Razones cient¨ªficas para leer m¨¢s de lo que leemos

El informe La lectura en Espa?a 2017, encargado por la Federaci¨®n de Gremios de Editores (FGEE), alerta de que los espa?oles no conseguimos aumentar nuestro nivel de lectura, pues estamos estancados en cifras que indican, seg¨²n el ¨²ltimo bar¨®metro del CIS, que cerca de un 40% de los ciudadanos no ley¨® ni un libro en 2015. Ante esta situaci¨®n el Gobierno parece tener en ciernes un Plan Nacional de Fomento de la Lectura incluido en el llamado Plan 2020 de acci¨®n cultural. D¨¦mosle pues al Gobierno y su Ministerio de Cultura argumentos cient¨ªficos, particularmente desde la neurociencia, para seguir adelante con ese plan y llevarlo a cabo con ¨¦xito.

La lectura es uno de los mejores ejercicios posibles para mantener en forma el cerebro y las capacidades mentales

La lectura es uno de los mejores ejercicios posibles para mantener en forma el cerebro y las capacidades mentales. Es as¨ª porque la actividad de leer requiere poner en juego un importante n¨²mero de procesos mentales, entre los que destacan la percepci¨®n, la memoria y el razonamiento. Cuando leemos activamos preferentemente el hemisferio izquierdo del cerebro, que es el del lenguaje y el m¨¢s dotado de capacidades anal¨ªticas en la mayor¨ªa de las personas, pero son muchas m¨¢s las ¨¢reas cerebrales de ambos hemisferios que se activan e intervienen en el proceso. Decodificar las letras, las palabras y las frases y convertirlas en sonidos mentales requiere activar amplias ¨¢reas de la corteza cerebral. Las cortezas occipital y temporal se activan para ver y reconocer el valor sem¨¢ntico de las palabras, es decir, su significado. La corteza frontal motora se activa cuando evocamos mentalmente los sonidos de las palabras que leemos. Los recuerdos que evoca la interpretaci¨®n de lo le¨ªdo activan poderosamente el hipocampo y el l¨®bulo temporal medial. Las narraciones y los contenidos sentimentales del escrito, sean o no de ficci¨®n, activan la am¨ªgdala y dem¨¢s ¨¢reas emocionales del cerebro. El razonamiento sobre el contenido y la sem¨¢ntica de lo le¨ªdo activan la corteza prefrontal y la memoria de trabajo, que es la que utilizamos para resolver problemas, planificar el futuro y tomar decisiones. Est¨¢ comprobado que la activaci¨®n regular de esa parte del cerebro fomenta no s¨®lo la capacidad de razonar, sino tambi¨¦n, en cierta medida, la inteligencia de las personas.

El razonamiento sobre el contenido y la sem¨¢ntica de lo le¨ªdo activan la corteza prefrontal y la memoria de trabajo

La lectura, en definitiva, inunda de actividad el conjunto del cerebro y refuerza tambi¨¦n las habilidades sociales y la empat¨ªa, adem¨¢s de reducir el nivel de estr¨¦s del lector. En ese sentido debemos resaltar el excelente trabajo de revisi¨®n del novelista y psic¨®logo Keith Oatley, de la Universidad de Toronto, Canad¨¢, recientemente publicado en la revista cient¨ªfica CellPress y titulado Fiction: Simulaci¨®n of Social Worlds (Ficci¨®n: Simulaci¨®n de mundos sociales), destacando que la literatura de ficci¨®n es la simulaci¨®n de nosotros mismos en interacci¨®n. Tras un riguroso y elaborado repaso de datos y consideraciones sobre psicolog¨ªa cognitiva, Oatley concluye que ese tipo de literatura al ser como una exploraci¨®n de las mentes ajenas hace que quien lee mejore su empat¨ªa y su comprensi¨®n de los dem¨¢s, algo de lo que estamos muy necesitados. Esa conclusi¨®n es adem¨¢s avalada por neuroim¨¢genes, es decir, por datos cient¨ªficos que exploran la actividad cerebral relacionada con ese tipo de emociones. La ficci¨®n que incluye personajes y situaciones complejas puede tener efectos especialmente beneficiosos. As¨ª y como ejemplo, un trabajo recientemente publicado muestra que la lectura de Harry Potter puede disminuir los prejuicios de los lectores.

La ficci¨®n que incluye personajes y situaciones complejas puede tener efectos especialmente beneficiosos

Todo ello sin mencionar la satisfacci¨®n y el bienestar que proporciona el conocimiento adquirido y c¨®mo ese conocimiento se transforma en memoria cristalizada, que es la que tenemos como resultado de la experiencia. El libro y cualquier lectura comparable son, as¨ª, un gimnasio asequible y barato para la mente, el que proporciona la mejor relaci¨®n costo/beneficio en todas las edades de la vida, por lo que deber¨ªa incluirse en la educaci¨®n desde la m¨¢s temprana infancia y mantenerse durante toda la vida. Cada persona debe elegir el tipo de lectura que m¨¢s le motiva y conviene. Los ni?os deben ser estimulados a leer con lecturas adecuadas a su edad y los mayores deben procurarse todo el auxilio que requieran sus facultades visuales para poder seguir leyendo y manteniendo en forma su cerebro cuando envejecen. Un motivo a?adido para que los mayores sigan leyendo es la plausible creencia de que no somos verdaderamente viejos hasta que no empezamos a sentir que ya no tenemos nada nuevo que aprender.