Un rap sin oro ni tangas
Los compositores marfile?os Garba 50 reclaman m¨¢s m¨²sica con voz de la calle
"No es premeditado: viene as¨ª, eso es todo", teclea desde Abiy¨¢n Oli, uno de los dos cerebros y corazones de Garba 50, el grupo de rap marfile?o por excelencia. "El ojo siempre abierto sobre la sociedad. La oreja conectada con nuestros sentimientos. Hablamos de nosotros e indirectamente, de los otros. Y viceversa. Hay amor, ego, algo de chill, etc¨¦tera...". Y remata: "Incluso si hay canciones que parecen ligeras, siempre tienen un segundo grado, un mensaje subliminal".
Oli se expresa por Facebook en un momento en el que algunos dan por muerto y enterrado al grupo Garba 50 y la marca parece eclipsada por j¨®venes y rabiosos valores, tipo Kiff no Beat o Seleka. Sin embargo, el compositor y rapero marfile?o se?ala que siguen trabajando en proyectos individuales como President Russe (2013), de Sooh, la otra mitad de Garba 50, y Magatape (2016), de ¨¦l mismo. El ¨²ltimo ¨¢lbum -por el momento- del d¨²o se denomina Jeune Africain Moderne (2010) y sali¨® justo antes de la crisis electoral que rompi¨® Costa de Marfil la ¨²ltima vez. No existen las casualidades: el de Sooh apareci¨® en el segundo aniversario de la ca¨ªda de Laurent Gbagbo y se trufa con fragmentos de discursos de pol¨ªticos, referencias a la actualidad m¨¢s reciente del pa¨ªs, violencia y mucha acidez.?
"Nuestra m¨²sica sigue siendo v¨¢lida para el pensamiento colectivo del pa¨ªs, pero hacemos declaraciones inc¨®modas para los dirigentes...? aunque hagan sonre¨ªr al marfile?o medio", afirma Oli por correo electr¨®nico. "El acceso a los medios de comunicaci¨®n, incluso privados, es filtrado hoy en d¨ªa cuando tu m¨²sica toma partido". a?ade.
El coup¨¦ decal¨¦ parece haber ocupado definitivamente el trono de la m¨²sica nacional marfile?a por antonomasia. Un ritmo que naci¨® con la guerra y ¨¢nimo escapista se ha convertido en una f¨¢brica de conceptos vac¨ªos y coreograf¨ªas de moda a la que se culpa con frecuencia de la relajaci¨®n de la moral juvenil y de todos los vicios y males de la sociedad marfile?a. Frente al coup¨¦ decal¨¦, el rap nouchi, con argot marfile?o,y el zouglou, otro estilo musical enraizado en la conciencia colectiva del pa¨ªs, hablan de la calle y desde la calle y pretenden aportar un punto de cordura, burla con sordina, cr¨ªtica pol¨ªtica y cultura del esfuerzo.
Lo dice Rap Ivoire, un colectivo de j¨®venes raperos aficionados del pa¨ªs que busca promocionar este tipo de m¨²sica en redes sociales y medios de comunicaci¨®n. "El rap en nouchi (noussi) o rap noussia es un medio formidable para transmitir mensajes a los j¨®venes marfile?os, ya que casi todos ellos y muchos de j¨®venes de otros pa¨ªses vecinos lo comprenden", subrayan en Twitter. "Ya tiene un cierto recorrido, aunque sus actores son cada vez menos en los ¨²ltimos a?os", reconocen.
Apuntan que los v¨ªdeos se graban, generalmente, con un presupuesto razonable y sin extravagancias, lo que hace que la mayor parte de los consumidores de rap noushi se sientan c¨®modos, "en su elemento". El rap local tiene "un enorme potencial" para llegar a j¨®venes de diferentes estratos sociales, porque se rapea en nouchi, en conexi¨®n tambi¨¦n con el zouglou, y "con frecuencia se centran en llamadas a redoblar esfuerzos en lo que emprendemos o en ironizar sobre la sociedad". Y mencionan a Nash, Nooka, Garba 50 o Billy Billy como referencias.
"La juventud piensa o baila, depende de la juventud de la que hablemos", razona Oli. "Una cosa es cierta, cuando los problemas se exponen de esta manera, muchos se dan cuenta de que no son los ¨²nicos en pensar as¨ª", a?ade.
"El acceso a los medios de comunicaci¨®n, incluso privados, es filtrado hoy en d¨ªa cuando tu m¨²sica toma partido"
Historia
Oli es Christian Olivier Djipro (1982) y Sooh es Vazoumana Diomand¨¦ (1981). El primero, licenciado en F¨ªsica; el segundo, en Derecho. Los dos, apasionados del hip hop, y ligados el uno al otro por esta m¨²sica en el popular barrio de Yopougon, en Abiy¨¢n. Se convirtieron en Garba 50 en el a?o 2003. Del encuentro surge un rap sin concesiones, claro, duro, sin dientes de oro ni chicas en tanga y que se arrastra a ras de la sucia calle marfile?a, siguiendo a j¨®venes que sufren la desigualdad, el paro y las dificultades del d¨ªa a d¨ªa, pero que tambi¨¦n se r¨ªen de su (mala) suerte.
"Cuando se exponen los problemas, muchos se dan cuenta de que no son los ¨²nicos en pensar as¨ª", dice Oli
El s¨ªmbolo elegido es el garba, la mezcla de attiek¨¦ (s¨¦mola de mandioca) y at¨²n ahumado que se convirti¨® en los 90, gracias a la crisis econ¨®mica, en un fen¨®meno de masas. Garba 50 es un reflejo de los tiempos en los que en el garb¨¢dromo se pod¨ªa matar el hambre con 50 francos CFA (7 c¨¦ntimos de euro) de garba. Toman su nombre y el concepto de un alimento proletario, desempleado, estudiante, de horas bajas, sin glamour, de emergencia.
Desde septiembre de 2006 y su primer ¨¢lbum, Ya nen pour les oreilles, se convirtieron en una revelaci¨®n, autores de himnos populares, s¨ªmbolos patrios. Siempre en nouchi. A pesar de la mala distribuci¨®n y una grabaci¨®n casera de mala calidad, este disco ostenta el honor de ser uno de los m¨¢s escuchados de los ¨²ltimos a?os en Costa de Marfil, un pa¨ªs tremendamente aficionado a la m¨²sica.
"Garba 50 ocupa un lugar importante por su mensaje", dice Oli. "La lista de periodistas, profesores y estudiantes que escribieron tesis y art¨ªculos sobre nuestro rap es larga. Hace falta posicionarse entre la verdad y la caza del tesoro. Sin apoyo de un sello discogr¨¢fico de verdad, el oro se queda en el barro. S¨®lo los esp¨ªritus entendidos saben reconocer las pepitas. Sin embargo, no nos rendimos... Eso es ?frica".
Cr¨ªptico y po¨¦tico, Oli escribe y habla como frasea y canta. Opina que el zouglou y el hip hop comprometido no han muerto, auque s¨ª que existe un descenso en sus autores y en su producci¨®n. Quiz¨¢s tambi¨¦n una despolitizaci¨®n, una cierta banalizaci¨®n y un poco de descafeinado, voluntario o no, de letras y conceptos.
"Los sellos y los productores de aqu¨ª no se atreven. Prefieren algo controlado m¨¢s que un desarrollo art¨ªstico. Apostar¨ªa a que Youssoupha, con su rap pele¨®n, tendr¨ªa los mismos problemas si estuviera aqu¨ª con nosotros. Es necesaria una verdadera producci¨®n y una difusi¨®n buena de las grabaciones y las giras. No se ha hecho lo suficiente con el rap que practicamos", apunta Oli antes de soltar . "A veces me dicen que deber¨ªamos cantar afrotrap o coup¨¦ decal¨¦, que es lo que funciona" (y teclea en su respuesta un LOL quiz¨¢s amargo).
Tenaces o cabezotas, Garba 50 persiste en el mismo fil¨®n, las mismas preocupaciones: hip hop est¨¢ndar y temas diversos pero conectados a la vida cotidiana de la gente normal. Cantan para expresarse y disfrutar, siempre con una pluma reconocible y ¨²nica en las rimas. Y han creado escuela."Garba 50 proyecta continuar su trayectoria, siempre hay de qu¨¦ rapear", promete Oli. S¨®lo buscan una buena producci¨®n, que un profesional se interese por su m¨²sica.
"Para m¨ª, la gran particularidad de Oli y Sooh es la escritura", afirma Oli con orgullo. "Esa manera ¨²nica de abordar todo tipo de temas. Una mezcla de argot y de franc¨¦s con acentos de aqu¨ª, con nuestros acentos. Nuestras personalidades. Eso hace que lleguemos a todas las capas de la sociedad". Una sociedad que les echa de menos y que todav¨ªa masculla su Survivant cuando la vida se les ensucia y les recuerda que no s¨®lo de coup¨¦ decal¨¦ puede alimentarse el alma.
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