Un grupo de investigadores revierte el envejecimiento en ratones

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Miles de millones de a?os de evoluci¨®n dieron lugar a un animal que puede llegar a vivir algo m¨¢s de 100 a?os y recorrer cien metros en menos de diez segundos. Esos l¨ªmites parecen fijados por la propia historia de nuestra especie y puede que podamos hacer poco para ampliarlos por v¨ªas convencionales. Pero adem¨¢s de sus l¨ªmites, los seres humanos desarrollaron un cerebro capaz de generar la ambici¨®n para enfrentarse incluso a su propia naturaleza.

Esta semana, un equipo internacional liderado por el investigador espa?ol Juan Carlos Izpis¨²a, profesor del Laboratorio de Expresi¨®n G¨¦nica del Instituto Salk y catedr¨¢tico extraordinario de Biolog¨ªa del Desarrollo de la Universidad Cat¨®lica San Antonio de Murcia (UCAM), ha publicado c¨®mo lograron revertir el envejecimiento en ratones con progeria, una enfermedad que provoca envejecimiento prematuro. Adem¨¢s, aplicaron el mismo sistema para reducir los efectos de la edad en los ¨®rganos de ratones sanos. En ambos casos, seg¨²n explican en un art¨ªculo en la revista Cell, tuvieron ¨¦xito. En los ratones con progeria se prolong¨® su vida un 30%. En el caso de los sanos, mejoraron problemas asociados a la edad como los cardiovasculares y se observ¨® c¨®mo mejoraba la cicatrizaci¨®n de algunas heridas.

Los investigadores no actuaron sobre las mutaciones que causan la enfermedad. En su lugar, reprogramaron una serie de marcas qu¨ªmicas que se acumulan sobre el genoma y determinaron c¨®mo se adapta nuestro organismo al entorno. Esos cambios fueron posibles gracias a un m¨¦todo empleado para convertir cualquier c¨¦lula adulta en c¨¦lula madre pluripotente, como las que tienen los embriones. Ese cambio se logra a partir de la expresi¨®n de cuatro genes conocidos como los factores de Yamanaka, el Nobel de Medicina que invent¨® el sistema.

Los cambios fueron posibles gracias a un m¨¦todo empleado para convertir cualquier c¨¦lula adulta en c¨¦lula madre pluripotente, como las que tienen los embriones

La clave del m¨¦todo publicado hoy consiste en comenzar la transformaci¨®n de las c¨¦lulas sin llegar hasta el final. De alguna manera, ser¨ªa como hacer avanzar a las c¨¦lulas hacia el estado embrionario, la juventud m¨¢xima, pero deteni¨¦ndose a medio camino. ¡°Si completamos la reprogramaci¨®n de las c¨¦lulas, manteniendo activados esos cuatro genes todos los d¨ªas, se producen tumores, pero si lo hacemos solo durante dos d¨ªas a la semana, logramos efectos positivos¡±, explica Izpis¨²a. De esta manera, la c¨¦lula rejuvenece, pero mantiene su identidad, algo que no sucede si se contin¨²a el proceso hasta que alcanza el estado de pluripotencia.

Para conseguir dar el salto de ratones a humanos, los responsables de este avance saben que no pueden manipular la expresi¨®n de unos genes. En su lugar, quieren hacerlo a trav¨¦s de mol¨¦culas, como las que est¨¢n en la base de los medicamentos que tomamos, que reproduzcan en c¨¦lulas humanas el comportamiento de los cuatro genes de Yamanaka. ¡°Encontrar un compuesto qu¨ªmico que produzca ese efecto es fundamental, porque si sabes la dosis y sabes cu¨¢ndo se debe tomar y lo has probado en animales, ser¨¢ mucho m¨¢s pr¨¢ctico que activar un gen¡±, concluye Izpis¨²a.