Conferencia prometedora

Lo m¨¢s interesante de la Conferencia de Presidentes auton¨®micos celebrada ayer es que estuvo precedida de un periodo de trabajo serio y de un guion de cuestiones que se tradujo en pol¨ªticas de empleo, acuerdo para crear una tarjeta de servicios sociales y otras. Pero lo m¨¢s importante es la voluntad de lograr un pacto sobre la financiaci¨®n auton¨®mica, este a?o, lo cual equivale a determinar cu¨¢nto pueden gastarse las comunidades en la prestaci¨®n de los grandes servicios p¨²blicos a los ciudadanos: sanidad, educaci¨®n, dependencia.

El cierre de un pacto de financiaci¨®n tropieza con varios retos. Mariano Rajoy advierte de que la recaudaci¨®n fiscal contin¨²a por debajo de los niveles previos a la crisis y exige seguir reduciendo el d¨¦ficit. A su vez, Susana D¨ªaz y otros responsables de autonom¨ªas gobernadas por socialistas cuestionan la bonificaci¨®n de Madrid a los impuestos de sucesiones y donaciones y patrimonio ¡ªcedidos a las comunidades¡ª, lo cual perjudica a otras. Ahora todo depende de que la comisi¨®n de expertos que ha de concretar la financiaci¨®n auton¨®mica juegue bien las cartas.

Hace m¨¢s de cuatro a?os que no se reun¨ªa este foro y hay que celebrar el fin de la anomal¨ªa, pese a la automarginaci¨®n de los presidentes de Catalu?a y del Pa¨ªs Vasco. Dada la carencia de un Senado territorial, cuya introducci¨®n exige reformar la Constituci¨®n, la conferencia es un foro de acuerdos transversales que debe funcionar como una instituci¨®n ¡ªen vez de poner el acento en solemnidades y alfombras rojas¡ª. Ya hemos dicho muchas veces que Espa?a necesita ese Senado federal; hasta que sea posible organizar la reforma constitucional, poner en servicio el instrumento pragm¨¢tico de la Conferencia de Presidentes es lo mejor que se puede hacer. Lo que hace falta es una actitud constructiva y que la voluntad de celebrarlas no dependa solo de la debilidad o fortaleza del Gobierno de turno.