¡®Tal vez Dakar¡¯': el reencuentro con ?frica
Una novela de giros inesperados sobre la identidad, de Pablo Mart¨ªn Carbajal
¡°?Por qu¨¦ siempre me llamas tubab?¡±, pregunta ?lvaro Camino ¨Cel protagonista principal de la novela Tal vez Dakar (Ediciones Irreverentes, 2016)¨C, un espa?ol incomodado por una palabra que pone de relieve su color de piel en tierras africanas.
Su interlocutor, un senegal¨¦s emprendedor con quien desarrolla una relaci¨®n amistosa, le responde naturalmente:
¨C¨CPara que te des cuenta.
¨C¨C?Para que me d¨¦ cuenta de qu¨¦? ¨C¨Cinsiste ?lvaro visiblemente ofendido.
La identidad se ha convertido en un asunto crucial en Espa?a, en Europa, y l¨®gicamente en ?frica
¨C¨CPara que te des cuenta de que eres blanco. ?Nunca has pensado que eres blanco?
?lvaro Comino experimenta entonces lo que es encontrarse frente a un espejo en un continente donde los colores difieren. Una dimensi¨®n invertida en la que ¨¦l representa una minor¨ªa incapaz de pasar desapercibida, escudri?ada minuciosamente, aquella que sobresale por el color. De repente, estos contrastes se convierten en profundas reflexiones sobre qui¨¦nes somos, cu¨¢les son los prejuicios que nos definen (a pesar de todo), qui¨¦n era ¨¦l antes de su viaje, y en qu¨¦ momento su piel se volvi¨® el elemento determinante de su personalidad.
La construcci¨®n de la identidad es un tema central de la novela Tal vez Dakar. Posiblemente el m¨¢s importante, y se esboza en la trama de tal manera que nos invita a proyectar esa cuesti¨®n a esferas mayores. En la actualidad, la identidad tambi¨¦n se ha convertido en un asunto crucial en Espa?a, en Europa, y l¨®gicamente en ?frica. ?Qu¨¦ es Espa?a? ?Y c¨®mo lo ser¨¢ dentro de dos d¨¦cadas? ?Por qu¨¦ es tan grande nuestro desconocimiento sobre ?frica, un continente tan cercano? ?Qu¨¦ es ser africano? Las reflexiones en las que se ve atrapado el joven tinerfe?o marcan el ritmo de una narraci¨®n palpitante con fuertes resonancias existenciales.
¡°La realidad cambia, ?y lo est¨¢ haciendo tan r¨¢pido en estos a?os!, la realidad, las necesidades, quiz¨¢s tambi¨¦n la identidad de cada uno, la m¨ªa misma, la identidad como un proceso que vamos construyendo d¨ªa a d¨ªa, semana a semana, mes a mes, a?o a a?o, como esos poetas africanos del movimiento de la Negritud que fui conociendo durante el viaje¡¡± (p¨¢gina 9), nos se?ala el protagonista en una de sus tempranas cavilaciones.
Desde que empez¨® a escribir, el autor, Pablo Mart¨ªn Carbajal, sab¨ªa que el continente africano ser¨ªa uno de los grandes temas que abordar¨ªa. Era algo inevitable, el producto de una corazonada y de un sentimiento que iba en aumento con cada uno de sus viajes. Y, sin embargo, el escritor canario esper¨® diecis¨¦is a?os para tocar el tema que tanto le interesaba: diecis¨¦is a?os que dedic¨® sabiamente a nutrir su curiosidad, experimentar sobre el terreno y acercarse a los mayores escritos del continente negro.
En ese camino m¨ªstico e intuitivo por las letras y las culturas, naci¨® esta novela, obra de grandes proporciones y grandes planteamientos. Es la historia de la transformaci¨®n de un viajero espa?ol en las tierras de la Teranga (Senegal), pero es mucho m¨¢s que eso: es la historia narrada de una m¨¢scara misteriosa, posiblemente el art¨ªfice de una de las obras m¨¢s hermosas del siglo XX (Las se?oritas de Avi?¨®n, de Pablo Picasso), y algunos de los momentos m¨¢s importantes del arte universal (cuando figuras claves del dada¨ªsmo deciden girar sus miradas hacia ?frica y revolucionar todos sus conceptos).
¡°Mis mayores emociones art¨ªsticas las experiment¨¦ cuando se me apareci¨® de repente la sublime belleza de las esculturas ejecutadas por los artistas an¨®nimos de ?frica¡±, manifiesta el pintor Pablo Picasso (p¨¢gina 44) ante el marchante de arte Paul Guillaume, y los poetas Apollinaire y Andr¨¦ Breton. En ese instante empieza a brillar la palabra ?frica como la materializaci¨®n de una renovaci¨®n, como la creaci¨®n de una nueva est¨¦tica, y lo hace con toda la humildad, dej¨¢ndose presentar por los m¨¢s grandes del arte europeo.
Es tambi¨¦n, y sobre todo, la historia del encuentro de grandes figuras del pensamiento negro y universal: Aim¨¦ C¨¦saire, L¨¦opold S¨¦dar Senghor, Lamine Senghor, Andr¨¦ Breton, Jean Paul Sartre. Cada uno de ellos enmarcados en momentos destacados de la historia. La gran exposici¨®n colonial que organiz¨® Francia para presumir de la riqueza cultural de sus colonias en 1931 nos revela la reacci¨®n de C¨¦saire y Senghor ante las manifestaciones en contra promovidas por artistas surrealistas como Paul Eluard, Yves Tanguy o Maxime Alexandre. La Segunda Guerra Mundial nos acerca a uno de los episodios m¨¢s dif¨ªciles que vivi¨® el futuro presidente de Senegal, Senghor, combatiendo al lado de los franceses, como si fuese un franc¨¦s cualquiera, y entendiendo que nunca lograr¨ªa serlo porque simplemente no lo era. Su identidad se afirmar¨ªa m¨¢s adelante en un proceso que ya se estaba conformando: la N¨¦gritude, una respuesta directa a la pol¨ªtica de asimilaci¨®n de Francia.
Y en esa corriente de afirmaci¨®n, el fil¨®sofo franc¨¦s Jean Paul Sartre tuvo su palabra. Defendi¨® desde un principio ese movimiento como la expresi¨®n natural de una ¨¦poca y de un pensamiento universal. ¡°Los negros ser¨¢n responsables en el futuro de lo que hayan querido ser, y por eso es necesaria la acci¨®n. El hombre existe en la medida en que se realiza, es el conjunto de sus actos, y nada m¨¢s, y ustedes, los negros, tambi¨¦n son el hombre¡±, explica Jean Paul Sartre a Senghor en un encuentro que la novela ubica despu¨¦s de la guerra. El pr¨®logo del fil¨®sofo en la ¡°Antolog¨ªa de la nueva poes¨ªa africana y malgache¡± fue otra prueba de su confluencia con Senghor.
En cada uno de estos momentos hist¨®ricos que aborda Tal vez Dakar (y muchos otros inolvidables, como el Primer festival de artes negras en Dakar en 1966), renace la emoci¨®n determinante, esa sensaci¨®n de que algo grande se est¨¢ tramando, como si la historia se estuviera (re)construyendo minuto a minuto. Y en ese proceso de lectura, uno percibe tambi¨¦n la emoci¨®n del escritor: ¡°Disfrut¨¦ much¨ªsimo en esa inmersi¨®n hist¨®rica, crec¨ª interiormente. Entrelazar la parte hist¨®rica con las peripecias de ?lvaro fue la manera de mostrar que para entender la sociedad senegalesa hay que conocer obligatoriamente su pasado¡±, nos explica Pablo Mart¨ªn Carbajal.
Es, en resumidas cuentas, una novela altamente recomendable, de giros inesperados, que juega ¨¢gilmente con los recursos literarios. Un abono para buenas conversaciones que, adem¨¢s, es susceptible de tener una segunda parte (con viaje de ?lvaro Camino al Sahara incluido). Pero de aqu¨ª en adelante, tall vez Dakar¡
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.