Vera Rubin
Es odioso generalizar sobre los sexos, pero tambi¨¦n lo es ignorar la historia de la ciencia del siglo XX
Ha muerto Vera Rubin. Naci¨® en 1928 en Filadelfia, y no pudo ir a la Universidad de Princeton porque en los a?os cuarenta no aceptaba mujeres para estudiar Astronom¨ªa. De hecho, sigui¨® sin aceptarlas hasta 1975, cuando yo ten¨ªa 15 a?os. Pero Rubin pudo estudiar en otros centros norteamericanos menos retr¨®grados, y acab¨® haci¨¦ndose con un buen aparato astron¨®mico (espectr¨®metro) en la Instituci¨®n Carnegie de Washington. Eso le permiti¨® concluir que la F¨ªsica de su tiempo estaba mal. Como el lector podr¨¢ imaginar, esa fue una idea dif¨ªcil de sacar adelante.
All¨¢ lejos, en el cielo nocturno, camuflada entre las estrellas de la constelaci¨®n de Andr¨®meda, visible a simple vista pese a que su luz tarda dos millones y medio de a?os en llegar a nuestros ojos, se exhibe al mundo la galaxia m¨¢s pr¨®xima a nuestro arrabal del cosmos: la galaxia de Andr¨®meda, el grumo espiral de materia m¨¢s cercano, y m¨¢s similar, a la V¨ªa L¨¢ctea. Rubin la enchuf¨® con su telescopio de alta tecnolog¨ªa, y lo que vio la dej¨® perpleja.
Las galaxias no giraban de acuerdo con las leyes de Newton o de Einstein, que obligaban a las estrellas centrales a rotar mucho m¨¢s deprisa que a las exteriores. M¨¢s bien, todas las estrellas giraban al mismo ritmo. O las leyes estaban mal, razon¨® Rubin, o hab¨ªa en las galaxias un mont¨®n de materia que no pod¨ªamos ver, pero que reg¨ªa su comportamiento gravitatorio. La materia oscura.
Hoy calculamos que la materia oscura que descubri¨® Rubin da cuenta del 25% del universo; otro 70% consiste en energ¨ªa oscura, la ¡°constante cosmol¨®gica¡± que Einstein invent¨® para que el cosmos no se colapsara, y que hoy explica que se est¨¦ expandiendo de forma acelerada. Solo el 5% restante es lo que solemos llamar materia, esa cosa que estudiamos en el colegio y que constituye por entero nuestro cuerpo y nuestra mente. El hallazgo de Rubin no fue precisamente una nota al pie de la F¨ªsica. M¨¢s bien aspiraba a constituir el texto principal. Hoy seguimos sin saber qu¨¦ es la materia oscura, pero tambi¨¦n seguimos sabiendo que tiene que existir. O que nuestras leyes est¨¢n mal.
Es odioso generalizar sobre los sexos, pero tambi¨¦n lo es ignorar la historia de la ciencia del siglo XX. Henrietta Leavitt descubri¨® la cinta m¨¦trica de medir el cosmos que permiti¨® a Hubble postular la expansi¨®n del universo; Barbara McClintock descubri¨® los transposones, o genes saltarines esenciales para el desarrollo y la evoluci¨®n humana; Lynn Margulis descubri¨® el origen de la c¨¦lula moderna.
Y Vera Rubin descubri¨® el 25% del cosmos. Vaya tontos que fueron en Princeton.
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