El ¡®Aznarazo¡¯
La carta del padre defraudado al hijo ingrato retrata a Aznar mejor que una colonoscopia
Si de algo no se puede tachar a Aznar es de falso simp¨¢tico. Su cara es un poema y quien se enga?e est¨¢ ciego. Hubo un d¨ªa entre la victoria de Rajoy en oto?o de 2011 ¡ªm¨¢s absoluta que la suya de 2000, lo que ya debi¨® de picarle hasta el tu¨¦tano¡ª y la primavera de 2013, cuando amag¨® con volver para salvar a los suyos de semejante sinsorgo, en el que nuestro hombre mut¨® de rostro. Enjuto, seco, autofagocitado por su propia vigorexia, el expresidente dej¨® de partirse la tableta con las gracias de su ahijado pol¨ªtico y adopt¨® un ce?o de dios eternamente enojado con su pueblo que daba grima verlo. Desde entonces, estupefacto ante la indiferencia cuando no el choteo de sus d¨ªscolos disc¨ªpulos a sus invectivas, el padre, que ya no patr¨®n del PP, no ha perdido ocasi¨®n de sermonear y sacarles faltas a sus ni?os. Hasta hoy, cuando en su postrer numerito de reina del drama, le dice ah¨ª te quedas al partido estando Rajoy de paseo triunfal en la ONU.
La carta del padre defraudado al hijo ingrato retrata a Aznar mejor que una colonoscopia. Unas letras a m¨¢quina con encabezado y colof¨®n a mano, como el jefe que despacha un saluda al ¨²ltimo mono de su firma, en los que se autoreivindica hasta el sonrojo ¡ª¨¦l, ¨¦l, ¨¦l¡ª y ningunea hasta el rid¨ªculo al presidente de su partido y de su Gobierno. Ni G¨¹rtel, ni Irak, ni autopistas fallidas. Superioridad moral, intelectual y de la otra. Cierto que quiz¨¢, seguro, el PP pierde una cabeza mejor amueblada que otras de su c¨²pula. Pero tambi¨¦n, me juego el tipo, que el hombre ante quien Esperanza Aguirre se acojonaba (sic) viva, debe de estar entre at¨®nito y moh¨ªno constatando que, con su portazo, ni ha temblado el Misterio de Elche, ni se ha hundido el Ibex, ni ha llovido sangre en G¨¦nova. Siempre quiso ser el ni?o en el bautizo, la novia en la boda, el muerto en el entierro. Pero el respeto no se impone, se gana. Y hay finados que tanta gloria llevan como descanso dejan.
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