El ¨¢rbol clavado en la tierra
Hasta cu¨¢ndo aguantar¨¢ la UE las medidas autoritarias del presidente de Polonia
El Parlamento Europeo discuti¨® esta semana, por cuarta vez en este a?o, la ¡°cuesti¨®n polaca¡±: ?cu¨¢ndo, qu¨¦ paso del Gobierno de Varsovia ser¨¢ el que nos decida en la UE a decir basta? ?Ser¨¢ la ley que bajo una aparente inocencia impedir¨¢ que se ejerza el derecho de reuni¨®n previsto en su propia Constituci¨®n? ?Mejor esperar a ver el efecto de las tres leyes que someten al Tribunal Constitucional? ?A la que limitar¨¢ la entrada de periodistas en el Parlamento nacional? ?A ver qu¨¦ sucede con la nueva legislaci¨®n sobre medios de comunicaci¨®n p¨²blicos o privados? Algunos comentan la posible retirada de Polonia de la convenci¨®n de Estambul sobre violencia contra las mujeres. ?Quiz¨¢s ser¨¢ ese el momento? ?Cu¨¢l ser¨¢ el escal¨®n definitivo?
?Qu¨¦ es, entonces, esa ¡°cuesti¨®n polaca¡±? En principio se podr¨ªa definir, ni m¨¢s ni menos, que es el problema que se le plantea a la UE cuando uno de sus Estados miembros no respeta el imperio de la ley, es decir, los principios del Estado democr¨¢tico y liberal establecidos en el art¨ªculo 2 del Tratado de la Uni¨®n. Desde hace meses, la Comisi¨®n Europea y un nutrido grupo de parlamentarios investiga si se ha producido esa ruptura del principio de legalidad y si el partido en el poder, Ley y Justicia, dirigido por Jaroslaw Kaczynski (uno de los gemelos que empuj¨® a Polonia por el camino del autoritarismo) deber¨ªa ser sancionado, seg¨²n lo previsto en el art¨ªculo 7 del mismo tratado.
En el debate de esta semana, el vicepresidente de la Comisi¨®n Europea, Frans Timmermans, no dej¨® mucho espacio a la duda. Cree que en Polonia existe un enorme peligro de ¡°amenaza sistem¨¢tica contra el imperio de la ley¡±. Timmermans es un pol¨ªtico socialdem¨®crata holand¨¦s, de 55 a?os, mano derecha de Jean-Claude Juncker, que suele pronunciar discursos notables y que se siente profundamente europe¨ªsta. En esta ocasi¨®n fue casi apasionado en su respuesta al Gobierno polaco de la primera ministra, Beata Szydlo: ¡°No se trata de una Comisi¨®n de otros que toma medidas contra ustedes. Yo soy tambi¨¦n un comisario polaco en el sentido de que soy responsable ante el pueblo polaco sobre el imperio de la ley en ese pa¨ªs¡±.
La idea es perfecta: la Comisi¨®n es el espacio p¨²blico en el que opera Polonia en la UE. El problema es que ese espacio p¨²blico europeo solo tiene verdaderamente sentido en el horizonte de la integraci¨®n y que es ese horizonte el que ha desaparecido casi completamente en la ¨²ltima d¨¦cada. Hace a?os que ya nadie habla de los distintos modelos de integraci¨®n posibles. La f palabra (federalismo) suena casi como un insulto en Bruselas y ni tan siquiera Timmermans se atreve a proponer nuevos pasos en la cesi¨®n de soberan¨ªa compartida. Imposible pensar que la desaparici¨®n de ese horizonte de integraci¨®n no haya tra¨ªdo ya consecuencias: Polonia es probablemente una de ellas.
La cuesti¨®n es que si Europa no hace nada respecto a la deriva autoritaria del Gobierno polaco, si ning¨²n dirigente europeo es capaz de levantar la voz y denunciar que ese camino lleva al desastre, se estar¨¢ produciendo una cierta legitimaci¨®n intelectual de ese proceso. No se trata de repetir una y otra vez que miremos al pasado. No se trata de recordar, sino de averiguar si ese pasado se ha convertido en experiencia, en una ense?anza aprendida, o si no paramos de hablar de lo mismo, pero sin reconocerlo cuando lo tenemos delante de los ojos.
?Qu¨¦ paso del Gobierno polaco obligar¨¢ a la UE a decir basta? ?La ley sobre el derecho de reuni¨®n?
Wislawa Szymborska, la premio Nobel de Literatura polaca, cre¨® en uno de sus poemas una imagen escalofriante: ¡°?rbol clavado en la tierra, al que se aproxima un incendio¡±.
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