El mal sue?o de una idiota

Cuando los chinos elaboraron y revelaron sin rubor en 1990 su ¡°Doctrina del uso del Ciberespacio¡± para fijar sus objetivos de espionaje, que no eran otros que crear armas tecnol¨®gicas para captar informaci¨®n, Vladimir Putin, que hab¨ªa pertenecido al KGB sovi¨¦tico, ya conoc¨ªa a la perfecci¨®n las mismas t¨¦cnicas. Pero, la diferencia es que, como los norteamericanos y sus aliados, espiaban con extraordinaria cautela.

Entre el mundo del espionaje no sorprende que a los chinos se les descubra pronto, porque sus t¨¦cnicas son muy ruidosas; incluso una vez detectado un ciberataque, vuelven sobre los mismos pasos y de manera masiva. S¨ª ha sorprendido, entre ese mundo, que esta vez los rusos hayan actuado sin temer ser descubiertos, v¨ªctimas de su propio ansia por atacar al partido Dem¨®crata, incluso utilizando las mismas unidades de guerra cibern¨¦tica o exploits , el APT 28 y el APT 29, con los que hab¨ªan atacado anteriormente centros decisivos de poder de otras potencias, como las Presidencias de Gobierno y los Ministerios de Exteriores y Defensa de Espa?a, Francia, Alemania e Italia. Lo que significa que no solo los americanos han se?alado a Putin como el autor del espionaje, que finalmente Trump tuvo que admitir. Lo hab¨ªa pillado toda la Inteligencia occidental.

Hasta ahora los rusos, como los americanos, y los israel¨ªes ¨C las cuatro potencias mundiales en ciberataques junto a los chinos- han sido extraordinariamente silenciosos, muy sofisticados y m¨¢s complejos. A los americanos y a otros de sus pa¨ªses aliados, se les descubri¨® hace cuatro a?os su actividad de vigilancia globalizada, pero no por su avaricia, sino por las filtraciones de Snowden y su acceso a la exclusiva red Five Eyes. La prensa internacional jug¨® un papel decisivo al publicar y evidenciar la vigilancia mundial.

?Cu¨¢l es la diferencia ahora? El papel de la prensa ha sido igualmente decisivo a la hora de denunciar, pero nunca antes se hab¨ªa descubierto el abusivo atropello de interferir en unas elecciones, con el ¨²nico prop¨®sito de arrumbar a un candidato nada menos que a presidencia de Estados Unidos. En este caso a la presidenciable que iba en cabeza, seg¨²n todas las encuestas, no era del gusto de los rusos porque era progresista. Lo que demuestra que en la cabeza de Putin hab¨ªa un Plan. Y surgen muchas preguntas:

- ?Y si Putin quiere revertir el Fin de la Historia que dibuj¨® Fukuyama con EEUU como ¨²nica superpotencia?

- ?Y si proyecta reescribir su particular Fin de la Historia, con una Rusia con poder absoluto?

- ?Y si ha utilizado la guerra de Siria para desestabilizar Europa con la invasi¨®n de refugiados?

- ?Y si impulsa muros antiinmigraci¨®n para debilitar las relaciones internacionales de Occidente?

- ?Y si financia los partidos populistas de Europa para debilitar nuestras democracias y partir las sociedades?

- ?Y si ha impulsado el Brexit, y est¨¢ alentando iguales rupturas en las inminentes elecciones de Holanda, Francia, o Alemania?

- ?Y si ha colocado a un pe¨®n, que le imita malamente, en la Presidencia de los Estados Unidos de Am¨¦rica?

- ?Y si Trump hubiera elegido como Secretario de Estado a Rex Tillerson, a propuesta de Putin, al que Putin condecor¨® hace 4 a?os?

- ?Y si aspira a romper Europa este mismo a?o, con el triunfo electoral de otros Brexits, como ha pronosticado su amigo Trump?

- ?Y si pretende acabar con la ¡°obsoleta¡± OTAN, como la ha definido tambi¨¦n el nuevo presidente americano?

- ?Y si la ambici¨®n de Putin es disolver Europa y servirse sus migas en un plato frio?

Que las coincidencias entre Putin y Trump van m¨¢s all¨¢ del gusto por el bronceado y la peluquer¨ªa de frasco, es un hecho: parece como si el discurso de Trump fuera una mala copia del ruso: habla de hacer Am¨¦rica grande, con la misma concepci¨®n totalitaria del lenguaje que Farage, Orb¨¢n o Le Pen. Ultranacionalista, mesi¨¢nico, populista, totalitario y controlador de los medios de comunicaci¨®n. Y sin periodismo libre no hay democracia.

Pero hay una primera diferencia: la grandeza que promete Trump es peque?ez. La que podr¨ªa estar ejerciendo Putin es amenazadoramente expansiva para Rusia y de ajusticiamiento para Europa y el resto del mundo. La guerra de nuestro tiempo se libra con una nueva arma de destrucci¨®n masiva: la informaci¨®n. Y Putin ha demostrado que Rusia sabe robarla, manipularla y usarla a su conveniencia para crear desequilibrios. Obama le descubri¨®, pero eso ya es Historia. La segunda diferencia entre ambos es que Putin parece el ide¨®logo y Trump su vocero.

Transcurrida una semana desde la toma de posesi¨®n de Trump cuesta distinguir qu¨¦ es sue?o, qu¨¦ es pesadilla y qu¨¦ es realidad. Digamos que ha sido un mal sue?o. Peor a¨²n, un sue?o angustioso, opresivo y tenaz. ?Qu¨¦ alivio, despertar por fin! Me asomo a la ventana y canturreo ¡°gira, el mundo gira en las calles, en la gente, corazones que se encuentran, corazones que se pierden, alegr¨ªas y dolores de la gente como yo¡­¡± Tranquilos todos. Gira el mundo

Gloria Lomana es periodista, analista pol¨ªtica y premio Fedepe 2016 (Federaci¨®n de Mujeres Directivas y Ejecutivas).