Como dice Pepe Colubi, es curioso que la palabra cunnilingus provenga de una lengua muerta. Por cosas como esta lo amo.
En 2014 publiqu¨¦ Con dos tacones, en el que relataba las fantas¨ªas sexuales m¨¢s recurrentes entre las mujeres espa?olas. Para ello entrevist¨¦ a decenas de se?oras y se?oritas muy diferentes entre s¨ª. Las que m¨¢s me cost¨® que se sinceraran, fueron las mujeres de m¨¢s de setenta a?os. En algunos casos fui consciente de lo que supon¨ªa un pecado mortal; as¨ª se tomaron mi intenci¨®n de profundizar en su deseo m¨¢s carnal. El sexo no dejaba de ser acostarse con su marido muy de vez en cuando, algo r¨¢pido y sin mucho aspaviento y casi siempre siguiendo los preceptos de la falta de comunicaci¨®n. Pocas consideraban que la sexualidad part¨ªa de la base de que las personas implicadas deb¨ªan disfrutar en la misma desbordante proporci¨®n. Hay toda una generaci¨®n de mujeres para las que el sexo sigue siendo "cosa de ellos" y lo que es peor: "para ellos".
Tuve la suerte de que las pocas que accedieron a hablar sobre esto, se sinceraron lo suficiente como para que me quedara claro que el cunnilingus brillaba por su ausencia. La mayor¨ªa de las se?oras deseaban antes una buena comida de co?o que un amante joven y atl¨¦tico que las empotrara, fantas¨ªa sexual recurrente entre las mujeres de m¨¢s de cuarenta a?os. Aquellas se?oras de la edad de mi madre imaginaban al se?or con el que llevaban d¨¦cadas compartiendo cama debajo de las s¨¢banas proporcion¨¢ndoles ese inmenso placer. Ninguna se plante¨® siquiera proponerlo. La educaci¨®n sexual brillaba por su ausencia y ni siquiera pod¨ªan permit¨ªrselo: "?Quita, quita! ?Le da algo si se lo digo!"
Ese es el problema.
Hay quien dice no practicar sexo oral a sus parejas por el olor y el sabor de los genitales femeninos, aun inmaculados. Nada como un buen lubricante a gusto del consumidor. Los lubricantes de sabores convierten la vulva en una deliciosa gominola. Y para evitar las enfermedades de transmisi¨®n sexual (ETS), sabanitas de l¨¢tex, para las que habr¨¢ que usar un lubricante acuoso o los preservativos femeninos, que como son de poliuterano aceptan todos los tipos de lubricantes e incluso pueden usarse si cualquiera de los implicados es al¨¦rgico al l¨¢tex.? Otra de las ventajas de los preservativos femeninos es que pueden ponerse hasta seis horas antes de tener las relaciones sexuales. Salgamos de casa perfectamente preparadas. Nayara Malnero explica en YouTube c¨®mo usarlos. L¨¢stima que Michael Douglas no los conociera.?
El sexo oral es la pr¨¢ctica sexual m¨¢s deseada por las mujeres muy por encima del resto. Lo que deber¨ªa traducirse en que fuera la m¨¢s demandada. El secreto est¨¢ en esa protuberancia que, cual pellizco de carne, se convierte en el epicentro de la mayor¨ªa de nuestros espasmos orgasm¨¢ticos.? Ana Lombard¨ªa, psic¨®loga especialista en terapia de pareja, conoce muy bien c¨®mo llevarnos al ¨¦xtasis. Por eso sus talleres de cunnilingus triunfan:
1.- El cl¨ªtoris es el ¨®rgano con m¨¢s terminaciones nerviosas, m¨¢s de 8.000. Su estimulaci¨®n provoca un placer incomparable en ninguna otra zona, pero el sexo oral no debe centrarse ¨²nica y exclusivamente en ¨¦l. "No hay que ir directamente al cl¨ªtoris. La vulva es igualmente receptiva. Mejor ir despacio, deleit¨¢ndose, recre¨¢ndote, disfrutando de lo que est¨¢s haciendo".
2.- Cuando se acaricia el cl¨ªtoris, se debe tambi¨¦n jugar alrededor: labios, apertura vaginal, monte de Venus. Todo es susceptible de ser lamido y acariciado. Lengua, dedos, juguetes sexuales participan de esta juerga.?Lamer el cl¨ªtoris e introducir un juguete sexual o los dedos por la vagina suele ser muy placentero.?
3.- Si la mujer est¨¢ muy excitada es mejor bajar el ritmo. "Las terminaciones nerviosas se saturan con la excitaci¨®n. Es mejor ir m¨¢s despacio para que vuelva a un grado m¨¢s relajado de excitaci¨®n pero igualmente placentero, para ir recuperando de nuevo el ritmo y que vuelva a alcanzar un pico alto de excitaci¨®n.?
4.- La persona que practica sexo oral debe atender el cuerpo de la mujer que lo recibe: "instintivamente recolocamos el cuerpo guiando al otro. La cadera, la pelvis, nuestro movimiento hacia ¨¦l o ella. Le estamos ofreciendo nuestro sexo para que lo lama y deguste. Si nuestro amante se fija en c¨®mo nos ubicamos en su boca, sabr¨¢ por d¨®nde reconducir nuestro placer".
Todas tenemos comidas de co?o sublimes. Hasta Halle Berry. Nunca sabremos si esta escena en Monster's Ball de Mark Forster (2002) fue crucial para que la actriz ganara el Oscar, pero lo cierto es que ella fue la primera y ¨²nica negra en conseguirlo en la categor¨ªa de actriz protagonista. Casi un mill¨®n y medio de visualizaciones avalan la calentura. Y no finjan; esa misma escena la ofrece Pornhub, uno de los portales pornogr¨¢ficos m¨¢s emblem¨¢ticos.
Por algo ser¨¢.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.