Dakar, en canal
La revista 'Alta?r' presenta su especial sobre la capital senegalesa en Las Palmas de Gran Canaria
"Saludo a cada persona presente aqu¨ª por su nombre y apellido", comienza el escritor, periodista y profesor universitario Boubacar Boris Diop. Oriundo del barrio de La Medina, en la capital senegalesa, es la estrella invitada en la presentaci¨®n del especial 360¡ã Dakar. Capital de una ?frica diferente de la revista Alta?r. El acto tuvo lugar en Casa ?frica, en las Palmas de Gran Canaria, y cont¨® con el embajador de Espa?a en Senegal, Alberto Virella; el director de la revista, Pere Ort¨ªn, y la secretaria general de Casa ?frica, Arianne Hern¨¢ndez.
Diop habl¨® de una ciudad que ama y odia a partes iguales. Una urbe polucionada, desesperante y reflejo de un "pa¨ªs esquizofr¨¦nico", capaz de un reverso vibrante y creativo y donde las autoridades se las arreglan para -mejor o peor- adelantarse a sus movimientos e irla ordenando conforme se derrama a la orilla del mar.
En ese monogr¨¢fico, firma casi de manera compulsiva varios textos desde dentro de una ciudad y un pa¨ªs, desde la Medina, un enclave de modernidad urbana en un Dakar que se dispara en todas direcciones, cada vez m¨¢s superpoblado y asfixiante. Que se nutre del ¨¦xodo rural y se expande en unos suburbios que proliferan como setas. "Uno tiene la impresi¨®n de que todo el mundo se concentra all¨ª", casi se quej¨® en el acto de ayer.
Comparte Dakar, en las p¨¢ginas del especial y en la realidad, con otros escritores, como Ken Bugul; con activistas como Cheikh Fall y Fadel Barro; con creadores como la dise?adora Adama Paris o con el fotoperiodista cuyas im¨¢genes ilustran este especial, Mamadou Gomis.
"Conoc¨ª a Boubacar Boris Diop en 1994, en una revista que se llama S¨¦pia, que compr¨¦ en una peque?a librer¨ªa de Duala, en Camer¨²n", explic¨® Pere Ort¨ªn en su turno. Tambi¨¦n precis¨® que se conoc¨ªan en persona, por fin, en este acto que los un¨ªa en Canarias, 22 a?os despu¨¦s de haberlo descubierto por pura casualidad. En este tiempo y en la distancia, han trabajado juntos, han departido, han creado proyectos.
Alta?r es una revista viajera veterana nacida en 1991.?Ort¨ªn cont¨® que es? multiformato y en espa?ol y que se centra en la cr¨®nica period¨ªstica de largo recorrido y la cultura viajera. Pensada sin publicidad para recuperar el respeto y la confianza del lector desenga?ado de los medios tradicionales, quiz¨¢s se la pueda tachar de elitista, en cierto sentido, puesto que se dirige a "personas inteligentes y capaces" que se hacen preguntas. Tiene la intenci¨®n confesa de "desentra?ar la maravillosa complejidad del mundo". Cultiva una filosof¨ªa del viaje como encuentro con los otros, como pregunta, como principio de algo m¨¢s grande, como fin en s¨ª mismo. Se adapta a los nuevos tiempos, los nuevos viajeros, los nuevos modos de comunicaci¨®n. O eso pretende.
Su monogr¨¢fico sobre Dakar incluye un mapa interactivo para recorrerla; algo de historia e intrahistoria trazadas por las plumas de Diop, Abdou Khadre Gaye y Oumar Ndao; un retrato de dos personalidades que han marcado el devenir de Senegal y ?frica en general, como son Cheikh Anta Diop y L¨¦opold Sedar Senghor; un poco de Chin¨¢frica; la movilizaci¨®n en redes sociales y con los j¨®venes activistas de Y'en a marre; la lucha; el cine de barrio.
Dakar es s¨®lo una de las posibilidades africanas de la revista. Ort¨ªn se dijo empe?ado en empaparse de la idiosincrasia de las ciudades africanas, llenas de una energ¨ªa y un dinamismo electrizantes y que provocan el p¨¢nico de muchos viajeros que las pisan, apenas, como mero tr¨¢mite de camino a safaris y rutas menos transitadas. Afirm¨® que jam¨¢s tuvo una mala experiencia en una ciudad del continente. Se declar¨® fan¨¢tico de sus bares y sus creadores. Puestos a elegir, de sus bares.
M¨¢s tarde, en una entrevista de radio, concedi¨® que el concepto de viaje que defiende no pasa por poner cruces en una lista de monumentos y museos, si no que se centra en la interacci¨®n, en la experiencia de la ciudad y del encuentro con sus habitantes. "Puedes conocer Egipto sin necesidad de visitar las pir¨¢mides", afirm¨®.
En el 360? de Dakar, Ort¨ªn glosa un retrato de Boubacar Boris Diop en el que pone el acento -entre otras cosas- sobre los prejuicios que se asocian a la imagen de todo un continente y sus habitantes y que iniciativas como Alta?r intentan desmigajar a fuerza de colaboraci¨®n local, dejar hablar a la gente, respetar, no opinar y huir de todo lo que huele a folclore o exotismo. La tendencia a reducir 54 pa¨ªses a una realidad ¨²nica, monol¨ªtica y terrible en la que destacan apenas algunos fogonazos de luz y que es la condena de unas ?fricas y de unos africanos diversos, sorprendentes y multifac¨¦ticos:
Diop tiene claro que, m¨¢s all¨¢ de la necesidad de Occidente de construir una visi¨®n totalizadora y un¨ªvoca del continente, no existe ninguna categor¨ªa que represente lo "africano" y as¨ª lo ha escrito: "Mi historia personal y mi relaci¨®n con los dem¨¢s ser¨ªan muy diferentes si hubiera nacido en Mali, Namibia o Kenia. Hacer de m¨ªun 'africano' perdido en una masa indiferenciada niega mi experiencia individual y colectiva (como las guerras, los movimientos migratorios, las cat¨¢strofes o las tragedias de la esclavitud y la colonizaci¨®n)".
Diop, por su parte, habl¨® de literatura en wolof, del pasado colonial y su huella sobre la ciudad, de formas de organizaci¨®n pol¨ªtica tradicionales que sobrevivieron a la historia, de secesionismo, de tradici¨®n lebou, de mar y de la imperdonable herej¨ªa del gobierno de Abdoulaye Wade, que prefiri¨® el desmesurado monumento al Renacimiento Africano ofrecido por un escultor norcoreano a una obra del gran Ousmane Sow, recientemente fallecido, grandiosa y gratis. Diop herman¨® a la capital senegalesa con Lagos o Brasilia, otras megal¨®polis capaces de lo mejor y lo peor de la experiencia humana.
"Dakar es cosmopolita y en ella conviven pasado y futuro", dijo Alberto Virella en su turno de palabra. "Dakar es confluencia, encuentro o choque". Felizmente, se?al¨®, es sobre todo un lugar de convivencia y no de choques violentos. En el momento de las preguntas del p¨²blico, Virella se declar¨® privilegiado por encontrarse en un lugar tan din¨¢mico y vivo, que negocia su contrato social y el futuro que desea armado con juventud, fuerza y alianzas por todo el mundo. Finaliz¨® diciendo:
Debemos, a?ado, leer esta publicaci¨®n de Alta?r. En especial, por los autores senegaleses que nos aportan claves valiosas a trav¨¦s de sus excelentes art¨ªculos. Nos introducen en su mundo: ellos hacen gala de la proverbial "teranga" (hospitalidad) senegalesa, del mismo modo que Pere Ort¨ªn merece reconocimiento por saber, inteligente y respetuosamente, que s¨®lo los senegaleses nos pueden abrir sus casas, no los periodistas for¨¢neos. Nos adentran en el Dakar de la cultura inmaterial, hecha de historia, de costumbres y de innovaci¨®n, de compromiso social, de p¨¦rdidas y de encuentros. La savia misma que corre dentro de los edificios, pues se encuentra dentro de quienes les dan vida.
Boubacar Boris Diop es uno de los grandes escritores actuales de ?frica. Nacido en Dakar en 1946, emplea el franc¨¦s y el wolof en sus creaciones literarias. Tras dirigir un peri¨®dico en su pa¨ªs natal, actualmente colabora en varios diarios ingleses, franceses, italianos, suizos y senegaleses. Es miembro del Foro Social Africano y sus obras se impregnan de humanismo y reflexiones sobre las tragedias y esperanzas del ser humano. Algunos de sus t¨ªtulos son: Le cavalier et son ombre (1997), Murambi, le livre des ossements (2000) y Doomi Golo (2003). Actualmente es profesor de literaturas africanas en la Universidad Americana de Yola, en Nigeria, y forma parte de la editorial Ceytu, que traduce al wolof obras de la literatura universal. Fue galardonado con el Gran Premio Literario del ?frica Negra en el a?o 2000. Su obra Los tambores de la memoria pertenece a la Colecci¨®n de Literatura de Casa ?frica, que tambi¨¦n se implic¨® en la coedici¨®n de su obra El libro de los secretos.
Periodista vehemente y viajero incansable, Pere Ort¨ªn (Sagunto, Espa?a) dirige ahora Alta?r Magazine. Conoce como la palma de su mano ?frica, vivi¨® y trabaj¨® en M¨¦xico y ha viajado por todos los rincones del planeta reporteando para medios como La Vanguardia, National Geographic y Televisi¨®n Espa?ola, entre muchos otros.
Nacido el 13 de junio de 1964 en Nazar¨¦ (Portugal), Alberto Virella Gomes es licenciado en Derecho e ingres¨® en la carrera diplom¨¢tica en 1990. Ha estado destinado en las representaciones diplom¨¢ticas espa?olas en Guinea Ecuatorial, Marruecos y Paraguay. Fue subdirector general de Cooperaci¨®n con los Pa¨ªses de Am¨¦rica del Sur en la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo, consejero cultural en la embajada de Espa?a en Cuba, consejero en la Representaci¨®n Permanente ante las Naciones Unidas y segundo jefe en la Embajada de Espa?a en Vietnam. En octubre de 2012, fue nombrado director de Cooperaci¨®n con ?frica y Asia en la AECID. Desempe?¨® dicho cargo hasta julio de 2015, cuando fue nombrado Embajador de Espa?a en Senegal.
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