Que nadie quede al margen en la lucha contra el sida
La comunidad internacional debe sustentar una infraestructura sanitaria global para cumplir los acuerdos en la erradicaci¨®n del VIH
A principios de diciembre celebramos los enormes avances logrados en la lucha contra el VIH y el sida. En muchos pa¨ªses con sistemas de salud s¨®lidos, el VIH ya no es una sentencia de muerte sino una condici¨®n cr¨®nica. Y en ?frica se ha llegado a un hito crucial: cada a?o hay m¨¢s africanos que inician el tratamiento para el VIH que los que se infectan.
Aun as¨ª, adem¨¢s y a pesar de celebrar, debemos lamentar las muertes del 1,1 mill¨®n de personas desaparecidas este a?o por la enfermedad. Todav¨ªa se infectan seis mil personas al d¨ªa con VIH y el sida sigue siendo una causa importante de muerte entre ni?os, adolescentes y mujeres en ?frica.
El movimiento contra el sida nos ha inspirado a todos a ayudar a la gente que sigue quedando al margen y a comprometernos a acabar con esta enfermedad de una vez por todas. Afortunadamente ya contamos con los conocimientos, los recursos y el crucial impulso pol¨ªtico para hacerlo, y en la Reuni¨®n de Alto Nivel para poner fin al virus de este a?o, los Estados miembro de las Naciones Unidas hicieron ambiciosos compromisos que nos pondr¨¢n en la v¨ªa r¨¢pida para el logro de este objetivo.
M¨¢s a¨²n, en septiembre Canad¨¢ fue pa¨ªs anfitri¨®n de una exitosa conferencia de financiaci¨®n para el Fondo global de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, que recaud¨® casi 13 mil millones de d¨®lares con los que el Fondo se financiar¨¢ en el bienio 2017-2019. Mientras tanto, los pa¨ªses individuales han aumentado sus inversiones a nivel interno y los socios internacionales (tanto peque?os como grandes) han mantenido su apoyo, que hoy sabemos llegar¨¢ a los 26 mil millones de d¨®lares necesarios para la respuesta global en 2020.
Pero no basta con financiar partes del sistema de salud global. La comunidad internacional debe adoptar una visi¨®n m¨¢s hol¨ªstica y reforzar una arquitectura de respuesta global con una clara divisi¨®n del trabajo y una cooperaci¨®n transparente entre las diferentes partes. A fin de cuentas, el objetivo de un marco as¨ª debe ser apoyar a los propios sistemas de salud de los pa¨ªses al alinear a los actores privados y p¨²blicos de todos sus niveles, de modo que cada centro (desde el hospital p¨²blico de la capital al consultorio del pueblo) est¨¦ dotado de los recursos adecuados.
Suecia tiene el orgullo de continuar su apoyo al Fondo Global; en la conferencia de reposici¨®n realizada en septiembre pasado, se comprometi¨® con 2,5 mil millones de coronas (271 millones de d¨®lares). El Fondo Global es, con diferencia, la mayor fuente multilateral de financiaci¨®n de las iniciativas de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, pero al igual que la Alianza Global para las Vacunas y la Inmunizaci¨®n (conocida como Gavi, la Alianza Mundial para las Vacunas) es parte de una arquitectura global y depende de una serie de socios para entregar ayuda de manera eficaz. As¨ª que si se acaba el apoyo a nivel de pa¨ªs para otras organizaciones de salud global (como ONUSIDA, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), correr¨¢ peligro la continuidad de los avances en la lucha contra el VIH y el sida.
Protegeremos y potenciaremos a las mujeres y las ni?as
Para dar el apoyo necesario los donantes deber¨¢n coordinarse entre s¨ª, de modo que todas las partes de la arquitectura actual para gestionar los problemas de salud mundiales cuenten con la financiaci¨®n adecuada. A su vez, esto asegurar¨¢ que todos los pa¨ªses (y, lo que es m¨¢s importante, toda la gente) reciban el apoyo que precisan.
ONUSIDA est¨¢ dando un importante ejemplo de colaboraci¨®n internacional, al organizar a sus socios en torno a una Estrategia com¨²n para 2016-2021. Esta relaci¨®n de colaboraci¨®n ¨²nica e innovadora re¨²ne a 11 agencias copatrocinadoras de la ONU, cada una con experiencia en un sector espec¨ªfico, y moviliza a diferentes actores estatales. Entre los colaboradores hay l¨ªderes empresariales, comunitarios y religiosos, as¨ª como profesores, jueces, miembros de los cuerpos policiales, parlamentarios y muchos otros actores externos al sector de la salud, cuyas acciones sin embargo acaban afectando los resultados sanitarios.
Una de las tareas de ONUSIDA es promover el que los Gobiernos nacionales tengan en un lugar prioritario al sida en sus agendas de salud p¨²blica e inviertan en iniciativas conjuntas para poner fin a la enfermedad. Asimismo, es la ¨²nica organizaci¨®n con un mandato de establecer normas y est¨¢ndares para la respuesta global, lo que implica desempe?ar un papel clave en el actual marco internacional.
ONUSIDA mantiene una estrecha relaci¨®n de colaboraci¨®n con el Fondo Global. Tiene presencia en m¨¢s de 80 pa¨ªses y sus equipos regionales prestan apoyo t¨¦cnico e informaci¨®n estrat¨¦gica que ayudan al Fondo Global a dirigir sus subvenciones a los programas, lugares y poblaciones adecuados y en una escala suficiente. M¨¢s a¨²n, ayuda a crear las condiciones sociales, legales y pol¨ªticas para que las personas usen los servicios de salud, no en menor medida mediante la promoci¨®n de la igualdad de g¨¦nero, y asegurar que los grupos con mayor riesgo de contraer el VIH no sufran discriminaci¨®n.
ONUSIDA colabora con todos los niveles de la sociedad civil, elevando la respuesta internacional al sida para promover la igualdad, la dignidad y los derechos humanos en todo el planeta. Como tal, trabaja para ampliar el espacio pol¨ªtico para la sociedad civil y la inversi¨®n en ella.
ONUSIDA carece de los recursos adecuados, lo que amenaza tanto los logros pasados como los programas futuros
Sin embargo, a pesar de su amplio mandato y sus muchas funciones, ONUSIDA carece de los recursos adecuados, lo que amenaza tanto los logros pasados como los programas futuros y plantea un peligro para las personas y las comunidades que dependen del soporte esencial que la organizaci¨®n ayuda a facilitar.
Suecia y ONUSIDA seguir¨¢n colaborando de manera que la respuesta internacional siga transformando y salvando vidas. Protegeremos y potenciaremos a las mujeres y las ni?as y nos aseguraremos de que se escuchen las voces de los grupos vulnerables. Pero al mismo tiempo la comunidad internacional debe fortalecer el marco actual con el que hace frente a los problemas de salud globales.
Como dijera el Primer Ministro sueco Stefan L?fven en Montreal en septiembre pasado: ¡°Hoy nos centramos en el Fondo Global, pero no olvidemos ma?ana proporcionar la financiaci¨®n adecuada para toda la arquitectura sanitaria global¡±. Es tiempo de que la comunidad internacional cumpla ese desaf¨ªo, comprometi¨¦ndose a sustentar nuestra infraestructura sanitaria de modo que ninguna agencia (ni pa¨ªs o persona) quede al margen.
Traducido del ingl¨¦s por David Mel¨¦ndez Tormen.
Isabella L?vin es ministra de Cooperaci¨®n para el Desarrollo Internacional y viceprimera ministra de Suecia. Michel Sidib¨¦ es el director ejecutivo de ONUSIDA.
Copyright: Project Syndicate, 2016.
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