El elixir de la juventud

En la d¨¦cada pasada, los bi¨®logos se concentraban en el continente biom¨¦dico que hab¨ªan abierto las c¨¦lulas madre, unas c¨¦lulas con caracter¨ªsticas embrionarias ¨Ccomo la plasticidad y la capacidad de convertirse en muchos otros tipos celulares¡ª que promet¨ªan servir como una fuente de tejidos y ¨®rganos para trasplantes. Esta idea, que ya ha empezado a convertirse en una realidad en la pr¨¢ctica cl¨ªnica, recibi¨® el aval definitivo de la comunidad cient¨ªfica con el premio Nobel de Medicina de 2012, concedido a John Gurdon y Shinya Yamanaka. La Academia sueca tuvo un cuidado exquisito al galardonar tanto al padre de la clonaci¨®n (Gurdon) como al creador de una t¨¦cnica que pod¨ªa hacerla innecesaria en muchos casos (Yamanaka), pues permit¨ªa retrasar el reloj de vulgares c¨¦lulas adultas, como las de la piel, para convertirlas en c¨¦lulas madre embrionarias.

Pero la ciencia tiene a menudo carreteras secundarias inesperadas, y los cient¨ªficos est¨¢n percibiendo ahora que esas mismas t¨¦cnicas que permiten obtener c¨¦lulas madre para desarrollar tejidos en cultivo tienen otra aplicaci¨®n no menos interesante: retrasar el envejecimiento del organismo, o incluso rejuvenecerlo, como puedes leer en Materia. Aqu¨ª la met¨¢fora de retrasar el reloj se hace carne. Los experimentos son de momento en ratones, y utilizan unas t¨¦cnicas de modificaci¨®n gen¨¦tica que resultan inaplicables a las personas. Pero, cuando conoces un gen, siempre puedes buscar peque?as mol¨¦culas (candidatos a f¨¢rmacos) que modifiquen su actividad, o modulen sus efectos. As¨ª que podemos estar seguros de que pronto empezar¨¢ la b¨²squeda de un f¨¢rmaco que retrase el envejecimiento: el elixir de la juventud, esta vez en el tercer milenio, y con una ciencia muy s¨®lida detr¨¢s.

La ciencia de retrasar el envejecimiento es medicina preventiva de primera clase: alargue o no la vida, tiene una alta probabilidad de mejorar la calidad de vida, y de prevenir los jinetes del apocalipsis asociados a la edad

La esperanza media de vida sigue aumentando en los pa¨ªses occidentales a un ritmo de un par de a?os por d¨¦cada, pero la ¨¦lite m¨¦dica sabe que esta tendencia no es sostenible. Se debe sobre todo a las mejoras en el tratamiento del infarto, que son caras e ineficaces, pues no devuelven al paciente su calidad de vida perdida. La medicina del futuro inmediato tiene que ser preventiva, y esto implica un mont¨®n de educaci¨®n de la gente y de cambios de h¨¢bitos. Pero la ciencia de retrasar el envejecimiento es medicina preventiva de primera clase: alargue o no la vida, tiene una alta probabilidad de mejorar la calidad de vida de la gente, y de prevenir todos los jinetes del apocalipsis asociados a la edad, de la obesidad a la diabetes y del infarto al c¨¢ncer y la neurodegeneraci¨®n. Por ah¨ª vamos bien.

LA CIENCIA DE LA SEMANA es un espacio en el que Javier Sampedro analiza la actualidad cient¨ªfica. Suscr¨ªbete a la newsletter de Materia y lo recibir¨¢s cada s¨¢bado en tu correo, junto con una selecci¨®n de nuestras mejores noticias de la semana.