¡°En Arabia Saud¨ª estoy redescubriendo la libertad intelectual de poder pensar¡±
El cient¨ªfico, galardonado en Espa?a con un Premio Nacional de Investigaci¨®n, huy¨® del CSIC
Carlos Duarte vive en un pa¨ªs que ordena crucificar a menores de edad por participar en manifestaciones y que decapita con espada en una plaza a personas que claman su inocencia. Es un pa¨ªs en el que las mujeres deben esconderse bajo t¨²nicas negras y son tratadas como menores de edad: tienen prohibido conducir y necesitan autorizaci¨®n de un hombre para estudiar, trabajar y viajar. Pero Duarte, un ocean¨®grafo espa?ol nacido en Lisboa en 1960, vive en un oasis de esperanza en medio de esta dictadura medieval.
El cient¨ªfico, ganador de un Premio Nacional de Investigaci¨®n en Espa?a, es ahora director del Centro de Investigaci¨®n del Mar Rojo, perteneciente a la Universidad de Ciencia y Tecnolog¨ªa Rey Abdal¨¢, inaugurada en 2009 en la ciudad costera de Thuwal, en Arabia Saud¨ª. El campus, de 36 kil¨®metros cuadrados y financiado con petrod¨®lares, se concentra en buscar soluciones a desaf¨ªos relacionados con el agua, la energ¨ªa, la alimentaci¨®n y el medio ambiente. Es una isla de algo parecido a la libertad: all¨ª investigan codo con codo cient¨ªficas y cient¨ªficos punteros de m¨¢s de un centenar de nacionalidades, las mujeres pueden ir en falda y en manga corta y adem¨¢s pueden conducir. Es un lugar sacr¨ªlego para los sectores conservadores de Arabia Saud¨ª.
En el campus de la Universidad de Ciencia y Tecnolog¨ªa Rey Abdal¨¢, las mujeres pueden conducir y vestir con falda y manga corta, no como en el resto de Arabia Saud¨ª
Duarte trabaj¨® durante 25 a?os en el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), el mayor organismo p¨²blico de ciencia en Espa?a. En ¨¦l, el ocean¨®grafo dirigi¨® una de las mayores expediciones cient¨ªficas de la historia para estudiar el cambio global, la Malaspina, en la que dos buques oceanogr¨¢ficos completaron la vuelta al mundo en 2011, recogiendo m¨¢s de 200.000 muestras de agua, plancton y gases de la atm¨®sfera. Pero, en 2014, el investigador decidi¨® pedir una excedencia temporal, de un m¨¢ximo de cinco a?os, y hacer las maletas.
Entonces, el presidente del CSIC, Emilio Lora-Tamayo, sugiri¨® que Duarte y otros prestigiosos cient¨ªficos que abandonaban el organismo se vend¨ªan a centros extranjeros por ¡°cheques de varios ceros¡±. Pero Duarte, el ec¨®logo Jordi Bascompte [que se fue del CSIC para ser catedr¨¢tico de Ecolog¨ªa en la Universidad de Zurich] y el neurocient¨ªfico ?scar Mar¨ªn [que se fue del CSIC para ser director del Centro MRC de Neurobiolog¨ªa del Desarrollo del King's College de Londres] le respondieron que se iban por el ¡°hast¨ªo¡± ante "un CSIC anclado en el pasado¡±, obsoleto e incapaz de apoyar la ciencia de vanguardia. ¡°Si el CSIC fuese un banco, la soluci¨®n ser¨ªa crear un nuevo organismo y dejar el actual CSIC como un banco malo en el que queden todos los activos t¨®xicos a extinguir¡±, escribieron.
De vuelta a Espa?a por unos d¨ªas para participar como jurado en los premios Fronteras del Conocimiento de la Fundaci¨®n BBVA, Duarte reflexiona sobre la crisis del sistema de investigaci¨®n p¨²blico espa?ol. Y sobre el despegue cient¨ªfico de Arabia Saud¨ª, desde donde el a?o pasado organiz¨® dos expediciones por el ?rtico ¡ªpara estudiar los efectos del cambio clim¨¢tico¡ª y una gran campa?a por los arrecifes de coral del mar Rojo.
Pregunta. En un v¨ªdeo promocional de la Universidad de Ciencia y Tecnolog¨ªa Rey Abdal¨¢ aparece una joven en falda y en manga corta, yendo en bicicleta por el campus. ?All¨ª no act¨²a la polic¨ªa religiosa de Arabia Saud¨ª?
Respuesta. La polic¨ªa religiosa ya no existe en Arabia Saud¨ª. El a?o pasado hubo un decreto real, lo que pasa es que all¨ª todas esas cosas se llevan muy discretamente, porque no hay medios de comunicaci¨®n independientes como aqu¨ª. Las capacidades de actuar como polic¨ªa le fueron retiradas y ahora es un cuerpo de cortes¨ªa, que pueden invitar a las personas a vestir o comportarse de forma m¨¢s acorde con la cultura saud¨ª. En el campus tenemos un estatus independiente y un decreto real que permite que funcione de forma muy diferente al resto de universidades de Arabia Saud¨ª, donde todav¨ªa hay segregaci¨®n de g¨¦nero. Hay campus solo de hombres, pero cuando hay hombres y mujeres est¨¢n segregados. Nuestra universidad, que es privada pero originada con fondos saud¨ªes, tiene estatutos internacionales y est¨¢ regida por un ¨®rgano de gobierno independiente que cuenta con personalidades de enorme prestigio, como los presidentes del Imperial College de Londres y de la Universidad de Princeton. Es una universidad autorregulada, con 130 profesores y alrededor de 1.200 estudiantes, donde lo importante es la tolerancia para distintas culturas, porque convivimos personas de 108 nacionalidades. Es el lugar m¨¢s diverso que existe en el planeta. La producci¨®n cient¨ªfica en Arabia Saud¨ª ha crecido un 150% y es por esta instituci¨®n.
P. La Universidad de Ciencia y Tecnolog¨ªa Rey Abdal¨¢ tambi¨¦n ha fichado a su pareja, la bi¨®loga marina Susana Agust¨ª.
R. S¨ª, es profesora de Ciencias Marinas, la primera mujer profesora de Ciencias Marinas en Arabia Saud¨ª.
P. ?Qu¨¦ tal es para ella la vida all¨ª?
R. Est¨¢ contenta. Ella puede conducir dentro del campus, fuera no. Yo s¨ª puedo conducir fuera del campus, pero no lo hago porque el tr¨¢fico es absolutamente horroroso.
P. ?Ella puede ir sola fuera del campus, por ejemplo, por una calle de Riad?
R. S¨ª, perfectamente. Normalmente se pone una abaya, que es una t¨²nica con algunos colores y adornos, porque se siente m¨¢s c¨®moda, por no llamar la atenci¨®n. No tiene que cubrirse el pelo porque no es musulmana. De hecho, si se cubriese el pelo casi mandar¨ªa se?ales confusas, porque entonces las personas que se la encuentran pensar¨ªan que es musulmana y no lo es. Pero el campus es perfectamente internacional. Nuestro presidente es Jean-Lou Chameau, que ya lleva cuatro a?os y durante los ocho a?os anteriores fue presidente de Caltech [el Instituto de Tecnolog¨ªa de California, en EE UU].
"No creo que sea el papel del presidente de una universidad tener posiciones p¨²blicas sobre lo que un pa¨ªs debe hacer o no"
P. Hace dos a?os, 18 premios Nobel escribieron a Chameau para pedirle que se posicionara p¨²blicamente a favor de la libertad de expresi¨®n en Arabia Saud¨ª [despu¨¦s de que el activista Raif Badawi, de 31 a?os, fuera condenado a 10 a?os de c¨¢rcel y 1.000 latigazos por animar en un blog a debatir asuntos pol¨ªticos y religiosos]. ?Usted qu¨¦ opina?
R. No creo que sea el papel del presidente de una universidad tener posiciones p¨²blicas sobre lo que un pa¨ªs debe hacer o no. Yo creo que era una presi¨®n inapropiada sobre el presidente. Tambi¨¦n era un intento de colocarle en una posici¨®n dif¨ªcil, porque, claro, Arabia Saud¨ª es un pa¨ªs que tiene una cultura muy determinada, que ha estado muy cerrado. Por ejemplo, no puedes ir como turista. O vienes a trabajar con nosotros, o eres familiar directo m¨ªo (hijo, hermano o padre, nada m¨¢s) o no puedes ir all¨ª.
P. La vecina Universidad Rey Abdulaziz ha sido acusada de comprar investigadores de prestigio para inflar su repercusi¨®n cient¨ªfica internacional.
R. S¨ª que es cierto que ten¨ªan un programa de profesores adjuntos y uno de los requisitos para ser adjunto de esta universidad era estar en el Science Citation Index [una base de datos de publicaciones en revistas cient¨ªficas de alto impacto internacional] y haber publicado en las revistas Nature o Science en los dos a?os anteriores. Pero decir que esto es comprar es no mirar bien lo que hacen otras instituciones. Por ejemplo, en la Universidad de Australia Occidental, donde yo estuve, tambi¨¦n hab¨ªa un programa de profesores adjuntos, a los que daban fondos de investigaci¨®n, aunque viv¨ªan all¨ª solo un mes al a?o. Era algo muy parecido, pero si se hace en Arabia Saud¨ª parece que est¨¢ muy feo. En China hay un programa que se llama Mil Talentos, un programa de atracci¨®n de cient¨ªficos con buen rendimiento. A m¨ª me han hecho muchas ofertas y ya les he dicho 20 veces que no. Ofrecen contratos de entre uno y doce meses. La Universidad Rey Abdulaziz ten¨ªa una pol¨ªtica de este tipo, pero igual la tienen casi todas las universidades del mundo. Hay un mercado de investigadores, aunque en Espa?a no, porque en Espa?a no importa que trabajes m¨¢s o menos bien, a excepci¨®n del programa ICREA, de Catalu?a, y el Ikerbasque, de Euskadi, que son programas competitivos que atraen talento. En mi caso particular, trabajar mucho en Espa?a me tra¨ªa problemas.
P. ?Qu¨¦ presupuesto tiene usted en el Centro de Investigaci¨®n del Mar Rojo?
R. El presupuesto anual de toda la universidad es cerca de 900 millones de d¨®lares, de los cuales 200 millones y pico son para el funcionamiento de la comunidad de esta ciudad (bomberos, m¨¦dicos, escuelas...), 300 millones y pico son para el funcionamiento acad¨¦mico de la universidad y unos 250 millones son para la agencia de financiaci¨®n de ciencia. Cada investigador tiene su presupuesto individual todos los a?os.
"Hay un mercado de investigadores, aunque en Espa?a no, porque en Espa?a no importa que trabajes m¨¢s o menos bien"
P. ?Y usted cu¨¢nto tiene?
R. Mucho m¨¢s que en Espa?a. Es como tener todos los a?os una Advanced Grant del Consejo Europeo de Investigaci¨®n [la ayuda europea m¨¢s prestigiosa, de 2,5 millones de euros para cinco a?os], sin tener que escribir ni un papel ni declarar qu¨¦ voy a hacer, pero teniendo que dar cuenta luego de qu¨¦ he hecho con ese dinero. Y sobre esa base del presupuesto anual puedes tener proyectos adicionales.
P. ?C¨®mo es el sueldo de un investigador all¨ª comparado con el sueldo de un investigador en Espa?a?
R. Es bastante superior.
P. ?Un cero m¨¢s?
R. Es bastante superior. Ser¨ªa un sueldo comparable con instituciones de referencia en EEUU para personas de ese nivel. Cuando fui a Arabia Saud¨ª ten¨ªa ofertas de EEUU y los sueldos eran comparables.
P. ?Cu¨¢les son las ventajas de hacer ciencia en Arabia Saud¨ª?
R. En mi universidad no tenemos que perder nuestro tiempo haciendo administraci¨®n y pele¨¢ndonos. No tenemos que escribir proyectos. Se nos eval¨²a por resultados, no por escribir proyectos de lo que vamos a hacer. Eso, que en Espa?a pod¨ªa suponer cuatro, cinco o seis horas de mi jornada diaria, lo dedico ahora a pensar y hablar con mis colegas. De hecho, ahora me siento como si fuera estudiante de doctorado: tengo tiempo para desarrollar la curiosidad.
P. Usted escribi¨® junto a dos colegas un art¨ªculo en EL PA?S negando la acusaci¨®n que les hac¨ªa el presidente del CSIC de que se iban por un cheque de varios ceros.
R. Una vez que te vas, te vas a un sitio donde vas a tener buenas condiciones. Para m¨ª, lo m¨¢s importante de esta opci¨®n, porque ten¨ªa bastantes otras, era la capacidad de tener tiempo para m¨ª. Habr¨ªa otras opciones comparables econ¨®micamente, pero en la Universidad de Ciencia y Tecnolog¨ªa Rey Abdal¨¢ iba a estar totalmente descargado de administraci¨®n, de escribir proyectos, de escribir informes. Simplemente, dedicado a la ciencia. El proceso de selecci¨®n es muy exigente, as¨ª que una vez que han seleccionado a alguien tienen confianza en su capacidad para plantear su propia investigaci¨®n. Te eval¨²an por resultados. All¨ª nadie tiene un puesto de trabajo fijo. Tenemos contratos de cinco a?os deslizantes. Cada a?o nos hacen una evaluaci¨®n. Si es satisfactoria en relaci¨®n a los recursos de los que has dispuesto, te van a?adiendo un a?o m¨¢s. Es un sistema donde nadie se puede dormir.
"Los cient¨ªficos no deber¨ªan ser funcionarios, porque mucha gente se acomoda"
P. ?Cree que en Espa?a los cient¨ªficos no deber¨ªan ser funcionarios?
R. Yo creo que los cient¨ªficos no deber¨ªan ser funcionarios. Hay aspectos de la funci¨®n p¨²blica en los que ser funcionario y tener un puesto de trabajo asegurado a perpetuidad es importante, porque te garantiza la independencia de las fuerzas pol¨ªticas del momento. Es importante tener un cuerpo de funcionarios cuyos puestos de trabajo sean robustos y puedan ejercer una funci¨®n responsable de funcionario, pero eso no es necesario para los cient¨ªficos. El ser funcionario y cient¨ªfico no son cosas que casen bien.
P. ?Por qu¨¦?
R. Porque mucha gente se acomoda. En Espa?a existe la percepci¨®n de que el desaf¨ªo de la funci¨®n p¨²blica es estudiar mucho para ganar unas oposiciones y, una vez que las has ganado, ya mereces un respiro y una tranquilidad. Hay mucha gente que se relaja. Parece que ganas unas oposiciones y te ha tocado un premio, que es tener un sueldo garantizado durante equis a?os. Y, realmente, tampoco en Espa?a se eval¨²an los resultados, en absoluto. Si quieres hacer m¨¢s cosas, te generas m¨¢s problemas. Es la situaci¨®n en la que nos encontramos ?scar Mar¨ªn, Jordi Bascompte y yo, pero tambi¨¦n muchos otros compa?eros. Somos muy activos en ciencia, muy inquietos. Conseguimos muchos recursos, pero luego queremos poder usarlos y entonces somos inc¨®modos para la Administraci¨®n, porque le damos mucho trabajo o porque encontramos obst¨¢culos que pensamos que se deben resolver. Los compa?eros que tienen mucha menos actividad son mucho m¨¢s c¨®modos para los gestores.
"Los presidentes del CSIC no se eligen por m¨¦ritos, son nombramientos pol¨ªticos"
P. Ustedes tambi¨¦n dec¨ªan que el presidente del CSIC, Emilio Lora-Tamayo, es ¡°un comisario pol¨ªtico nombrado por el Gobierno¡±.
R. Habl¨¢bamos de los presidentes del CSIC. No se eligen por m¨¦ritos. Hemos tenido presidentes con curr¨ªculos de investigadores muy importantes, como los dos anteriores a Lora-Tamayo: Carlos Mart¨ªnez y Rafael Rodrigo. Son investigadores de primera l¨ªnea. Esos nombramientos pol¨ªticos, en esos casos, se correspond¨ªan con investigadores de prestigio, que es lo que se puede esperar en otras instituciones, como el Max Planck, donde el prestigio del director es una se?al de garant¨ªa del prestigio de la instituci¨®n. En otros casos, la ¨²nica explicaci¨®n del nombramiento tiene que ver con afinidades pol¨ªticas. Ahora me ha sorprendido saber que se ha renovado la presidencia del CSIC en la misma persona. Mientras seamos funcionarios y el CSIC se vea como un brazo pol¨ªtico de algo, en vez de como una instituci¨®n cient¨ªfica independiente, basada en la calidad y en la excelencia, pues estaremos con altibajos. Habr¨¢ momentos en los que la gesti¨®n sea con cient¨ªficos con muy buena visi¨®n del mundo de la ciencia y habr¨¢ veces en que tengamos otro tipo de gestores.
P. ?C¨®mo valora la etapa de Emilio Lora-Tamayo al frente del CSIC?
R. Le ha tocado una etapa dif¨ªcil, porque se pas¨® de unos presupuestos crecientes a unos presupuestos menguantes, y eso condiciona la gesti¨®n que puedas hacer. Pero dentro de ese condicionante, creo que la merma de personal y de actividad cient¨ªfica del CSIC no se explica solamente por la situaci¨®n econ¨®mica, que vamos superando un poco. No creo que la gesti¨®n haya sido la mejor. Mi instituci¨®n actual me eval¨²a por resultados todos los a?os. A m¨ª me gustar¨ªa que se evaluase por resultados a todo el mundo.
P. ?Piensa volver a Espa?a?
R. No lo s¨¦. No me planteo mucho el futuro. Cuando acabe mi trayectoria en la Universidad de Ciencia y Tecnolog¨ªa Rey Abdal¨¢ igual me doy el lujo de hacer lo que quiero, en alg¨²n sentido: disfrutar de la ciencia, prescindir de las cosas que son problem¨¢ticas en la ciencia. En Espa?a, gran parte de mi jornada se iba en poder mantener los salarios de las 15 personas que trabajaban conmigo, en estar todo el d¨ªa buscando fuentes de financiaci¨®n, proyectos nuevos¡ Igual me puedo dar el lujo de dedicarme a la ciencia a tiempo parcial, que significa que el resto del tiempo hago lo que quiero. Har¨¦ ciencia, pero sin obligaciones. Y, a lo mejor, sin laboratorio y sin equipo.
P. ?En una instituci¨®n privada?
R. No, con afiliaci¨®n en alguna instituci¨®n p¨²blica, no necesariamente en Espa?a. Lo que estoy redescubriendo ahora es la libertad intelectual de poder pensar y plantear la investigaci¨®n que quiera. La verdad es que no s¨¦ si volver¨¦ o no, pero sigo trabajando con compa?eros aqu¨ª en Espa?a. Tenemos muchos proyectos de colaboraci¨®n con compa?eros en distintos centros del CSIC, financiados desde la Universidad de Ciencia y Tecnolog¨ªa Rey Abdal¨¢. Tambi¨¦n para mis compa?eros es bueno que est¨¦ all¨ª, porque supone una fuente de financiaci¨®n para ellos.
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