La pol¨ªtica como vocaci¨®n
Podemos quiere conquistar el poder. Falta saber con qu¨¦ fines a la vista de sus camale¨®nicos bandazos
A Javier Muguerza, por su fecundo disenso 'iseg¨®rico'
Resulta muy instructivo ver Pol¨ªtica, Manual de Instrucciones, el documental sobre la g¨¦nesis y los primeros pasos de Podemos realizado por Fernando Le¨®n de Aranoa, porque acaba con Vista Alegre I y da muchas pistas sobre lo que puede pasar en el segundo congreso de la formaci¨®n morada. Tuve ocasi¨®n de verlo en el ¨²ltimo Zinemaldia donostiarra. Sorprend¨ªa que la sala no estuviera llena, pese a que las elecciones auton¨®micas eran al d¨ªa siguiente y las expectativas de voto en Euskadi hab¨ªan sido espectaculares. S¨ª asisti¨® al pase Pablo Iglesias y le formul¨¦ algunas preguntas como parte del p¨²blico asistente. Le pregunt¨¦ si el disenso era bien acogido en el seno de su organizaci¨®n, porque m¨¢s bien parec¨ªa lo contrario despu¨¦s de visionar el documental. Tambi¨¦n le pregunt¨¦ si un movimiento que parec¨ªa llamado a dinamizar la izquierda en Espa?a no estaba m¨¢s bien contribuyendo a dinamitarla, tras haber abducido a Izquierda Unida y pretender suplantar al PSOE.
Tampoco dej¨¦ de preguntarle si ¨¦l no podr¨ªa llegar a ser percibido por la ciudadan¨ªa como un pol¨ªtico profesional y si ten¨ªa previsto hacer mutis por el foro en caso de que su presencia se convirtiera en un problema. En realidad, esta ¨²ltima pregunta fue completada con otra referente a lo que llam¨¦ el "modelo Carmena". Al parecer los votantes apreciaron que una magistrada ya jubilada dedicase un tiempo a gestionar lo p¨²blico, sin esperar ning¨²n r¨¦dito personal de esa dedicaci¨®n temporal. El descr¨¦dito de los partidos es de tal calibre, incluidos los emergentes, que presentar a profesionales de prestigio como abanderados resulta cada vez m¨¢s elemental, aparte de recomendable.
Tal como se?al¨® Weber, habr¨ªa dos formas de profesar la pol¨ªtica. O se vive "para" la pol¨ªtica o se vive "de" la pol¨ªtica. He aqu¨ª el dilema. Vivir de la pol¨ªtica como si el ser pol¨ªtico fuese una profesi¨®n. O m¨¢s bien vivir ocasionalmente para la pol¨ªtica por pura vocaci¨®n y al margen del ejercicio de otra profesi¨®n con la que ganarse la vida. De quienes se declaraban herederos del 15-M uno hubiera esperado que fuesen pol¨ªticos vocacionales y no albergaran la pretensi¨®n de convertirse en pol¨ªticos profesionales. Sin embargo, los l¨ªderes del proyecto colectivo no parecen creer en ese esp¨ªritu comunitario. De lo contrario, contar¨ªan con el banquillo del voluntariado y no pasar¨ªan mete¨®ricamente de un esca?o a otro, como hicieron quienes fueron transitoriamente eurodiputados por Podemos y dejaron de serlo para encabezar nuevas listas electorales. Ni copar¨ªan los cargos de la c¨²pula, como hizo quien apostaba por una secretar¨ªa general colegiada con tres miembros y acept¨® luego la secretar¨ªa de organizaci¨®n dejada vacante por un cese fulminante. El portavoz de la Comunidad de Madrid acaba de ser sustituido por un solo voto de diferencia, porque el secretario general parece incapaz de compartir carisma y liderazgo con su n¨²mero dos, cuya inspiraci¨®n parec¨ªa resultarle imprescindible. Remito aqu¨ª de nuevo al documental de Aranoa, donde la dependencia del m¨¢ximo l¨ªder respecto de su lugarteniente queda bien acreditada. De ah¨ª su actual nerviosismo, al tener que competir con su antiguo t¨¢ndem. Pero el vertiginoso itinerario de Podemos es aqu¨ª simplemente la an¨¦cdota que nos gustar¨ªa elevar a categor¨ªa.
Carmena, una magistrada jubilada, dedica un tiempo a lo p¨²blico sin esperar r¨¦dito personal
En una Europa en la que el pueblo griego visibiliz¨® que la soberan¨ªa expresada en las urnas quedaba supeditada a la agenda econ¨®mica de Bruselas, Podemos despert¨® enormes expectativas. Parec¨ªa que pod¨ªa darse otra manera de hacer pol¨ªtica. Las pen¨²ltimas elecciones dejaron claro que los votantes espa?oles prefer¨ªan un Parlamento plural. Pero quienes pod¨ªan haber aprovechado esa ocasi¨®n de oro perdieron la vocaci¨®n pol¨ªtica en aras de convertirse en pol¨ªticos profesionales. Tras el 20-D hicieron un c¨¢lculo aritm¨¦tico. Pod¨ªan obtener m¨¢s esca?os que el PSOE, si sumaban sus votos con los conseguidos por IU y se presentaban como socialdem¨®cratas, insultando de paso la inteligencia y el esp¨ªritu cr¨ªtico del electorado progresista. Bien al contrario, en ese trance se perdieron un mill¨®n de sufragios y lo peor de todo es que, lejos de ejercitar la autocr¨ªtica, decidieron que se hab¨ªan equivocado los aletargados votantes. Menuda explicaci¨®n.
Llevamos un a?o sin o¨ªr hablar de la urgente agenda que demandaban los serios problemas generados por la crisis econ¨®mica y el paulatino desmantelamiento del Estado de bienestar. Los medios de comunicaci¨®n solo nos hablan de que Susana podr¨ªa animarse, sin quererlo por supuesto, a presentarse como candidata, despu¨¦s del cese de S¨¢nchez. Ahora que el culebr¨®n del idiosincr¨¢sico juego de tronos podemita bate r¨¦cords de audiencia, se sigue haciendo caso omiso de toda esa gente bienintencionada que trabaja discretamente en los c¨ªrculos de Podemos de modo amateur, sin esperar vivir de una pol¨ªtica que perciben como una vocaci¨®n y no como una profesi¨®n, al contrario que sus presuntos l¨ªderes. Como se?al¨® Manuel Cruz en estas mismas p¨¢ginas, parece claro que quieren conquistar el poder, pero falta saber con qu¨¦ fines a la vista de sus camale¨®nicos bandazos y veleidosas estrategias. Parec¨ªa que pod¨ªan dinamizar a la izquierda y se dir¨ªa que m¨¢s bien la podr¨ªan dinamitar por una larga temporada.
?Acaso es tan dif¨ªcil encontrar pol¨ªticos vocacionales que no se conviertan en pol¨ªticos profesionales? Citando de nuevo a Max Weber, ¡°no se conseguir¨ªa lo posible si en el mundo no se hubiera recurrido a lo imposible una y otra vez¡±. Tengo para m¨ª que abundan los pol¨ªticos vocacionales amateurs e inmunes a la profesionalizaci¨®n pol¨ªtica y que bastar¨ªa con hacerles sitio en la gesti¨®n p¨²blica, con ayuda de mecanismos democr¨¢ticos como el sorteo o la espont¨¢nea postulaci¨®n, tal como preconiza Arendt en las p¨¢ginas finales de Sobre la revoluci¨®n, someti¨¦ndoles luego al escrutinio electoral. Pero eso significar¨ªa el final para muchos pol¨ªticos profesionalizados, incapaces de advertir que la pol¨ªtica nunca ha precisado tanto como ahora del compromiso estrictamente vocacional con la isegor¨ªa.
Roberto R. Aramayo es historiador de las ideas morales y pol¨ªticas. Autor de La Quimera del Rey Fil¨®sofo, as¨ª como de los t¨ªtulos dedicados a Rousseau y Voltaire en la colecci¨®n de EL PA?S.
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