C¨®mo salir de la frustraci¨®n con el principio de reacci¨®n positiva
Si quieres salir del atolladero, tu estado de ¨¢nimo es tu prioridad
Cuando tienes la sensaci¨®n de darte golpes contra un muro corres un riesgo invisible: agotar tu dep¨®sito de reacci¨®n positiva, que te ayuda a recuperarte y a lograr lo que deseas. La buena noticia es que se puede evitar e, incluso, prever. Veamos c¨®mo.
Hay personas que van a una entrevista de trabajo como si fueran al matadero. Han pasado por tantos ¡°no¡± que inconscientemente piensan: ¡°ser¨¢ otro no¡±. Act¨²an con esa sensaci¨®n de fondo y despu¨¦s no consiguen el trabajo. El resultado le da un nuevo argumento para confirmar que ellos ten¨ªa raz¨®n, que era un ¡°no¡± de partida. Y puede que hubiera un mejor candidato, que su perfil no se ajustara o quiz¨¢ que su actitud tampoco le ayud¨®. Esto mismo ocurre cuando queremos encontrar una nueva pareja, lanzar un proyecto, aprender un idioma o cualquier cosa que se nos resiste. La frustraci¨®n continuada genera residuos invisibles que se van acumulando, nos van llenando de energ¨ªa negativa y al final conseguimos que cualquiera que se acerque a nuestro alrededor quiera salir escopetado. El motivo es sencillo: nuestro dep¨®sito de energ¨ªa interior, es decir, nuestra actitud y fuerza con la que vivimos las cosas, impacta en la reacci¨®n que tenga el resto hacia nosotros. Esta relaci¨®n podr¨ªamos denominarla como el principio de reacci¨®n positiva: yo estoy bien, el otro tiene m¨¢s probabilidades de estar tambi¨¦n bien (esta relaci¨®n no significa que sea inmediata, sino que ayuda enormemente).
Nuestra actitud y fuerza con la que vivimos las cosas, impacta en la reacci¨®n que tenga el resto hacia nosotros
Un comercial amargado tendr¨¢ menos probabilidades de vender que otro que est¨¦ ilusionado. El producto puede ser el mismo, pero la actitud con la que lo cuenta influye en las ganas del comprador. Y todos lo hemos vivido desde una tienda a un restaurante. En algunos te hacen sentir como un rey y la tarjeta de cr¨¦dito reluce con fuerza y en otros deseas salir lo antes posible (y contigo tambi¨¦n tu tarjeta de cr¨¦dito). Por ello, no es que esta crisis econ¨®mica haya dejado un sinf¨ªn de conversaciones ¨¢cidas y quejumbrosas, que lo ¨²nico que atraen es precisamente de lo que tanto se quejan: no lograr los resultados. El principio de reacci¨®n positiva se apoya en una premisa: la actitud con la que abordamos los desaf¨ªos condiciona los resultados. Henry Ford lo resum¨ªa maravillosamente: ¡°Si crees que puedes, tienes raz¨®n; y si crees que no puedes, tambi¨¦n tienes raz¨®n¡±. Entonces, ?qu¨¦ podemos hacer?
Primero, tomar conciencia: la frustraci¨®n acumulada o las heridas mal cerradas tienen impacto en nuestro futuro e incluso en aquello en lo que inicialmente no estaba ni relacionado. Como cuando a alguien le va mal en el trabajo, llega a casa cabreado, tiene broncas y, al final, tambi¨¦n tiene problemas con la pareja. La frustraci¨®n en alguna de las dimensiones de nuestra vida tiene impacto en otras. Por ello, identifiquemos se?ales que nos advierten que no estamos bien como un enfado constante, malhumor o falta de ilusi¨®n (l¨®gicamente, estamos hablado de situaciones no patol¨®gicas, que en ese caso requieren otras soluciones).
Segundo, aceptar nuestras emociones y vivirlas aunque sean negativas. Salir del atolladero no se resuelve llen¨¢ndonos de actitud positiva y punto. Eso solo ocurre en las teor¨ªas f¨¢ciles. Giorgio Nardone sugiere dos maneras de salir de la tristeza. Una de ellas es crear un espacio al d¨ªa para darle rienda suelta y as¨ª dejamos el resto del tiempo libre. Y otra, concentrarnos para estar muy muy tristes y parad¨®jicamente cuando lo hacemos, la cabeza se va al lado opuesto. En cualquier caso, necesitamos vivir la emoci¨®n de la que nos queremos liberar.
Un enfado constante, malhumor o falta de ilusi¨®n son se?ales que nos avisan que no estamos bien
Y tercero, crear espacios de reconstrucci¨®n para variar nuestra actitud: momentos spa personales, agradecimientos diarios aunque sean peque?os y modificar nuestra mirada. Si nos estamos dando golpes contra un muro, no vale la pena insistir, sino cambiar la estrategia para buscar una puerta.
En resumen: el principio de reacci¨®n positiva se apoya en una idea. En la medida que nosotros estemos bien, habr¨¢ m¨¢s posibilidades de generar una reacci¨®n positiva en el resto que nos ayude a conseguir nuestros objetivos. Por ello, para salir de los atolladeros, adem¨¢s de crear planes de acci¨®n y de tareas, necesitamos poner nuestro estado de ¨¢nimo como una de las prioridades a resolver.
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