Si no es falso, que lo parezca
Algunas marcas de lujo se suman al trabajo de varios artistas y flirtean con la idea de las imitaciones y la est¨¦tica de mercadillo
A la fot¨®grafa y dise?adora australiana afincada en Nueva York Ava Nirui le parec¨ªa rid¨ªculo y frustrante que las grandes marcas de moda vendiesen productos en serie que no requieren demasiada pericia ¡ªsudaderas, camisetas¡ª a precios de costura. As¨ª que empez¨® a crear h¨ªbridos: una sudadera Champion con el logo reformulado para parecer una Chanel o Versace, unas Nike disfrazadas de Dior, una camiseta Fila convertida en Fendi y hasta un m¨®vil Gucci tan falso como los famosos calzoncillos Dolce & Cabana, que se encuentran en muchos mercadillos espa?oles a 10 euros las tres unidades.
A medida que iba colgando esos frankensteins de la moda en su cuenta de Instagram (@avanope), y ganando seguidores ¡ªya va casi por los 100.000¡ª, se dio cuenta de que lo que para ella era una s¨¢tira y un divertimento para mucha gente eran prendas muy deseables, y ha acabado produci¨¦ndolas en peque?as tiradas y vendi¨¦ndolas en su propia tienda online, a unos 200 euros la sudadera.
Nirui cita como algunas de sus influencias el trabajo de Dapper Dan, el famoso sastre que vest¨ªa a los camellos de Harlem y a las estrellas del hip hop en los ochenta y noventa y que no dudaba en crear cosas como la chaqueta Louis Vuitton (fals¨ªsimo Louis Vuitton, por supuesto), adornada con logos colgantes de Mercedes Benz, o la ropa del colectivo Dipset, los raperos neoyorquinos de los primeros dosmiles que llevaban trajes hechos de bandanas o de banderas con barras y estrellas.
Ella no es la ¨²nica creadora jugando con las nociones de lo falso y lo aut¨¦ntico. El autodenominado artista Heron Preston ha llegado a ser consultor de Kanye West gracias a la publicidad que ha conseguido con piezas como sus Street Sweeper, unas Nike remezcladas con logos de Gucci similares a las zapatillas que se encuentran en Chinatown y que ¨¦l vende en su tienda (heronpreston.com) por m¨¢s de 700 euros cada par.
T¨¦cnica del bootleg
Lo cierto es que las propias marcas que ellos parodian cuando hacen, por ejemplo, unas botas Timberland estampadas con el cl¨¢sico tart¨¢n de Burberry o cuando aplican parches de Chanel de mercadillo a unos vaqueros baratos, han adoptado esa est¨¦tica del bootleg sin tapujos. Cuando Maria Grazia Chiuri mostr¨® hace menos de dos meses su primera colecci¨®n para Dior no olvid¨® poner incluso a los vestidos m¨¢s preciosistas cinturillas y tirantes en los que se le¨ªa claramente el nombre de la marca, a la manera logoc¨¦ntrica de los sujetadores Calvin Klein de los noventa. Su compatriota, Alessandro Michele, tambi¨¦n puso sobre la pasarela en su ¨²ltima colecci¨®n crucero camisetas tan obvias que parecen falsas, con el logo de Gucci estampado en dorado y subrayado por la famosa banda tricolor de la firma.
Como ya empieza a ser costumbre, Vetements, la firma francesa que lidera Demna Gvasalia, y de la que el mundo de la moda no puede parar de hablar aunque quiera, llev¨® la tendencia un paso m¨¢s all¨¢. La marca cre¨® recientemente una colecci¨®n limitada de imitaciones oficiales y las vendi¨® en un mercadillo organizado en un almac¨¦n inh¨®spito durante la Semana de la Moda de Se¨²l. Las prendas estaban inspiradas en las falsificaciones de Vetements que se venden en Corea, donde el mercado B de marcas de moda tiene una enorme potencia. En la serie se inclu¨ªan algunos de los iconos de la marca m¨¢s parodiados y copiados, como las sudaderas, las botas-calcet¨ªn que tienen un mechero a modo de tac¨®n o el impermeable, similar al que llevar¨ªa el personal de seguridad en un evento y que en el mercadillo agot¨® unidades en menos de 20 minutos. Hace un a?o, ya se hizo viral una imitaci¨®n de ese chubasquero con un logo que dec¨ªa Vetememes en lugar de Vetements y que se vend¨ªa por 80 euros, en lugar de los 500 que alcanza en eBay el aut¨¦ntico.
Lejos de perseguir judicialmente a sus imitadores, Gvasalia asegur¨®: ¡°Vetements no presentar¨¢ ninguna querella contra el chubasquero Vetememes y confiamos en que ellos se lo hayan pasado tan bien con su proyecto como nosotros haciendo nuestra ropa¡±.
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