Este libro te explica toda la historia del punk espa?ol
M¨¢s all¨¢ de las crestas y los imperdibles, 'Punk, ?qu¨¦ punk?' rastrea la influencia de ese movimiento en nuestra escena musical y social
Punk, ?qu¨¦ punk? ?D¨®nde co?o estabas t¨²? Las preguntas (ret¨®ricas) no son nuestras, sino de Mass Volumen; en la misma canci¨®n ¡ªPunk, ?qu¨¦ punk?¡ª aseguraban no llevar "el pelo de colores", "parchecitos", ni "cresta". Vamos: lo mismo que Tom¨¢s Gonz¨¢lez Lezana.
"Nunca he sido punk, ni he llevado mohicano", reconoce el autor de Punk, pero ?qu¨¦ punk? (La Fonoteca)."Siempre he preferido unas chirucas a unas Dr. Martens, y mi ¨²nico esfuerzo en seguir la est¨¦tica punk era ponerme alguna camiseta de Kortatu". Gonz¨¢lez Lezana, como los Mass, llevaba los colores por dentro. "En el instituto comenzamos a grabar en cintas los discos de nuestros hermanos mayores: MCD, V¨®mito, La Polla¡ Mi fascinaci¨®n empez¨® justo ah¨ª".
Esa fascinaci¨®n ¡ªtal y como demuestra Punk, pero ?qu¨¦ punk?¡ª sigue vigente pasadas las d¨¦cadas. El ensayo radiograf¨ªa del impacto que tuvo el punk en Espa?a, as¨ª como sus numerosos tent¨¢culos, del agresivo oi! de Decibelios al rapid¨ªsimo hardcore de Subterranean Kids, pasando por el rock radical vasco de Hertzainak. "A lo largo de mi vida he consumido todo tipo de punk, pero hay estilos que me han calado m¨¢s que otros", explica el autor. "Me atrae bastante, por ejemplo, la opci¨®n irreverente que ten¨ªan grupos como Siniestro Total", confiesa, sobre el subg¨¦nero mongoloide, al que su libro dedica un cap¨ªtulo.
Pero no solo de provocaciones gratuitas vive el punk. "En Punk, pero ?qu¨¦ punk? trato tambi¨¦n la parte m¨¢s comprometida y cr¨ªtica dentro de la escena", puntualiza Tom¨¢s. "La canci¨®n protesta, que ven¨ªa de la pana de los cantautores de los setenta, pas¨® a convertirse en una propuesta violenta, pol¨ªticamente incorrecta y extremadamente cr¨ªtica con la actuaci¨®n de las fuerzas del estado. Eso fue lo que atrajo a la chavaler¨ªa m¨¢s reivindicativa", explica el autor. "Aparte de lo peculiar que es musicalmente, el punk tambi¨¦n es un canal de protesta que te ayuda, lo primero, a interrogarte por las convenciones sociales que tienes asimiladas".
"Aparte de lo peculiar que es musicalmente, el punk tambi¨¦n es un canal de protesta que te ayuda, lo primero, a interrogarte por las convenciones sociales que tienes asimiladas"
Aun y as¨ª, el nihilismo de grupos como Eskorbuto fue (y sigue siendo) una de las m¨¢ximas del movimiento. "Eso es algo inherente a la propuesta punk: la idea de que ni tan siquiera necesitas convencer a la gente con tu mensaje. Una banda de punk se forma para canalizar la ira y la mala hostia; y si los chavales est¨¢n de acuerdo con tu propuesta, pues bien". Y si lo est¨¢ el Ayuntamiento de Barcelona, pues tambi¨¦n. "Que haya una menci¨®n en el preg¨®n de la Merc¨¨ para ?ltimo Resorte, Desechables o a la Banda Trapera del R¨ªo plantea, cuanto menos, un debate interesante".
El g¨¦nero que, desde el inicio, con el lema no future, predijo su propia autodestrucci¨®n, no pod¨ªa estar m¨¢s equivocado: Punk, pero ?qu¨¦ punk? se cierra con una mirada al presente del g¨¦nero. "Hay incluso grupos actuales que, sin ser punk, tienen letras que conservan el esp¨ªritu reivindicativo del movimiento", termina. "En este sentido, si alguien hiciese un documental sobre el 15M, las canciones de El Pardo ser¨ªan ideales como banda sonora"
Rabia en vi?etas
"Tengo todos los tebeos de Pedro Pico y Pico Vena", reconoce Tom¨¢s, haciendo referencia al c¨®mic m¨¢s famoso de Carlos Azagra. "Adem¨¢s de pedirle que nos hiciera la portada del libro, hemos utilizado muchas de sus vi?etas para ilustrar algunos cap¨ªtulos". Azagra, que transform¨® a Decibelios y a Kortatu en monigotes para sus historietas, tiene para el autor una relevancia que excede lo musical. "Es un cronista ya no solo del punk, sino de las protestas y movimientos sociales de su ¨¦poca".
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