Trata de seres humanos

La crisis de los refugiados y los conflictos armados que la alimentan han provocado un aumento sin precedentes de la trata de seres humanos, hasta el punto de que ya compite en volumen y actividad criminal con el tr¨¢fico de armas o de drogas. Alarmado por la situaci¨®n, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprob¨® por unanimidad el pasado 20 de diciembre, a propuesta de Espa?a, un documento en el que alerta sobre la involuci¨®n civilizatoria que representa este tr¨¢fico y la especial vulnerabilidad en que se encuentran las mujeres y las ni?as en las situaciones de conflicto y terrorismo. El Consejo insta a los pa¨ªses a tomar medidas concretas para perseguirlo y llevar a sus responsables ante la justicia.

No deber¨ªa quedar en una mera declaraci¨®n. Se estima que m¨¢s de 20 millones de personas en el mundo realizan trabajos forzados, de las que casi una cuarta parte son mujeres obligadas a prostituirse. Pero los conflictos armados de Oriente Pr¨®ximo y ?frica han propiciado la aparici¨®n de nuevas formas de esclavitud y trata de personas que la justicia internacional y los Estados deben combatir con mayor cooperaci¨®n policial y judicial.

Muchos de los refugiados que huyen se ven obligados a trabajar en condiciones de esclavitud para subsistir y su traslado es utilizado para alimentar el negocio ilegal de las mafias, del que con frecuencia tambi¨¦n se benefician quienes han provocado su huida, los grupos yihadistas. Se estima que solo en Libia, el Estado Isl¨¢mico (ISIS) recaud¨® en 2015 m¨¢s de 80 millones de euros en peajes a los migrantes. El ISIS, Boko Haram, Al Shabab y otros recurren sistem¨¢ticamente a la violencia sexual como arma de guerra y utilizan a las prisioneras como esclavas sexuales o las venden para obtener ingresos. El Estado Isl¨¢mico tiene a¨²n en su poder a m¨¢s de 3.000 mujeres y ni?as yazid¨ªes apresadas en Irak desde 2014. Esto es algo que no deber¨ªa ocurrir en pleno siglo XXI.