran sus derechos como v¨ªctimas, por ejemplo para recuperar sus tierras y conocer la verdad sobre los cr¨ªmenes.
El autor
Thomas Mortensen (@thfomo) es coordinador de InspirAction en Colombia, una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro presente en Espa?a desde 2009, apoyada por la oeneg¨¦ internacional Christian Aid.
InspirAction se dedica a la incidencia pol¨ªtica y a la sensibilizaci¨®n sobre la pobreza.
La buena noticia es que los Acuerdos de Paz incluyen mecanismos especiales para proteger a los defensores de los derechos humanos. Uno de estos mecanismos es el establecimiento de un Comit¨¦ de Seguridad Nacional, presidido por el Presidente, para supervisar la seguridad y proporcionar orientaci¨®n pol¨ªtica. Otra instituci¨®n nueva es un organismo independiente de la Fiscal¨ªa, que vigilaremos muy de cerca, para investigar la delincuencia organizada, incluidos los casos en que existen v¨ªnculos con servidores p¨²blicos. Si las autoridades consiguen abordar la impunidad abriendo investigaciones penales y sancionando a quienes est¨¢n detr¨¢s de los cr¨ªmenes, ser¨¢ un paso decisivo para acabar con los asesinatos y ayudar¨¢ a legitimar el proceso de paz.
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