Espa?oles que regresan por el ¡®Brexit¡¯
Santiago Ayuso vuelve a casa por Navidad y no se plantea retornar a Inglaterra, donde ha vivido 5 a?os, porque el 'Brexit' ha vuelto el ambiente "agotador"
Este a?o Santiago Ayuso no solo vuelve a Espa?a por la Navidad. Vuelve para quedarse. Vuelve por el Brexit. Cuando se despert¨® al d¨ªa siguiente del refer¨¦ndum, el 24 de junio, y vio que la salida de la Uni¨®n Europea hab¨ªa ganado con un 52% de los votos, sinti¨® una gran tristeza. ¡°Estaba colaborando con Momentum, una campa?a que apoyaba al laborista Jeremy Corbin para el Remain?(quedarse), y fue un palo muy grande, me sent¨ª desilusionado, desolado¡±, admite. Y despu¨¦s de cinco a?os y tres meses viviendo en Bristol, decidi¨® regresar a Espa?a.
En 2011, la situaci¨®n laboral y social en Espa?a no era muy halag¨¹e?a. Fue lo que empuj¨® a este madrile?o de 33 a?os a dejar su pa¨ªs natal para instalarse y trabajar en Reino Unido. ¡°Me fui tambi¨¦n porque quer¨ªa investigar y hay que admitir que casi todos los ensayos universitarios reconocidos que se publican, se escriben en ingl¨¦s. Todo esto solo me lo pod¨ªa deparar Inglaterra¡±, asegura. Como ¨¦l hasta hace poco, unos 200.000 espa?oles viven en Reino Unido. Miles de personas vistas como ¡°amenazas¡± por muchos brit¨¢nicos que votaron a favor del ¡®Brexit¡¯.
El partido eur¨®fobo UKIP, liderado por Nigel Farage hizo una agresiva campa?a durante el refer¨¦ndum con un discurso tajante contra la inmigraci¨®n y por el control de las fronteras. ¡°?Es falso! Es falso lo que dicen sobre los trabajadores extranjeros¡±, se defiende Ayuso. ¡°Hay una contradicci¨®n en sus discursos: dicen que los extranjeros vienen a robar el trabajo y a cobrar ayudas sociales, pero el perfil de un extranjero que busca trabajar en Reino Unido es el de un joven saludable, una persona con estudios¡ pocos benefits van a sacar de la Seguridad Social. Adem¨¢s estas personas ayudan a sostener la econom¨ªa de las pensiones, porque tienen sueldos altos y pagan impuestos¡±, razona el profesor madrile?o.
Ayuso empez¨® como camarero hasta mejorar su nivel de ingl¨¦s y poder ense?ar como profesor suplente en distintos colegios. Todo iba bien, se hab¨ªa construido un c¨ªrculo de amigos y no extra?aba tanto Espa?a. Le hab¨ªa surgido la posibilidad de hacer un doctorado en Cambridge y, de haberse quedado, su novia, Sara, se hubiera ido a trabajar como nutricionista. Pero el Brexit fue la gota que colm¨® el vaso. O m¨¢s bien, ¡°la paja que rompi¨® la joroba del camello¡±, traduce Ayuso literalmente de la expresi¨®n inglesa.
Bristol, pese a que m¨¢s de un 61% de sus habitantes votaron a favor de permanecer en Europa, pas¨® de ser una tierra acogedora a una tierra extra?a, donde el joven madrile?o no se sent¨ªa bienvenido. ¡°Estaba en una clase de rugby y propuse un juego a los chavales. Uno me dijo: 'Bloody mexican, your father is dead' (maldito mexicano, tu padre es hombre muerto). Por supuesto no creo que el ni?o lo hubiera razonado como un adulto pero es bastante descorazonador. Significa que los adultos no se cortan y legitiman esta pol¨ªtica de antiinmigraci¨®n¡±, lamenta Ayuso. Y esto, a?adido al discurso xen¨®fobo y racista de algunos pol¨ªticos y al aumento de la hostilidad hacia los extranjeros, le termin¨® de convencer para volver.
De acuerdo con un informe publicado por el Gobierno brit¨¢nico, el n¨²mero de delitos de odio se dispar¨® un 41% en el pasado julio tras el refer¨¦ndum respecto al mismo mes del a?o pasado. Los amigos de Ayuso tambi¨¦n sufrieron este tipo de comentarios. ¡°Unos chavales ingleses empezaron a increpar a mis amigos en un bus. Estaban bebiendo y cantando el Brexit. Les dijeron 'fucking Spanish, go home!' (putos espa?oles, idos a casa) y que no hablaran espa?ol, porque no era su casa. Entonces en la siguiente parada mis amigos tuvieron que bajarse para evitar problemas. Al final, se crea una sensaci¨®n de pesadez, de miedo, de racismo¡ un ambiente agotador¡±, subraya Ayuso. A principios de noviembre cuando los conservadores dijeron que iban a solicitar una lista de trabajadores y de estudiantes extranjeros, se dijo: ¡±?Donde estoy viviendo?¡±. Reino Unido renunci¨® finalmente a esta medida, pero reserv¨¢ndose el derecho a hacer listas de extranjeros a t¨ªtulo confidencial y para identificar los sectores que a corto plazo podr¨ªan requerir una mayor mano de obra.
Ahora que ha vuelto, el profesor tampoco considera que Espa?a est¨¦ mejor, pero dice estar m¨¢s preparado y con ganas de formar parte del ¡°cambio¡±. Dice que con Trump en Estados Unidos, el populismo en Europa, la derechizaci¨®n de pa¨ªses como Hungr¨ªa y Polonia, y lo que se viene en Francia, siente que puede aportar a la causa de defender sus ideales humanistas. Por ahora, distribuye curr¨ªculos en colegios de la capital y visita a amigos y familiares. ¡°Vamos a estar bien, aqu¨ª va a ser mejor¡±, asegura su novia mientras aprovechan de los ¨²ltimos rayos de luz que iluminan la Puerta del Sol en una fr¨ªa tarde de diciembre.
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