No hace falta m¨¢s comida
Manos Unidas alerta contra el desperdicio y la mercantilizaci¨®n de los alimentos
"El mundo no necesita m¨¢s comida, sino m¨¢s gente comprometida". Con este lema ha bautizado la ONG cat¨®lica espa?ola Manos Unidas una nueva campa?a de sensibilizaci¨®n contra el hambre y, en especialmente, contra el desperdicio de alimentos en el pa¨ªs. La organizaci¨®n destaca la paradoja de que mientras un tercio de los alimentos que se producen en el mundo acaban en la basura, seg¨²n datos de la FAO (agencia de la ONU para la alimentaci¨®n y la agricultura), unos 793 millones de personas pasan hambre.
Adem¨¢s de pedir la implicaci¨®n de los hogares (cada familia espa?ola tira de media 1,3 kilos de comida cada semana), y otros actores para acabar con el despilfarro, Manos Unidas tambi¨¦n abandera la lucha contra la especulaci¨®n alimentaria y pide el compromiso de todos con una agricultura "respetuosa con el medio ambiente que asegure el consumo local".
8 compromisos
Manos Unidas reta a los ciudadanos a adquirir 8 compromisos personales y cotidianos para "compartir solidaridad":
- Busca informaci¨®n y ¨²nete a otras personas para comprender mejor qu¨¦ ocurre y saber c¨®mo puedes implicarte.
- Dedica tiempo a escuchar a los que te rodean (tambi¨¦n a los que sufren, a los excluidos...)
- Piensa cada d¨ªa en un peque?o cambio para ser m¨¢s amable con los dem¨¢s y m¨¢s cuidadoso con lo que te rodea.
- Aprende a valorar las cosas para ver que se puede ser feliz con muy poco.
- Procura consumir de forma m¨¢s responsable. Piensa que algunas cosas que compras no son necesarias o se han producido en condiciones de explotaci¨®n.
- Reduce el consumo de los alimentos que en exceso no son buenos para la salud o para el medio ambiente y cuya producci¨®n hace m¨¢s dif¨ªcil la vida de las personas pobres.
- Procura reducir el desperdicio de alimentos en tu casa. No solo se peirden, sino que implica gastos de energ¨ªa, trabajo y contaminaci¨®n in¨²tiles.
- Busca alternativas de 'reciclado' de sobras, utiliza alimentos 'feos'...
La especulaci¨®n, sostienen, es una consecuencia "de la mercantilizaci¨®n" de los alimentos, que no tiene en cuenta que para millones de personas un incremento en ¡ªpor ejemplo¡ª el precio de los cereales puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Como alternativa, la organizaci¨®n se propone sensibilizar y capacitar a los campesinos y productores familiares sobre la posibilidad de diversificar su producci¨®n ¡ªdedic¨¢ndose a cultivos menos comerciales¡ª para sortear los vaivenes de los precios. Tambi¨¦n sugieren participar en la estabilidad de los precios a trav¨¦s de iniciativas como el comercio justo, gestionar los excedentes y mantener reservas de alimentos, o potenciar la cooperaci¨®n entre pa¨ªses del Sur global.
Por otro lado, esa mercantilizaci¨®n lleva a la producci¨®n a gran escala, con grandes extensiones de tierra dedicadas al monocultivo, pr¨¢cticas como el acaparamiento de tierras y distintas t¨¢cticas comerciales que, denuncia Manos Unidas, afecta a las posibilidades de los campesinos pobres, que no pueden competir. Y eso pese a que, seg¨²n la FAO, unos 500 millones de peque?os agricultores son quienes alimentan a m¨¢s del 70% de la humanidad.
Reiterando la conveniencia de un consumo sostenible en torno a la agricultura local, la ONG insiste tambi¨¦n en evitar las p¨¦rdidas poscosecha. Esa otra forma de desperdicio en la que miles y miles de productores se ven obligados a tirar comida antes de que llegue al mercado, por falta de tecnolog¨ªa, medios, o conocimiento para conservarla.
?Hasta 27 misioneros de la organizaci¨®n y expertos en la lucha contra el hambre y la pobreza recorrer¨¢n estos d¨ªas 51 ciudades espa?olas para compartir sus experiencias con los ciudadanos. Este viernes, 10 de febrero, Manos Unidas organiza un d¨ªa de "ayuno voluntario" en solidaridad con los casi 800 millones de hambrientos que hay en el mundo.
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